Europa está impulsando un rearme masivo financiado en parte por los ahorros privados, con la industria armamentística beneficiándose de medidas como la compra conjunta de armas. Sin embargo, algunos expertos advierten que una carrera armamentista podría aumentar el riesgo de guerra y sugieren la nacionalización de la producción de armas para asegurar la seguridad a largo plazo.
Europa está en proceso de rearme masivo y comenzará a implementar diversas medidas en las próximas semanas. La industria armamentística está mostrando su entusiasmo, como lo demostró Armin Papperger, director de Rheinmetall, quien destacó que las crecientes tensiones transatlánticas eran “buenas para los negocios”.
Además, el presidente del banco central francés, François Villeroy de Galhau, señaló que el ahorro privado de los ciudadanos podría ser un impulso importante para la industria armamentística en el futuro, mientras que el presidente francés, Emmanuel Macron, ya había declarado que parte del rearme se financiaría con los ahorros de los franceses.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que en las próximas semanas presentará planes para una “Unión de Ahorros e Inversiones”, que buscaría reforzar la competitividad de la UE, utilizando los ahorros privados para invertir en empresas. Algunos observadores creen que es posible que esta iniciativa también impulse las inversiones en empresas de armamento.
Operaciones coordinadas de compra y fabricación de armas
Según el Financial Times, la Comisión Europea también tiene la intención de coordinar la compra de armas de forma conjunta, una medida que consideran la forma más rentable de construir una defensa europea, especialmente después de los recortes de gasto tras la Guerra Fría. La Comisión podría convertirse en el organismo central de adquisiciones de armas, aunque los Estados miembros seguirían decidiendo qué comprar y en qué cantidad.
Además, se están considerando exenciones permanentes del Pacto de Estabilidad para el gasto militar, lo que permitiría a los países gastar más en defensa sin que esto afecte sus niveles de deuda. Francia, Alemania, Italia, Polonia y Gran Bretaña también están presionando para flexibilizar las normas para los fabricantes de armas, con el objetivo de reducir la burocracia para facilitar los avances en defensa. También se está considerando la posibilidad de clasificar los armamentos como “sostenibles” para hacerlos más atractivos para los inversores, lo que ha generado críticas.
La Asociación de Industrias Aeroespaciales Alemanas advirtió que los actuales requisitos de sostenibilidad de la UE podrían perjudicar la industria de defensa y poner en peligro las capacidades de Europa. La Comisión Europea está estudiando la posibilidad de clasificar los armamentos como sostenibles, justificándolo con su contribución a la paz. Además, los inversores privados ahora pueden invertir en defensa a través de fondos ETF, lo que hace pocos años habría sido impensable. A pesar de estas oportunidades de inversión, algunos expertos, como Michael Brzoska del Instituto de Investigación para la Paz y Política de Seguridad, advierten que una carrera armamentista con Rusia podría aumentar el riesgo de guerra, y que la seguridad en Europa no debería depender solo de medios militares.
Brzoska sugiere que el objetivo debe ser un orden de paz y seguridad basado en la combinación de defensa y control de armamentos. También cuestiona la expansión de la industria armamentística y plantea que la nacionalización de la producción de armas podría ser una solución más efectiva a largo plazo para asegurar la capacidad defensiva de Europa.
