Ravi Shankar, llamado también Sri Sri (título honorífico hinduista), es un líder espiritual y humanitario de renombre mundial, cuyo impacto ha logrado trascender fronteras y culturas. Sus enseñanzas están centradas en promover una sociedad libre de estrés a través de programas que promueven el bienestar.
Además de promover la paz interior, el gurudev (maestro) ha desempeñado un papel crucial en la resolución de conflictos, pues ha mediado en regiones afectadas por la violencia, como Cachemira, Irak y Siria. En Estados Unidos ha liderado iniciativas que abordan problemas sociales como la violencia juvenil; en India contribuyó a la resolución del histórico conflicto de Ayodhya.
En Colombia tuvo un papel importante durante el proceso de negociación con las Farc, promoviendo un diálogo basado en la no violencia, y en 2015 se reunió con la delegación de paz de las Farc en La Habana (Cuba). En esta entrevista con EL TIEMPO, Sri Sri Ravi Shankar habla sobre la meditación como herramienta para calmar la mente, transformar la salud física y emocional y enfrentar el estrés en la vida cotidiana; también destaca la positividad y compasión que hay en el mundo, aunque este parezca cada vez más oscuro.
Comienzo con una pregunta que considero profundamente relevante en la cultura occidental: ¿cuál es la diferencia entre espiritualidad y religión?
La espiritualidad tiene que ver con nuestras experiencias internas y los valores que cultivamos como individuos. Por otro lado, la religión suele estar asociada a las tradiciones y creencias que heredamos al nacer. Nacemos en una familia que nos enseña una fe particular, un libro sagrado que seguimos, rituales que practicamos, y la forma en que adoramos. Eso es lo que conocemos como religión.
La espiritualidad trasciende las diferencias religiosas. Es la experiencia universal de paz, amor, compasión, integridad y honestidad. Estos valores no pertenecen exclusivamente a una religión, sino que son inherentes a la humanidad.
¿Y la espiritualidad?
La espiritualidad trasciende las diferencias religiosas. Es la experiencia universal de paz, amor, compasión, integridad y honestidad. Estos valores no pertenecen exclusivamente a una religión, sino que son inherentes a la humanidad. Yo defino la espiritualidad como esa conexión profunda con estas cualidades internas que nos unen como seres humanos. Todos estamos hechos de dos componentes esenciales: materia y espíritu. Nuestro cuerpo físico está compuesto de elementos como carbohidratos, proteínas, minerales y aminoácidos. Pero ¿qué hay de nuestro espíritu? Nuestro espíritu está formado por energía, entusiasmo, alegría, amor, compasión e integridad. Estas emociones y estados internos, junto con la quietud, son la esencia de la espiritualidad. En este sentido, la espiritualidad actúa como un puente que une a personas de todas las religiones y credos. No impone reglas sobre cómo creer o rezar, sino que nos invita a explorar nuestra humanidad más profunda.
Sri Sri Ravi Shankar, líder espiritual y humanitario Foto:The Art of Living Foundation
¿Qué pasa con quienes se consideran ateos o agnósticos? Hay quienes dicen que no son ni espirituales ni religiosos, que no creen en nada. Entonces, ¿pueden estas personas meditar también?
Por supuesto que sí. La meditación no requiere creencias específicas. Es una práctica accesible a todos, independientemente de su perspectiva espiritual o religiosa. Podríamos compararla con un botón de ‘reinicio’ para la mente. Meditar es beneficioso tanto para la mente como para el cuerpo. Piénsalo: un ateo también duerme, busca descansar, desea ser feliz y mantener su energía. Un ateo también aspira a ser compasivo. Ningún ser humano diría: “No quiero sentir emociones humanas” o “No quiero ser positivo”. La positividad es una necesidad universal y la meditación nos ayuda a cultivarla, eleva nuestra energía, afina nuestro intelecto, potencia nuestra intuición y mejora tanto nuestra salud física como mental. ¿Quién no querría disfrutar de estos beneficios?
¿Y los que dicen que no tienen tiempo para meditar? Muchos usan frases como “nunca podría calmar mi mente” o “tengo demasiado que hacer, trabajo, cuido a mi familia, apenas puedo con todo”.
La verdad es que, por ocupado que estés, siempre haces tiempo para cepillarte los dientes, ¿no? Te preocupas por tu higiene dental porque sabes que es fundamental para tu salud. De la misma manera, la meditación es higiene mental. Así como no sales de casa sin ducharte, tampoco deberías ignorar el cuidado de tu mente.
La meditación mejora nuestra energía, claridad y enfoque. Incluso nuestra calidad de trabajo depende de ello. Cuando estamos agotados, nos volvemos menos productivos, más reactivos y menos eficaces en nuestras decisiones. La meditación proporciona el descanso profundo que necesitamos, incluso en menos tiempo que un sueño prolongado.
La meditación mejora nuestra energía, claridad y enfoque. Incluso nuestra calidad de trabajo depende de ello. Cuando estamos agotados, nos volvemos menos productivos, más reactivos y menos eficaces en nuestras decisiones. La meditación proporciona el descanso profundo que necesitamos
¿Cuánto tiempo necesitamos realmente para meditar? Algunos se preguntan si bastaría con cuatro minutos, especialmente cuando tienen una agenda apretada.
Sinceramente, creo que cuatro minutos no son suficientes para alcanzar un estado significativo de calma. Vivimos tan acelerados que se necesita al menos de 10 a 15 minutos para que nuestra mente y cuerpo logren relajarse verdaderamente. Veámoslo como una siesta: no obtienes un descanso reparador en cinco minutos. Del mismo modo, una meditación efectiva requiere tiempo para que la inquietud interna se disipe. Idealmente, dedicar 20 minutos a la meditación diaria puede transformar tu bienestar.
Sri Sri Ravi Shankar ha alcanzado a cerca de 500 millones de personas en 180 países con sus enseñanzas. Foto:The Art of Living Foundation
¿Es realmente posible vivir sin estrés, o es solo una utopía?
La respuesta depende de cada individuo y sus prioridades. Si llevas una vida tranquila, sin grandes ambiciones ni responsabilidades, dedicado a la jardinería o a escuchar música todo el día, probablemente vivas sin estrés. Pero esa no es la realidad de la mayoría. Todos enfrentamos múltiples responsabilidades, plazos y expectativas. El estrés surge cuando nuestras tareas superan nuestra energía o tiempo disponible. La clave no está en eliminar todas las tareas, sino en aprender a gestionar. La meditación nos ayuda a recargar nuestra energía y a enfrentarnos a los desafíos con mayor claridad y calma.
Hoy en día, cuando encendemos la televisión, leemos las noticias o navegamos en redes sociales, parece que el mundo está en su peor momento. ¿Es eso cierto?
No se puede negar que el mundo tiene un lado oscuro. Hemos presenciado guerras, violencia y conflictos que nos llenan de tristeza. Sin embargo, también hay luz. En los últimos años hemos visto un aumento en la conciencia ambiental, la compasión y el altruismo entre las nuevas generaciones. Más de 2.000 millones de personas practican la meditación y buscan formas de cuidar el planeta, a los animales y al prójimo. Aunque la negatividad tiende a captar nuestra atención, el lado positivo está creciendo, y eso es motivo de esperanza.
Si pudiera darles a las personas tres consejos para vivir mejor, ¿cuáles serían?
Por supuesto, meditar. Pero si quieres que dé tres consejos, el primero sería que veas la vida desde una perspectiva más amplia. Tómate un tiempo para valorar tu vida, mira cómo puedes observarla desde una perspectiva más grande; reflexiona y date cuenta de que has enfrentado muchos desafíos y los has superado todos, así que cualquier desafío futuro también lo enfrentarás con valentía, puedes superar los desafíos futuros.
El segundo es tener una mayor aceptación en la vida y mejorar la calidad de vida. Esto es muy importante, nuestra calidad de vida puede mejorar si estamos menos estresados y sentimos un mayor sentido de pertenencia con las personas a nuestro alrededor.
El tercero es saber que hay mucho amor en el planeta, hay mucha más positividad en el mundo. Claro, existen cosas negativas, pero fíjate en cómo puedes aumentar la positividad en ti y en los demás en la vida.
Tómate un tiempo para valorar tu vida, mira cómo puedes observarla desde una perspectiva más grande; reflexiona y date cuenta de que has enfrentado muchos desafíos y los has superado todos, así que cualquier desafío futuro también lo enfrentarás con valentía, puedes superar los desafíos futuros.
¿Cree usted que, en esencia, toda persona es buena?
Sí, absolutamente. Nadie nace siendo malo. Todos venimos al mundo llenos de entusiasmo y potencial puro. Son el entorno y las circunstancias los que moldean nuestro comportamiento. Detrás de cada culpable hay una víctima que necesita sanar. Cuando tratamos esa herida interna, el culpable desaparece. Por eso, el amor y la compasión tienen el poder de transformar.
Una vida dedicada a la espiritualidad
Sri Sri Ravi Shankar Foto:The Art of Living Foundation
Sri Sri Ravi Shankar es fundador de organizaciones como El Arte de Vivir -que tiene una sede en Colombia- y la Asociación Internacional de Valores Humanos, que han llegado a aproximadamente 500 millones de personas en 180 países.
Shankar nació 1956, en el sur de India, y según su biografía oficial, desde los 4 años ya mostraba una inclinación natural hacia la meditación.
En 1973 se graduó con títulos en literatura védica y en física, y combinó conocimientos ancestrales con enfoques modernos, creando herramientas prácticas con las que busca transformar vidas.
Además de promover el bienestar y la construcción de paz en el mundo, también tiene un gran compromiso con el medioambiente y sus organizaciones han liderado proyectos de reforestación, plantando más de 81 millones de árboles en 36 países. Así mismo, ha implementado iniciativas de educación gratuita para más de 100.000 niños desfavorecidos y programas de rehabilitación para 800.000 presos en todo el mundo.
ÚRSULA LEVY
Especial para EL TIEMPO
