Los organizadores están siendo muy prudentes pero ya tienen argumentos de peso para mantener la carrera el próximo 1 de diciembre
35.000 maratonianos populares están pendientes de una decisión que todo apunta que se va a decantar hacia la celebración de la Maratón de Valencia.
Quienes se hayan acercado a la zona de las Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia se habrán dado cuenta de que hay movimiento de operarios en la zona donde se establece cada año la meta de la Maratón de Valencia. Ese es un claro indicio de que la organización está a punto de confirmar que la prueba se realizará el próximo 1 de diciembre, pero hay otros aspectos preocupantes que se están solucionando más rápido de lo que se pensaba y que lleva a pensar que no se cancelará la carrera.
Uno de los aspectos más preocupantes era el de las comunicaciones. La organización estaba pendiente de la evolución de los trabajos para conseguir que las carreteras y las vías férreas estuvieran operativas completamente lo antes posible.
Renfe confirmó ayer del reinicio del funcionamiento tanto de las líneas de alta velocidad, larga distancia, como Euromed, y de Cercanías. Estos dos últimos interrumpieron ayer su actividad tras decretarse el nivel rojo por intensas lluvias. De hecho, la línea de alta velocidad entre València y Madrid realiza desde hoy los primeros trayectos interrumpidos desde hace dos semanas.
Otra infraestructura clave para que la carrera pudiese realizarse era la reapertura de la A-7, algo que ha sido una realidad poco más de dos semanas después de la DANA que arrasó gran parte de las infraestructuras de la provincia de Valencia. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto en servicio “en tiempo récord” el desvío provisional de la autovía, a la altura de Quart de Poblet, que permite recuperar la conexión con la A-3 y mejorar la movilidad metropolitana al reactivarse la funcionalidad del baipás de València. De este modo, se restituye así el tráfico en una de las autovías fundamentales de la Red de Carreteras del Estado y estratégicas para la movilidad viaria en el entorno de la ciudad de Valencia y los municipios colindantes, después de que las devastadoras lluvias del pasado 29 de octubre provocaran el colapso del puente sobre el Barranco del Gallego del Poyo, recalca la administración central en un comunicado.
El Ayuntamiento de Valencia está en permanente contacto con los organizadores de la Maratón de Valencia y le ha confirmado que habrá policía local suficiente para poder tener controlar la carrera, así como otros empleados del consistorio que son necesarios para que se desarrollara la prueba.
Otro problema grave que podía poner en duda la celebración de la carrera era el de contar con voluntarios suficientes, pero la respuesta de los valencianos ha sido espectacular y hay personas suficientes para ayudar a que la carrera sea un éxito.
Ante esta serie de problemas que parecen resueltos los organizadores están cada vez más cerca de convencerse del anuncio de una noticia que esperan ansiosos cerca de 35.000 corredores.
Si se termina celebrando la carrera, como todo apunta actualmente, se plantearán iniciativas para convertir la carrera en un gran homenaje a las víctimas de la tragedia y se intentarán activar propuestas que sirvan para recaudar el mayor número de fondos posibles para ayudar a las zonas afectadas.