El triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos preocupó a muchos migrantes por las medidas que el republicano prometió realizar, y eso se vio a través de los comentarios que realizaron los mismos luego de que se conozcan los resultados oficiales. Ese estado de alerta se trasladó a las autoridades estadounidenses, que esperan un escenario agitado en la frontera.
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Según informó NBC News, mediante canales de comunicación en WhatsApp, los migrantes comenzaron de demostrar su preocupación por el aumento en la seguridad fronteriza de EE. UU. que se aguarda cuando asuma Trump, por lo que desde la administración de Joe Biden esperan una “oleada” de extranjeros en la frontera durante las próximas semanas.
“Hasta el 10 de enero hay una posibilidad”, dijo uno de los usuarios, al expresar su apuro para intentar atravesar la frontera estadounidense, mientras que otro dijo: “Mi hermana sigue en México. No pude dormir pensando en ella”, con temor a que su familiar no pueda ingresar al país antes de que asuma el republicano.
La respuesta operativa de Biden ante la inminente oleada de migrantes en la frontera de Estados Unidos
Ante esta situación, en la gestión de Biden comenzaron a prepararse esperando por la llegada de muchos migrantes, y así fue cómo el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sostuvo una reunión virtual con sus principales asesores y los jefes de Aduanas y Protección Fronteriza y de Inmigración y Control de Aduanas (CBP, por sus siglas en inglés) para abordar el tema.
En la misma, según consignó NBC News, se hicieron preguntas sobre si el Departamento de Seguridad Nacional está preparado operativamente para lidiar con un posible aumento de la inmigración, o si hay suficiente espacio en los centros de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) para retener a los inmigrantes antes de deportarlos.
También se preguntaron si las agencias podrían seguir colocando a los inmigrantes que no califican para el asilo en una vía rápida hacia la deportación, o los números abrumarían al sistema y obligarían a los agentes a liberar a los migrantes en EE. UU.