Foto: Fernando Ponzetto/Archivo El País.
El siglo XXI ya casi está cargando el 25% de su barra de longevidad y es tiempo de hacer balances. El Campeonato Uruguayo de Primera División lleva casi dos décadas con 16 participantes y ciertos patrones se repiten.
Desde el 2000 hasta hoy, en total fueron 37 los equipos que jugaron en el círculo ya no tan exclusivo de nuestro fútbol. Algunas de esas instituciones no compiten más (El Tanque Sisley), otras se desafiliaron de la Asociación Uruguaya de Fútbol (A.U.F) pero continuaron en su liga local (Bella Vista de Paysandú), varias se establecieron en la cumbre del fútbol nuestro y otras tantas luchan por volver a ser, como Huracán Buceo, Bella Vista o Central Español.
Los clubes de siempre y la asistencia perfecta de Nacional y Peñarol
En las 26 temporadas que se desarrollaron desde el 2000 solo dos equipos tuvieron asistencia perfecta: Nacional y Peñarol. Wanderers (que es el equipo que lleva más tiempo sin descender), River (el siguiente), Danubio y Defensor Sporting faltaron solamente a una, al tiempo que Cerro, Liverpool y el recientemente descendido Fénix estuvieron presentes en 23.
Todos ellos lograron obtener al menos un título en este lapso de tiempo: Campeonatos Uruguayos, Liguillas Pre-Libertadores, Copas o Supercopas, Torneos Preparación. Hay para todos los gustos.
En un esquema tipo de la “A” modelo siglo XXI, entonces, esos nueve equipos no deberían faltar. Lo cambiante, entonces, estuvieron en los otros siete cupos aunque se puede hacer una excepción con Racing, que estuvo más de la mitad de estas dos décadas y media en Primera; fueron 17 las temporadas de la escuelita en la máxima divisional del fútbol nuestro.
Los equipos que no pudieron afianzarse en la Primera División de Uruguay
Parecen un ascensor. Rentistas, en el período de tiempo estudiado, ascendió cuatro veces y descendió cinco. Nadie bajó más que el bicho colorado que, con su título de campeón del Apertura 2020, se transformó en el único club en ganar un campeonato en cinco divisionales diferentes de la Asociación.
Al igual que el equipo rojo, Rampla Juniors, Plaza Colonia y Juventud de Las Piedras pasaron 13 de las 26 temporadas en la “A”. Medio y medio. Todos ellos, además, cuentan con cuatro ascensos en este período y misma cantidad de descensos.
Pero Progreso se coloca la etiqueta del equipo con más promociones: pasó cinco veces de la Segunda División a la Primera y generalmente sus estancias son efímeras: estuvo apenas durante nueve años en la “A” en este siglo. Un caso similar es Miramar Misiones: subió cuatro veces, bajó otras tantas (como en 2024) y lo vimos entre los mejores en apenas nueve temporadas. Y hay que meter en esa canasta a Villa Española, con la misma cantidad de ascensos y descensos que el cebrita pero con apenas seis estaciones en Primera, dos de ellas inconclusas por no pagar sus deudas. Otro equipo en modo ascensor es Cerrito: ocho temporadas en Primera con cuatro subidas y cuatro bajadas.
Los casos del “único baile” en la categoría
Tras su descenso en 2001, Frontera Rivera tardó poco en salir de A.U.F y recién esta temporada volvió a competir en torneos de la Asociación. Pero hubo tres casos de instituciones que, así como llegaron a la A, volvieron a la B y todas se dieron en la última década.
De la mano de su histórico entrenador Vito Beato, en 2015 Villa Teresa debutó en la Primera División. Le costó adaptarse: en el Apertura sumó apenas cinco puntos de 45 posibles y, aunque levantó en la segunda mitad de la temporada, su descenso estaba casi decretado.
Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.
Aun así se dio un lujazo y, gracias a ese año, se convirtió en el único equipo en jugar en las seis divisionales que alguna vez tuvo la Asociación Uruguaya de Fútbol.
En 2022 el debutante fue Albion. El pionero tuvo cuatro equipos por debajo en la Anual pero el sistema de promedios lo castigó y se despidió rápido de la divisional. Al año siguiente debutó La Luz, que venía de ser finalista de la Copa AUF Uruguay.
Tuvo un gran Apertura pero decayó en el Intermedio y en el Clausura. El último lugar en la acumulada lo mandó a la B.
Los clubes históricos que atraviesan una mala racha
Bella Vista y Central Español son dos históricos equipos que andan en una pésima racha. El equipo del Prado, tras su desafiliación en 2013, no pudo volver a competir entre los mejores. Central Español también descendió por última vez en ese año y no logró regresar. Estos otroras campeones uruguayos (el papal lo fue en 1990 y los palermitanos en 1984) están en la Primera División Amateur aunque a Central, recientemente campeón del Torneo Clausura, todavía le queda una bala para poder volver al profesionalismo.
En este siglo el equipo del Mariscal Nasazzi estuvo 12 temporadas en la “A”, dos más que el equipo de Palermo. Cuando se intentó -verticalazo mediante- integrar de una vez y para siempre al fútbol capitalino con el del interior, Tacuarembó F.C acostumbró al público uruguayo a jugar y competir de muy buena manera en el fútbol de la Primera División, donde llegó a estar por 13 temporadas en este siglo.
En 2011, y tras más de una década establecido entre los más fuertes, el Tacua bajó y, salvo por un año esporádico, no volvió a estar en la “A”. Llegó a estar en el duro (y amateur) mundo de la C; se recuperó pero aún parece lejos de volver a ser.
El peculiar caso de Boston River, que ascendió en 2016 y desde entonces nunca descendió
Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.
Boston River se puede colgar una medalla de la que debe sentirse orgulloso: nunca descendió. Desde que llegó a Primera en 2016 se ha venido afianzando poco a poco, hasta que el año pasado alcanzó su cumbre: fue tercero en la Anual y será uno de los representantes de Uruguay en la Copa Libertadores.
El sastre, que está próximo a cumplir 86 años de existencia, tuvo un crecimiento vertiginoso desde 2006: en ese año ascendió por primera vez al fútbol profesional de la Segunda División. Una década más tarde ya estaba en la “A” y hoy se ha convertido en una de las fijas en la divisional y ya nadie lo considera un candidato a luchar por la permanencia.
Las situaciones particulares de otros clubes de Uruguay
El recientemente descendido Deportivo Maldonado ocupó por 10 temporadas un lugar en la “A” y ahora deberá luchar por volver. El Tanque Sisley -de momento desaparecido- no bajó nunca en la cancha: tras el memorable desempate ante Sud América que lo dejó en Primera, no se presentó en la temporada 2018 por deudas y nunca más pudo competir. No había bajado desde su regreso. Precisamente Sud América, que hace semanas descendió por primera vez al fútbol amateur, acompañó durante seis temporadas a los equipos más importantes del país.
Entre los que alguna vez jugaron en Primera en este siglo, aparece Rocha F.C, el campeón del Apertura 2005 con su recordada vaca llamada Mimosa, y el viejo Atenas de San Carlos. City Torque, que volvió, jugará por sexta vez en la “A”.
En un fútbol tan imprevisible como el uruguayo, ciertas instituciones han logrado mantener una estabilidad, aunque la enorme cantidad de clubes que han competido y dejado de hacerlo en menos de un cuarto de siglo es bastante llamativa.
El panorama que ofrece año a año la divisional más importante del deporte rey es más o menos el mismo, pero con excepciones que suelen dejar varias historias por recordar.
