Con la llegada de los tiempos fríos inicia la temporada de la granada, una fruta cada vez más recomendada por expertos en alimentación y médicos por sus múltiples propiedades para la salud. Los expertos culinarios, además, también son muy afectos a su incorporación por el toque de distinción y sabor que les añaden a los platos donde se las suma, como ensaladas o postres.
Recientemente, Women’s Health dialogó con especialistas en nutrición y salud sobre los beneficios de esta fruta, especialmente en torno a sus propiedades para la salud cardiovascular y la prevención de algunos tipos de cáncer.
Las granadas están cargadas de polifenoles (antocianinas, punicalaginas y taninos hidrolizables) con potentes propiedades antioxidantes. Estos compuestos ayudan a proteger contra los radicales libres, que son moléculas inestables y altamente reactivas capaces de causar daños celulares, manifestándose como envejecimiento y enfermedades, según explica Rebecca Sarac, dietista registrada con sede en California en diálogo con Women’s Health. Al neutralizar los radicales libres, las granadas contribuyen a reducir el daño celular y a combatir enfermedades.
Ciertos estudios han demostrado que el extracto de granada puede ayudar a bajar la tensión arterial al reducir el LDL (el “colesterol malo”) y aumentar el HDL (el “colesterol bueno”). En ese sentido, Abigaíl Collen, dietista registrada en Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, le explica a Women’s Health, que el LDL se califica de “malo” por sus “elevados niveles de lipoproteínas, que pueden acumularse en las arterias y aumentar el riesgo de sufrir infartos o derrames cerebrales”.
El HDL, en cambio, “ayuda al organismo a eliminar el exceso de colesterol en la sangre, llevándolo al hígado para su excreción”. Al ayudar a reducir el LDL y potenciar el HDL, las granadas pueden ayudar a proteger contra las enfermedades cardiovasculares, también conocidas como cardiopatías.
Aunque ningún alimento puede prevenir o curar definitivamente el cáncer, según PubMed, se han llevado a cabo investigaciones prometedoras sobre los efectos del jugo, la fruta o el extracto de granada en las células del cáncer de próstata, así como en el cáncer de mama, pulmón, colon y piel. En este último caso Se investigó la posible eficacia quimio preventiva del aceite de semilla de granada en ratones y el resultado del estudio arrojó que, en general, el aceite de semilla de granada posee un importante potencial como agente quimio preventivo, seguro y eficaz contra el cáncer de piel.
Aunque los beneficios potenciales para la salud de las granadas son muy importantes, es necesario regular su consumo, especialmente dado el alto contenido de azúcar de la fruta. Además, las personas que toman medicamentos deben consultar con su médico si pueden consumirlas, especialmente si toman inhibidores de la ECA, estatinas o anticoagulantes.
En cuanto a si es mejor comer las semillas o tomar un jugo, los especialistas señalan que con la semilla de granada entera se obtiene más fibra, lo que garantiza una mejor digestión y saciedad, además de un nivel de azúcar en sangre más estable. Quienes por razones de practicidad prefieran el jugo, igualmente, tendrán muchos beneficios, según las expertas, de esta manera se puede obtener una mayor concentración de antioxidantes y una gran cantidad de vitamina C y vitamina K.