La influencia cultural de los medios y la religión en el racismo hacia los haitianos

Parece que el auge de las ideas nacionalistas del romanticismo no se quedó solo en el siglo XIX, sino que esta vez resurgen contra enemigos imaginarios. En contextos diferentes, una vez más, aquellas ideas de lucha y libertad pretenden asomarse disfrazadas de honor y valentía. Tal es nuestro caso, que en un resurgimiento ya no solo de esas ideas nacionalistas, sino también fascistas, nos hemos hecho de la vista gorda para no darle importancia a lo que se avecina.

En este artículo, pretendo mostrarte en qué camino nos dirigimos y cuáles sectores son los responsables de que, cada día que pasa, empecemos a justificar nuestras opiniones racistas detrás de supuestos valores patrios y virtudes religiosas.

Con esto no pretendo decir que está mal tener un sentido de pertenencia y valores patrios o el creer en Jesucristo; no, no me malinterpreten, solo vine a plantear lo que pasa cuando quienes se hacen llamar a sí mismos patriotas no son más que un grupo de gente que justifica el odio y el racismo. Quienes hablan en el nombre de Dios tampoco se quedan atrás y es un deber ciudadano el señalarlos y llamarlos a la atención de la conciencia.

Los supuestos defensores de la patria

En el siglo XXI, la palabra fascismo ya no incomoda ni molesta a nadie; hoy en día es una palabra tomada a la ligera y con un significado muy líquido. La izquierda tachó de fascismo todo aquello que iba en su contra o que emitía alguna opinión que se dirigía en vía contraria a la izquierda. Tacharon de fascistas a comediantes, líderes religiosos, comunicadores, deportistas; por emitir opiniones controversiales, haciendo del fascismo algo banal. ¿Y qué ha pasado? Que cuando el verdadero fascismo tocó la puerta, nadie hizo caso a las acusaciones y señalamientos que se hacían hacia grupos de carácter paramilitar y que abiertamente decían ser fascistas con una causa justa. Tal es el caso de la Antigua Orden Dominicana, organización que nació como un grupo que buscaba promover los valores patrios y defender la soberanía nacional.

Ustedes dirán que no hay que preocuparse, ya que eso nunca va a pasar y es solo un pensamiento pendejo, pero desde que dejamos a esta gente juntarse a intereses políticos utilizando el nombre de la democracia cuando ellos ni siquiera creen en ella, nos hemos pegado un tiro en el pie, pues si en algún momento consiguen el poder que quieren, se acabó la pequeña disidencia que existe.

Esto me recuerda a esa historia popular del Pastorcito mentiroso, que decía: “Ahí viene el lobo”, y cada vez que gritaba, los campesinos iban en su auxilio, hasta que un día el lobo sí apareció y nadie creyó en aquellos gritos de pavor desconcertado. Este es nuestro lobo, la AOD, y nosotros lo hemos alimentado y lo hemos criado mientras aún no mordía, y hoy que muerde y golpea, nos hacemos de la vista gorda.

Ustedes pueden ser los jueces y los testigos de las cosas que en estos tiempos acontecen, pues la AOD convoca a manifestaciones con la intención de amedrentar y luchar en contra de manifestaciones pacíficas a favor de los derechos humanos. Cuando una organización no gubernamental quiere hacerse escuchar sobre el maltrato que reciben los haitianos, se convoca a protestas pacíficas. ¿Y qué hacen los de la AOD? Ellos se presentan e irrumpen en dicha manifestación. Hacen alarde de cómo la violencia que ejercieron terminó con la marcha pacífica de la ONG y lo publican por redes sociales para demostrar que son los verdaderos patriotas, quienes en realidad luchan y defienden la patria.

Esa misma técnica utilizaron cuando un grupo de manifestantes contra el genocidio en Gaza se reunió en la Zona Colonial para protestar pacíficamente en contra de la guerra. Los de la AOD convocaron a una contra-protesta en apoyo a Israel y no dudaron ni por un segundo en hacer uso de la fuerza y la violencia, quedando impunes.

Solo hay que ver alguno de los planes que tienen sus líderes para darse cuenta del tipo de lobo que estamos acariciando. Ángelo Vázquez, fundador de la AOD, dijo a través de sus redes sociales que pretende tener el respaldo del ejército para poder patrullar con un grupo de voluntarios de su organización cerca de la frontera, y es preocupante el caso, pues empezó a hacer gestiones con candidatos políticos para ver si en algún futuro no muy lejano consiguen un permiso. Algunos partidos de extrema derecha alzaron a este tipo como un símbolo de lucha y honor para poder ganarse el favor de los más nacionalistas en esta isla; ellos necesitaban de alguien a quien pudieran mostrar, y ese tipo es Ángelo Vázquez.

Influencias de los medios de comunicación en la percepción de la migración haitiana

Los noticieros tradicionales han sabido adaptarse a la par de la tecnología; la televisión es el medio secundario para informarse de una manera inmediata. En una sociedad como la nuestra, en donde las redes sociales son la principal fuente de información del ciudadano de a pie, los noticieros desarrollaron formas de llamar la atención que, más que informar, lo que hacen es crear una imagen de conflicto entre dominicanos y haitianos.

La información y detalles de los hechos parecen no importar para estos medios tradicionales, por eso se dan el lujo de escoger el título e imagen que les sirva para su cometido: incitar al odio y crear una lucha entre países que no existe. Más que informar, encienden un sentimiento de repudio disfrazado de valores patrióticos y cristianos. Todo dominicano puede encontrar una justificación para creer que está bajo una amenaza y utilizará los medios de comunicación para sostener que actúa de la manera correcta, y que, aunque su opinión sea negativa, está justificada, ya que los medios de comunicación validan su opinión. ¿De qué manera puedo hacerle entender a un dominicano que los haitianos no son nuestros enemigos cuando en los medios de comunicación se habla de una futura invasión?

Para poder llamar la atención, periódicos nacionales como El Diario Libre y El Nuevo Diario recurren al clickbait, es decir, utilizan títulos sensacionalistas para llamar la atención. Por lo general, puedes ver estos artículos periodísticos acompañados de la imagen de un nacional haitiano vociferando o haciendo ademanes que se podrían interpretar como violentos. Aun cuando la imagen está sacada de contexto, los medios ven en ello una oportunidad de atraer visitas y crecer con la interacción de los usuarios.

A algunos grupos de ultranacionalistas no les parece suficiente con la desinformación que abunda en redes sociales y los títulos muy poco honestos con respecto a la migración haitiana. Grupos como la Antigua Orden Dominicana (AOD) se hacen eco de estas noticias y las muestran en sus plataformas de redes sociales. Manipulan la información y la utilizan como un trampolín para poder llegar a más gente y venderse como un grupo necesario para defender la sociedad dominicana.

Lo lejos que han llegado los ultranacionalistas de la AOD no ha sido a base de promover valores patrios, sino que han utilizado espacios como el programa Esto no es radio, en donde se les ha dado la oportunidad de pronunciarse en contra de todo lo que ellos consideran malo, es decir, los haitianos. Encontraron en los medios de comunicación dominicanos un lugar en donde fueron acogidos y respaldados por los comunicadores. Luego de ese programa, la AOD aumentó su alcance, adquiriendo miles de seguidores en sus redes sociales como Instagram y X. 

Las implicaciones religiosas de la justificación del racismo

Una observación que debo hacer se la debo hacer a quienes se hacen llamar hijos de Dios y que profesan la religión cristiana. Esta vez no voy a centrarme en la Iglesia Católica, pues el Papa ha expuesto cuál es su opinión y cuál debería ser la opinión de cualquier católico sobre los refugiados y sobre cómo un buen cristiano debe comportarse con los más necesitados. Aunque en el país alguno que otro líder religioso católico se ha pronunciado en contra de la inmigración masiva e ilegal, quienes han llevado esto a un punto extremo han sido los protestantes.

En las iglesias protestantes está pasando lo que pocos imaginan, mejor dicho, lo que pocos han querido ver: esa es la justificación del odio hacia los haitianos. Dicen por ahí que la religión divide, y es un problema porque en ella se justifica hasta la más mínima diferencia para hacer el mal, pero yo no estoy del todo de acuerdo con esta idea, al menos en donde expresa que la religión divide. La religión, en mi opinión, más que dividir, une, y eso es lo que me preocupa en estos momentos: que los protestantes de las iglesias evangélicas se están poniendo de acuerdo en una cosa que hasta hace poco no parecía esencial, y eso es que existe una guerra espiritual entre la República Dominicana y Haití.

Se dice en algunos círculos evangélicos que los dominicanos fuimos elegidos, así como fueron elegidos los judíos como el pueblo de Dios para llevar luz al mundo. ¿Acaso tengo yo que recordarles lo que está pasando en Gaza y las ambiciones expansionistas de Israel que tienen su base en esta idea del pueblo elegido?

Los líderes religiosos evangélicos nos dicen que esta es una guerra espiritual y que debemos mantenernos pendientes en caso de algún conflicto con el vecino país. Algunos, como el pastor Ezequiel Molina Rosario, van un poco más lejos. En eventos multitudinarios, tal como La Batalla de la Fe, decía, y cito: “Nos quieren quitar la nacionalidad, nuestra religión y nuestra cultura”. Según él, este país se ve amenazado por la inmigración haitiana y todo es un plan del diablo para dar paso a la venida del anticristo. Cada vez que aparece en un medio de comunicación, no tiene reparos en hablar sobre el tema y se justifica diciendo que la Biblia está de su lado.

Él y otros líderes religiosos han dicho que todas las cosas malas que les pasan a los haitianos son simplemente un resultado de que ellos no son hijos de Dios, ya que le sirven al diablo. Más de un dominicano ha encontrado en esto la justificación perfecta para no ver al haitiano como un ser humano más, sino verlo como alguien a quien Dios ha abandonado, ocasionando el rechazo de quienes dicen ser hijos de Dios. 

Una brevísima conclusión

A modo de resumen se han nombrado tres fuerzas que hacen ver el problema migratorio con ojos de maldad y estos son los grupos extremistas, los medios de comunicación y los grupos religiosos. Se podría nombrar más, pero estos han sido los escogidos porque son los que están bajo nuestras narices, pero se nos hace imposible verlos e identificarlos.

Estas tres fuerzas aprovecharán cualquier excusa para hacer un discurso más sólido en contra de nuestros vecinos. Nuestro trabajo es luchar contra las injusticias de un mundo sin amor, si quienes se hacen llamar los hijos de Dios no traen la luz al mundo pues la llevaremos nosotros en una mano como símbolo de verdad y justicia porque todos somos iguales ante las leyes del hombre y ante los ojos de Dios.