Una de las diferencias entre la campaa de Donald Trump de 2016 y las posteriores, pero especialmente sta que acaba de terminar, es la desaparicin absoluta de la retrica obrerista del presidente electo. En 2016 deca que iba a acabar con el carried interest que permite a los multimillonarios de los fondos de private equity pagar solo un tipo del 20% por sus inversiones financieras, afirmaba que los gestores de hedge funds “es como si cometieran asesinatos y quedaran impunes” (el 23 de agosto de 2015) y, para justificar sus ataques a Barack Obama, multiplicaba por 10, del 4% al 40%, la tasa de desempleo de EEUU.
Esos planes redistributivos no eran ms que retrica electoral en un candidato que declaraba que “no podemos permitirnos” subir el salario mnimo interprofesional (SMI) a nivel federal, que lleva congelado desde el ao 2009. De hecho, Trump puso en su gabinete con esos mismos financieros a los que aborreca, incluyendo “el rey de los desahucios” (Steve Mnuchin, secretario del Tesoro) y “el rey de las suspensiones de pagos” (Wilbur Ross, secretario de Comercio).
En esta campaa de 2024 el programa de Trump ha sido ms evanescente. Sus objetivos son cinco: aislacionismo, lo que incluye el abandono de Ucrania; bajadas de impuestos a las rentas ms altas y a las empresas; toma de la Administracin Pblica por sus fieles; tarifas arancelarias; y deportacin de 11,5 millones de inmigrantes indocumentados.
Las tres primeras patas de esa trada tienen ms posibilidades de ser llevadas a cabo, la cuarta est en una situacin intermedia y la quinta presenta ms dificultades.
Trump puede llegar a un acuerdo con Rusia, que impondra a Ucrania, para que ese pas tuviera que ceder Crimea y todos los territorios que las fuerzas de Putin han ocupado en las guerras de 2015 y en la que comenz en 2022. Desde luego, con un Senado republicano parece casi imposible que EEUU vaya a aprobar ms ayuda militar a Kiev, con lo que Trump y Putin van a tener una excelente baza de presin sobre Ucrania. Pero bastara con que Putin y Trump lo firmaran para que se hiciera efectivo. Adems, Trump puede vetar sin problemas la entrada de Ucrania en la OTAN, y presionar lo suficiente a la UE como para que sta, haciendo gala de su tradicional habilidad para ceder, eternice las negociaciones de adhesin de Kiev.
Un acuerdo as no quedara ratificado por el Senado, porque los republicanos estn muy lejos de tener los 60 votos necesarios para ello en esa cmara de 100 escaos. Pero eso no es en s mismo un problema. Adems, hay una cuestin importante: a Trump no le gusta tener que negociar con el Congreso. Prefiere operar por medio de rdenes ejecutivas, que refuerzan su imagen de autoridad, aunque puedan ser anuladas por sus sucesores.
Las bajadas de impuestos pueden darse como un hecho. Los republicanos del Senado las aprobaran, aunque tal vez solo por un periodo limitado. Y aunque los demcratas lograsen el control de la Cmara de Representantes, su mayora sera tan minscula que Trump no tendra problemas en convencerles de que aprobaran, si no todos su planes fiscales, s la mayora de ellos.
Eso significara extender las bajadas del IRPF aprobadas en el primer mandato de Trump, en 2017, y que expiraban en 2025. Es un recorte fiscal que favorece a las rentas ms altas, que contribuir todava ms a aumentar el dficit pblico de EEUU, que este ao alcanz el 7% del PIB. En cuanto al Impuesto de Sociedades, el presidente electo quiere bajarlo al 15% desde el 21% actual, que es donde l mismo lo puso tras rebajarlo de un tipo mximo del 39% en 2017 al 15%. sa es la razn de la subida de la Bolsa de este mircoles, ya que el dinero que las empresas se ahorren con la Hacienda federal va a ir a dividendos y a operaciones de autocartera, o sea, de compra de acciones para subir el valor de stas. De paso, tambin aumentar el dficit.
Para controlar la Administracin Pblica, Trump solo necesita emitir una orden similar a la que lanz en octubre de 2020 – demasiado tarde, dado que perdi las elecciones del mes siguiente – con el llamado Schedule F, que creaba una nueva categora de funcionarios que pasaban de ser tcnicos a cargos polticos de confianza. Esa norma disparara el actual nmero de puestos polticos en el Estado federal de los 4.000 actuales a los 30.000 y supondra un paso decisivo en la politizacin de la Administracin siguiendo un modelo propio de Erdogan u Orban.
Lo de los aranceles es ms complicado. Para dispararlos, como Trump propone (un 20% con todo el planeta Tierra y un 70% con China y el 76% con Mxico), necesita el voto favorable del Congreso. Y sa es una subida tan brutal que no lo va a conseguir. Pero s puede emplear acusaciones de prcticas comerciales ilegales o la defensa de la seguridad nacional para subir las tarifas en determinadas reas, desde las aceitunas de mesa espaolas hasta los microprocesadores chinos, como ya hizo en su primer mandato.
Finalmente est la deportacin de los inmigrantes. De nuevo, parece imposible que el Congreso apruebe una dotacin presupuestaria extra, entre otras cosas porque devastara la economa estadounidense. Pero Trump s puede desviar fondos de otras partidas de Defensa, alegando que el pas est siendo invadido. En todo caso, no puede expulsar a 11,5 millones de indocumentados por la sencilla razn de que no habra nadie para trabajar en la construccin, fregar los suelos, recoger la fruta o cocinar en los restaurantes, incluyendo, segn muchas informaciones, los de su propio club de campo de Bedminster, cerca de Nueva York.