Bloomberg — La industria mundial del bienestar tenía un valor de US$6,32 billones para 2023, de acuerdo con un nuevo informe del Global Wellness Institute, un grupo líder del sector. Esa cifra es un 25% superior a la de 2019, lo que la convierte en más grande que las industrias deportiva y farmacéutica.
“Este crecimiento fue incluso más fuerte de lo que pronosticamos”, señala Katherine Johnson, una de las autoras del Global Wellness Economy Monitor.
Agregó que esta industria se vio estimulada por el enfoque en la salud y el bienestar como consecuencia de la pandemia.
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La investigación de la organización sin fines de lucro argumenta que tendencias como el envejecimiento de la población, las enfermedades crónicas y una mayor atención a la salud mental están contribuyendo a fomentar el crecimiento.
Esta sorprendente cantidad se debe en una parte a la amplia interpretación que hace el GWI del concepto de bienestar. A sus efectos, el bienestar es «la búsqueda activa de actividades, opciones y estilos de vida que propicien un estado de salud integral». Este informe hace un seguimiento del gasto en 11 sectores, como el turismo, el sector inmobiliario y la salud pública.
Por comparación, McKinsey & Co., que se apoya en las cifras de gasto de los consumidores en 6 categorías, por ejemplo, dormir mejor y una mejor nutrición, calculó el tamaño de la economía global del bienestar en unos más modestos US$1,8 billones en enero de 2024.
El sector más grande de los 11 es el de belleza y cuidado personal, que el informe valora en US$1,21 billones. Según las métricas del informe, esta categoría incluye empresas como peluquerías y salones de manicura y compras de jabones de baño por parte de los consumidores.
Los autores dicen que la gente puede discutir si estos productos cuentan como bienestar, pero que los productos del segmento de cuidado personal y belleza han sido publicitados como “autocuidado”.
“Estamos midiendo el dinero que se gasta en servicios y productos”, afirma Ophelia Yeung, otra de las autoras del informe, en declaraciones a Bloomberg antes de la publicación del informe. “Muchas personas consideran los productos que utilizan y las actividades que realizan como una forma de autocuidado y bienestar. Y cada vez más, muchas empresas comercializan esos productos como tales”.
Añade que los autores consideran el bienestar estrictamente como una transacción económica en la investigación.
Las siguientes dos categorías más grandes son alimentación saludable, nutrición y pérdida de peso, que totalizan US$1,09 billones, y actividad física, que asciende a US$1,06 billones.
El informe dice que la región con el mayor gasto per cápita fue América del Norte, con US$5.768 gastados por año, frente a US$1.794 en la segunda región más grande, Europa.
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La categoría de mayor crecimiento fue la de los bienes raíces relacionados con el bienestar (edificios residenciales y comerciales que contribuyen a la salud de las personas que habitan en ellos), con un total de US$438.200 millones y una tasa de crecimiento promedio del 18,1 %. Puede incluir desde oficinas con sistemas de filtración de aire inteligentes hasta amplios gimnasios con comodidades como saunas o sistemas inteligentes de control de temperatura.
“Las empresas, los inversores, los consumidores y las personas que construyen oficinas, entre otros, están empezando a reconocer que, si queremos influir en el bienestar de las personas, tenemos que influir en los entornos en los que viven”, afirma Yeung. “Existen pruebas muy sólidas de que los entornos físicos y sociales en los que vivimos son fundamentales para nuestra salud”.
Empresas como The Well se están centrando cada vez más en el mercado inmobiliario del bienestar. La marca, que comenzó como un club de miembros en la ciudad de Nueva York, tiene previsto abrir sus primeras residencias en Miami el año que viene, con precios que empiezan en US$1,3 millones. Se están desarrollando más residencias en el sur de Florida.
También hay nuevos emprendimientos como Estate, liderado por Sam Nazarian y Tony Robbins, que planea construir 15 hoteles y residencias y 10 centros de longevidad para 2030; el primero de ellos está previsto que se inaugure en Los Ángeles el año que viene. La empresa está capitalizando los crecientes deseos de los consumidores por la longevidad y el bienestar médico.
“Creo que a veces mucha gente se muestra reticente ante el bienestar”, dijo a Bloomberg a principios de este año Rebecca Parekh, CEO y cofundadora de Well. “Pero es una necesidad muy real”.
Las empresas hoteleras se están volviendo cada vez más competitivas con sus ofertas a medida que la tendencia del turismo de bienestar, valorada en US$830.000 millones según el informe, crece en popularidad entre los consumidores que se muestran más dispuestos a desembolsar dinero por estas experiencias.
Siro, una nueva marca hotelera propiedad de la empresa de lujo Kerzner, abrió su primer hotel enfocado en el bienestar en Dubai a principios de este año. Todo, desde los equipos de entrenamiento y los refrigerios en las suites hasta el gimnasio de 93 metros cuadrados, está dedicado a la salud y el bienestar. Está previsto que otro Siro abra en Montenegro el año que viene.
Cuando el hotel Emory abrió sus puertas en Londres a principios de este año, dedicó cuatro pisos y 21.500 pies cuadrados de espacio al club de bienestar Surrenne, con una membresía que costaba más de £10.000 (US$13.000) al año.
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Otras categorías del GWI en el informe incluyen salud pública, prevención y medicina personalizada, una categoría de US$$781.000 millones, junto con medicina tradicional y complementaria, un segmento de US$553.000 millones. También está el mercado de bienestar mental de US$$233.000 millones.
Las categorías más pequeñas son spas con US$$137.000 millones, fuentes termales y minerales como los onsens de Japón con US$63.000 millones y bienestar en el lugar de trabajo (piense en programas destinados a mejorar la salud y el bienestar de los empleados, como clases de gimnasia y educativas) con US$51.800 millones.
El informe señala que las cifras no suman ya que hay superposición entre categorías, pero no especifica la diferencia exacta.
“Una vez que el bienestar comienza a permear sus valores personales o de consumo, comienza a moldear sus decisiones de compra y se convierte en una parte cada vez mayor de su gasto de bolsillo”, afirma Johnson del GWI.
El informe predice que, a medida que los sectores continúen recuperándose de la pandemia, la economía del bienestar podría alcanzar casi los US$6,8 billones para fines de 2024.
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