Justo antes de que el conflicto en Oriente Medio escalara con el ataque israelí a Líbano y la consecuente respuesta de Irán – el 1 de octubre de 2024–, los futuros del crudo Brent cotizaban a 71,7 dólares por barril y los del West Texas a 68,2.
Aunque en los primeros días de octubre las cotizaciones aumentaron a entre 77 y 80 dólares por barril, a 24 de octubre los precios se situaron en 71 y 75 dólares, respectivamente.
Por otra parte, los futuros del gas natural del índice TTF –de referencia en Europa– solo aumentaron de 39,3 a 42,1 euros por megavatio/hora (MWh), muy lejos del zénit de casi 240 en verano de 2022, unos meses después de que Rusia comenzase la guerra en Ucrania.
¿A qué se debe esta relativa calma en los mercados hidrocarburíferos pese al recrudecimiento del conflicto en una de las principales regiones productoras?
Factores geopolíticos
Pese al temor a un posible ataque israelí a infraestructuras o campos petrolíferos en territorio iraní –un país exportador de 1,7 millones de barriles diarios–, a mediados de octubre el Gobierno de Israel prometió a EE. UU., su principal aliado, no atacar centros nucleares ni petrolíferos en Irán, calmando así a los mercados y al Gobierno demócrata. Una escalada de precios del crudo se trasladaría al coste de los carburantes en EE. UU., perjudicando todavía más las posibilidades de elección del equipo de Kamala Harris.
Entre los blancos potenciales están la isla de Kharg (un centro exportador), la refinería de Abadan, la terminal de Mahshahr o el estrecho de Ormuz, por el que pasa diariamente un quinto del crudo y de gas natural licuado consumidos a nivel global.
Factores económicos
Por otra parte, el mercado petrolero mostraba debilidad desde 2024, con datos particularmente negativos en la Unión Europea y, sobre todo, en China, país que atraviesa un proceso de desaceleración económica, junto a la electrificación de su parque automovilístico.
Según la Agencia Internacional de la Energía, organismo que coordina las reservas petroleras de la OCDE, la demanda china solo crecerá en 150 000 barriles diarios en 2024, tras haber caído por cuatro meses consecutivos hasta agosto.
La OPEP+, el cártel de los países productores de petróleo, también ha recortado sus previsiones de crecimiento para la demanda de petróleo por tercer mes consecutivo, señalando el frenazo del gigante asiático y la permanencia de tipos de interés altos a nivel mundial.
Además, el rápido crecimiento de la producción en países no pertenecientes al cártel, como EE. UU., Canadá o Brasil, ha absorbido parte de la demanda mundial, restando cuota de mercado al primero en el último año.
Consecuentemente, ochos países de la OPEP+ –Arabia Saudí, Kuwait, Argelia, Omán, Kazajstán, Irak, Emiratos Árabes y Rusia– están restringiendo voluntariamente la extracción de crudo, pues la mayoría necesitan precios de al menos 80 dólares por barril para equilibrar sus saldos fiscales.
En caso de una disrupción de la oferta iraní, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes podrían reemplazarla, puesto que tienen capacidad ociosa de 5 millones de barriles diarios
Factor climático
En cuanto al mercado del gas natural, un activo normalmente más volátil que el crudo, se ha visto menos sacudido por los conflictos en Oriente Próximo. Esto se explica por la aún débil demanda europea de gas y por el llenado de los depósitos de seguridad al 95 % de su capacidad en los países de la UE antes de la llegada del frío.
Sin embargo, los meteorólogos predicen un invierno con temperaturas más bajas en 2024 (en comparación con los anteriores) por la llegada del fenómeno de La Niña.
Los precios comenzaron a subir ligeramente en Europa en los últimos días, pero más bien por el factor climático, no por el militar, que el mercado ya tenía interiorizado.
Además, mientras que las previsiones señalan que la demanda de petróleo solo se incrementará ligeramente en los próximos años, se espera que la de gas natural todavía tendrá una década de crecimiento continuado a nivel global, sobre todo en países emergentes. De ahí que los precios sigan siendo altos respecto a los niveles de los años 2010.