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xavierbosch.cat
Barcelona
El mismo día que Pere Romeu, en rueda de prensa, tuvo que contestar sobre una hipotética final de Champions el Lisboa entre Barça y Real Madrid, la posibilidad se fue al traste. Esa misma noche, el Arsenal remontó un 2-0 en contra de la ida y eliminó al Madrid. Al equipo de Toril, que venía de celebrar su sorprendente y polémica victoria liguera ante el Barça y en Barcelona, se le bajaron los humos en Londres.
Desde el punto de vista culé, lo mejor del 3-0 que le endosó el Arsenal fue ver que la protagonista era la añorada Mariona Caldentey. La mallorquina lideró al equipo inglés, hizo lo que quiso entre líneas, generó las mejores oportunidades en el primer tiempo y, en el vendaval de fútbol del Arsenal del segundo tiempo, anotó el 2-0 que igualaba la eliminatoria. Después, ya en modo trituradora, Russo marcó el tercero que dejó a Misa, Athenea y compañía hechas un flan.
Mariona hizo lo de siempre: puso la alegría atacante al juego de su equipo y habló sin tapujos en la rueda de prensa posterior. Allí, dejó claro que en Londres sabían que podrían darle la vuelta al marcador porqué tendrían un terreno de juego en perfectas condiciones. Ciertamente, el patatal del estadio Alfredo Di Stéfano del partido de ida no se justifica por un día lluvioso. Por ejemplo, más que llovió en el estadio Johan Cruyff el día del 1-3, y el piso siguió siendo un perfecto tapete. Total, que Mariona no da puntada sin hilo y que las jugadoras del Real seguirán sin poder jugar en el Bernabéu. Si la condición de Florentino era que para jugar ahí tenían que ganar un título, parece que tampoco será en la actual temporada. Y, en la siguiente, ya habrá VAR en la Liga. Más difícil todavía.