Domingo, 23 de marzo 2025, 13:18
Ocho menos cuarto de la mañana. El metro de Málaga, pese a ser domingo, está lleno. Dentro, en el vagón, no hay más de media decena de personas con mochilas, un vaquero y un chaquetón, de paisanos. Las zapatillas, las calzonas, las camisetas deportivas y los dorsales, algunos aún en la mano y otros ya colgados en la parte frontal de las camisetas, se apoderaron del paisaje general del tren y los andenes. La estética ‘runner’ y las caras de ilusión y nerviosismo se hicieron con la ciudad esta mañana de domingo con motivo de la TotalEnergies Media Maratón de Málaga. Algunos en solitario y otros en pareja o en grupo, aunque todos con un objetivo común.
Este año, eso sí, una importante novedad. El escenario de la salida y la meta cambió. Tras varias ediciones teniendo su epicentro, su cuartel general, en el Estadio Ciudad de Málaga, frente al Martín Carpena, la organización ha trasladado sus arcos triunfales a un sitio más emblemático aún de la ciudad: el Paseo del Parque, a la altura del Ayuntamiento, el mismo punto en que el maratón, que se celebra en diciembre, lleva ya años y años establecido. Se hizo también para aplanar, más si cabía, el trazado, para convertirse en la ‘Media’ con menor desnivel positivo acumulado de todo el viejo continente.
La prueba se consolida también en su franja primaveral, esa que recuperó el pasado año tras hacer un paréntesis en su historia y celebrarla en otoño, en octubre. El día, que amenazó tras el amanecer con algo de lluvia, respetó a los corredores y se fue despejando conforme el ‘crono’ comenzó a correr, aunque pasadas las once cayeron las primeras gotas de agua. El clima en la ciudad lleva unas semanas siendo un poco impredecible. El grueso de los corredores llegó entre la hora y media y las tres horas.
En la fiesta de la Media Maratón de Málaga cupieron todos, los atletas y quienes madrugaron también para darles ánimos y apoyarlos en este día tan especial, la recompensa a tanto trabajo previo, desde la barrera. A los días en los que no apetecía salir a entrenar y a la disciplina del deporte. El Paseo de la Parque se llenó de hileras, una en cada acerca, de animadores anónimos que fotografiaron, aplaudieron y apoyaron a cada uno de los miles de héroes que tomaron parte en la carrera, al principio y al final.
La decisión de correr aquí
La prueba, con 8.000 inscritos, agotó sus dorsales un año más. Lo hizo, además, en una fecha en la que simultáneamente se celebraron otras pruebas de 21 kilómetros en toda Europa, algunas de mucho renombre, como la de Milán. Fue la ‘Media’ de todos, de los malagueños y de los extranjeros. Con una tasa de foráneos inscritos del 40%, la meta volvió a ser una especie de Torre de Babel, algo habitual, cada vez más, en una ciudad tan cosmopolita como Málaga.
Se evidenció esta mañana de domingo la moda de las prendas ‘retro’ en las pieles de aquellos que se decidieron por la habitual práctica de correr con los símbolos que cada uno lleva por bandera, y también hubo sitio para los carteles graciosos, con el ánimo de insuflar fuerzas a los corredores desde la risa. Y como siempre, los clubes atléticos o de triatlón de la provincia, el Trops-Cueva de Nerja, el Atletismo Málaga, el de Vélez-Málaga o el de Álora se hicieron ver durante los 21 kilómetros. En el apartado de nombres propios y mitos, corrieron deportistas de renombre como Martín Fiz o Ruth Beitia y artistas del mundo de la música como Arcángel Flamenco.
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