
El FC Barcelona y el Chelsea se medirán en una de las dos semifinales de la presente edición de la UEFA Champions League femenina, pero todavía no saben en qué fechas se van a disputar los partidos debido a una controversia entre las partes y una incompatibilidad en el calendario.
De entrada, para contextualizar, la UEFA se guarda cada año de que las semifinales y la final de la Champions femenina se disputen en fin de semana, en concreto suelen ser un sábado, para fomentar la audiencia y la visibilidad en los partidos más importantes de la competición. El caso es que paralelamente también se aboga por que los clubs jueguen como local en su estadio de mayor capacidad, y ahí entra el conflicto. El primer equipo masculino del Barça tiene que medirse en casa al Celta el sábado 19 de abril, por lo que, por razones obvias ese día no podría jugarse en Montjuïc el Barça-Chelsea femenino. Tampoco podría ser el domingo 20 porque el Chelsea perdería así el derecho a entrenar el día antes en el estadio del partido, y es por ello que el Barça propuso a la UEFA que el encuentro de ida de semifinales ante las londinenses se disputase el jueves 17 de abril.
La respuesta inicia del organismo europeo fue negativa ya que ese mismo jueves colisiona con partidos de la Conference League masculina en materia de derechos de televisión, pero el Barça no abandona esa vía y trabaja a destajo para tratar de convencer a la UEFA de que la del 17 de abril es la mejor fecha para que se juegue ese partido. Otra alternativa pasaría por mover el partido del masculino contra el Celta del sábado 19.
Tampoco está claro qué día se va a celebrar el partido de vuelta en Londres porque el sábado 26 el Chelsea masculino juega en Stamford Bridge así que estaríamos en las mismas que con la ida en Barcelona.
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Durante el día de ayer se produjeron contactos al más alto nivel entre las partes implicadas y esperan poder resolver cuanto antes todo el entramado de manera que clubs y aficiones puedan organizar los viajes pertinentes para cada partido