Estudios Bíblicos Prédica de Hoy: La Voluntad de Dios para mi Vida
Estudio Bíblico Lectura Bíblica: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Tema: Descubre Su Propósito y Vive en Su Dirección Diaria
Introducción
La pregunta “¿Cuál es la voluntad de Dios para mi vida?” es una de las más profundas y frecuentes que nos hacemos como cristianos. Todos anhelamos vivir de acuerdo con el propósito que Dios tiene para nosotros. Pero a menudo nos sentimos confundidos sobre cómo discernir y seguir Su voluntad.
La Biblia nos ofrece una guía clara y práctica para conocer y vivir en la voluntad de Dios. Este estudio bíblico tiene como objetivo ayudarnos a descubrir el propósito divino para nuestras vidas y caminar en obediencia a Su plan, confiando en que Su voluntad es buena, agradable y perfecta.
Contexto Histórico
A lo largo de la historia bíblica, desde Abraham hasta los apóstoles, vemos cómo Dios reveló Su voluntad a Su pueblo de diferentes maneras. En el Antiguo Testamento, Dios hablaba a través de profetas, sueños y visiones.
En el Nuevo Testamento, Su voluntad fue revelada plenamente en Jesucristo y continúa guiándonos hoy a través del Espíritu Santo. Entender cómo Dios ha dirigido a Su pueblo en el pasado nos ayuda a confiar en que Él también está obrando en nuestras vidas para guiarnos según Su plan perfecto.
I. Conociendo la Voluntad de Dios: Escuchando Su Voz
El primer paso para vivir en la voluntad de Dios es aprender a conocer Su voluntad, y esto comienza con escuchar Su voz. Dios se comunica con nosotros de muchas maneras, pero requiere que estemos dispuestos a escuchar y discernir Su guía.
a. La Palabra de Dios como Guía Principal
La Biblia es la fuente principal a través de la cual Dios nos revela Su voluntad. En 2 Timoteo 3:16-17, leemos: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.“
La Palabra de Dios es nuestra brújula, dirigiendo nuestras decisiones y acciones conforme a Su voluntad. Al estudiar las Escrituras, podemos conocer el carácter de Dios, entender Sus mandamientos y aplicar Sus principios en nuestra vida diaria.
Citando a Charles Spurgeon, un famoso predicador evangélico, él dijo: “La Biblia es la mente de Dios revelada al hombre. Cuanto más conozcamos la Palabra, más claramente escucharemos la voz de Dios” (Spurgeon, Lectures to My Students, 1875).
b. La Oración como Medio de Comunicación
La oración es el canal a través del cual nos comunicamos con Dios y buscamos Su dirección. Filipenses 4:6 nos exhorta: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.“
A través de la oración, no solo presentamos nuestras necesidades, sino que también buscamos conocer el corazón de Dios y Su voluntad para nuestras decisiones y acciones. La oración no es solo hablar con Dios; es también escuchar y esperar Su respuesta.
c. La Guía del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es nuestro consejero y guía en la vida cristiana. Jesucristo prometió que el Espíritu nos guiaría a toda verdad (Juan 16:13). El Espíritu Santo nos ayuda a discernir la voluntad de Dios al iluminar las Escrituras, darnos paz en nuestras decisiones, y confirmarnos en nuestro corazón Su voluntad. Cuando buscamos la dirección del Espíritu, podemos confiar en que Él nos llevará por el camino que Dios ha preparado para nosotros.
Conocer la voluntad de Dios es el primer paso, pero debemos también tener la disposición para seguir Su guía en nuestra vida diaria. Esto nos lleva al siguiente punto: la importancia de la obediencia a la voluntad de Dios.
II. Obedeciendo la Voluntad de Dios: Caminando en Sus Caminos
Conocer la voluntad de Dios es solo el comienzo; el siguiente paso es obedecerla. La obediencia a la voluntad de Dios es fundamental para vivir una vida que Le agrada y para cumplir el propósito que Él tiene para nosotros.
a. La Obediencia como Prueba de Fe
La Biblia nos enseña que la obediencia a Dios es una evidencia de nuestra fe. Santiago 2:17 nos recuerda que “la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.“
Nuestra obediencia es una demostración de nuestra confianza en Dios y en Su plan. Como lo hizo Abraham, quien obedeció a Dios al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac (Génesis 22:12), nosotros también debemos estar dispuestos a obedecer, incluso cuando no entendemos completamente el plan de Dios.
Citando a A.W. Tozer, un respetado teólogo evangélico, él escribió: “La verdadera obediencia es el resultado natural de una fe genuina en Dios. Cuando confiamos en Su carácter y en Su amor por nosotros, obedecer Su voluntad se convierte en un acto de adoración” (Tozer, The Pursuit of God, 1948). Esta cita destaca cómo la obediencia no es una carga, sino una respuesta natural a nuestra fe en Dios.
b. El Ejemplo de Jesús en la Obediencia
Jesucristo es nuestro máximo ejemplo de obediencia a la voluntad de Dios. En el huerto de Getsemaní, el Señor oró: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú” (Mateo 26:39).
A pesar del sufrimiento que enfrentaría, El Señor obedeció la voluntad del Padre, entregando Su vida por nuestra redención. Su obediencia nos enseña que seguir la voluntad de Dios puede ser costoso, pero es esencial para cumplir el propósito de Dios en nuestra vida.
c. La Obediencia en la Vida Diaria
La obediencia a la voluntad de Dios no se limita a grandes decisiones; se vive en los pequeños actos de la vida diaria. En Lucas 16:10, el Señor dijo: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel.“
Ser obedientes en las decisiones diarias, en cómo tratamos a los demás, en nuestras responsabilidades, y en cómo manejamos nuestras bendiciones, es crucial para caminar en la voluntad de Dios. A medida que practicamos la obediencia en lo pequeño, Dios nos confiará cosas mayores.
Obedecer la voluntad de Dios nos guía a vivir en Su propósito. Sin embargo, a menudo nos encontramos con obstáculos que dificultan este camino. Es importante aprender cómo superar esos obstáculos y confiar en la providencia de Dios.
III. Confiando en la Providencia de Dios: Superando Obstáculos
A medida que buscamos vivir en la voluntad de Dios, inevitablemente enfrentaremos desafíos y obstáculos. Sin embargo, confiar en la providencia de Dios nos permite superar estos obstáculos y permanecer en Su voluntad.
a. La Confianza en la Soberanía de Dios
Dios es soberano y está en control de todas las cosas. Proverbios 19:21 dice: “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá.” Cuando enfrentamos obstáculos, debemos recordar que Dios tiene un plan y que Él obra todas las cosas para el bien de aquellos que Le aman (Romanos 8:28). Incluso cuando las circunstancias parecen estar en contra, podemos confiar en que Dios está obrando detrás de escena para cumplir Su propósito en nuestras vidas.
Citando a R.C. Sproul, un teólogo reformado, él dijo: “No hay una sola molécula en el universo que esté fuera del control soberano de Dios” (Sproul, Chosen by God, 1986). Esta cita nos recuerda que nada escapa al control de Dios, y que Su providencia guía cada detalle de nuestra vida.
b. Perseverando en Medio de la Adversidad
La perseverancia es clave cuando enfrentamos obstáculos en nuestro camino. Santiago 1:2-4 nos anima: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.” Las pruebas y obstáculos son oportunidades para fortalecer nuestra fe y confiar más profundamente en Dios.
Un ejemplo de perseverancia en medio de la adversidad se puede ver en la vida de cristianos en países donde la fe es perseguida. A pesar de enfrentar persecuciones, encarcelamientos, y amenazas de muerte, estos creyentes confían en la providencia de Dios y perseveran en Su voluntad, sabiendo que su recompensa es eterna.
c. La Importancia de la Comunidad de Fe
Superar obstáculos también es más fácil cuando estamos rodeados de una comunidad de fe que nos apoya. Hebreos 10:24-25 nos exhorta: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.“
La comunidad cristiana nos brinda apoyo, ánimo, y sabiduría, ayudándonos a mantenernos firmes en la voluntad de Dios, incluso en tiempos difíciles. Rodearnos de hermanos y hermanas en la fe que comparten nuestra misma visión y compromiso con la voluntad de Dios nos fortalece y nos permite enfrentar los desafíos con una mayor confianza.
Hemos aprendido cómo conocer, obedecer, y confiar en la voluntad de Dios. Ahora, reflexionemos sobre cómo podemos aplicar estos principios en nuestra vida diaria, asegurándonos de vivir cada día conforme al propósito divino.
Aplicación
Conocer y obedecer la voluntad de Dios es un proceso continuo que debe reflejarse en nuestra vida diaria. Aquí hay algunas maneras prácticas en las que podemos asegurarnos de que estamos caminando en la voluntad de Dios cada día:
a. Establecer Prioridades Espirituales
Una manera clave de vivir en la voluntad de Dios es asegurarnos de que nuestras prioridades reflejen lo que es más importante para Él. Esto significa dedicar tiempo diariamente a la oración, la lectura de la Biblia, y la meditación en Su Palabra. Mateo 6:33 nos recuerda: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Al poner a Dios en primer lugar, nuestras decisiones y acciones estarán alineadas con Su voluntad.
b. Tomar Decisiones con Oración y Consejo
Antes de tomar decisiones importantes, es fundamental orar y buscar la dirección de Dios. Además, es sabio buscar el consejo de líderes espirituales y miembros maduros de nuestra comunidad de fe. Proverbios 11:14 dice: “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad.” Tomar decisiones con oración y consejo nos ayuda a discernir la voluntad de Dios y a actuar con sabiduría.
c. Confiar en Dios en Medio de la Incertidumbre
Habrá momentos en que no entenderemos completamente la voluntad de Dios para nuestra vida, o cuando Su dirección no sea clara de inmediato. En esos momentos, debemos confiar en Su carácter y en Su amor por nosotros. Proverbios 3:5-6 nos exhorta: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” La confianza en Dios es esencial para vivir en Su voluntad, especialmente cuando enfrentamos incertidumbre.
Conclusión
La voluntad de Dios para nuestras vidas es buena, agradable y perfecta. A medida que buscamos conocer, obedecer y confiar en Su voluntad, podemos estar seguros de que estamos viviendo de acuerdo con Su propósito divino. Vivir en la voluntad de Dios no significa que nuestra vida será libre de desafíos, pero sí significa que tendremos la paz y la certeza de que estamos en el camino correcto, guiados por el Espíritu Santo y apoyados por nuestra comunidad de fe.
Este es un llamado para todos nosotros a rendir nuestras vidas a Dios, buscar Su dirección diariamente, y obedecer con un corazón dispuesto. Que nuestras vidas reflejen Su bondad, justicia y amor en todo lo que hacemos, sabiendo que cuando estamos en la voluntad de Dios, estamos exactamente donde Él quiere que estemos.
© José R. Hernández. Todos los derechos reservados.
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Pastor jubilado de la iglesia El Nuevo Pacto. José R. Hernández; educación cristiana: Maestría en Teología. El Pastor Hernández y su esposa nacieron en Cuba, y son ciudadanos de los Estados Unidos de América.