El 2026 ya está un poco más cerca. Al menos para la Fórmula 1. La FIA ha presentado a través de sus redes sociales, y aprovechando el Consejo Mundial en Ruanda, una versión “más refinada” de lo que será el nuevo coche que los equipos del Mundial tengan que poner en pista. Un concepto totalmente nuevo, que entrará en funcionamiento dentro de dos años, cuando la F1 haga realidad el cambio de reglamento. Lo cierto es que esta nueva imagen no presenta grandes cambios a la que ya se presentó el pasado mes de junio, pero sí destacan visualmente los cambios en los alerones (tanto trasero como delantero). Además, también se aprecian modificaciones en los endplates, que son totalmente nuevos y diferentes a los que ya se habían presentado.
El nuevo diseño en sí parece ser un concepto más agresivo y toda una revolución aerodinámica que pone nervioso a los equipos. Aunque parece no estar lejos del concepto que manejan los monoplazas actuales, el alerón trasero es de lo más llamativo, con la ausencia de un DRS al que se le dirá adiós para dar la bienvenida a la aerodinámica activa, con puntos móviles en los alerones delanteros y traseros que podrán utilizarse en todas las rectas, en clasificación y carrera, aunque no se siga a otro coche. Con la intención de tener un uso permanente, se habilitará otro sistema para facilitar las luchas entre pilotos con un estilo ‘push to pass’, como el que se utiliza en la IndyCar o la Fórmula E. Sin embargo, en este caso se le denominará Manual Override.
Los nuevos monoplazas serán más ágiles y ligeros, pensando hasta treinta kilogramos menos y con cambios también sus unidades de potencia, tal y como ya se anunció el pasado mes de junio. Se reduce la potencia del motor de combustión de 550kw a 400kw y se aumenta la de las baterías, de 120 a 350kw, para equilibrar prácticamente el aporte de los motores térmico y eléctrico. Se elimina el MGU-H, solo funcionará el MGU-K que recupera energía en las frenadas. Se podrá recuperar hasta 8,5MJ de energía por vuelta en las frenadas, el doble que antes. Los combustibles serán sostenibles. No será hasta el 1 de enero de 2025 cuando los equipos puedan ponerse a trabajar en el nuevo concepto que pondrán en pista un año después.
