La industria petrolera en los Estados Unidos necesita automóviles a gasolina para sobrevivir. Y por eso se han quejado. Acaban de presentar una demanda en toda regla contra la Agencia de Protección Ambiental por intentar eliminar los coches de combustión. ¿Y si eso ocurriera también en Europa?
La poderosa organización de petróleo de EE.UU, el Instituto Americano del Petróleo (API), que incluye a Exxon Mobil y Chevron, acaba de presentar una demanda federal con el fin de bloquear los esfuerzos de la administración Biden para reducir las emisiones de automóviles y comerciales ligeros que calientan el planeta y fomentar la fabricación de vehículos eléctricos, según informan desde Reuters.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) emitió el pasado mes de marzo nuevas normas sobre emisiones de escape que obligarán a los fabricantes de automóviles a producir y vender más vehículos eléctricos para cumplir con los nuevos estándares medioambientales. Según la norma, los planes de la administración son que hasta el 56% de todas las ventas de automóviles sean eléctricos entre 2030 y 2032.
El Instituto Americano del Petróleo (API) dice que la EPA se ha excedido con una regulación que eliminará la mayoría de los coches nuevos a gasolina y los híbridos tradicionales del mercado estadounidense en menos de una década.
“Estamos tomando medidas para proteger a los consumidores estadounidenses, a los fabricantes de los Estados Unidos y a la seguridad energética de nuestra nación, lograda con tanto esfuerzo, de este mandato gubernamental intrusivo“, ha dicho el vicepresidente senior y asesor general de API, Ryan Meyers.
Coche propulsados por etanol
La Asociación Nacional de Productores de Maíz y la Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas se unirán a API como co-peticionarios, junto con seis concesionarios de automóviles que representan 16 marcas y operan colectivamente docenas de concesionarios en todo el país. Los dos grupos agrícolas dependen de automóviles propulsados por gasolina para apoyar la industria del maíz y el etanol.
“Al aprobar cortapisas para tubos de escape centrados solo en vehículos eléctricos, la EPA ha ignorado los beneficios comprobados que tiene el bioetanol en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la lucha contra el cambio climático”, dijo el agricultor de Minnesota y presidente de la Asociación Nacional de Productores de Maíz, Harold Wolle. En abril, los fiscales generales republicanos de 25 estados demandaron también a la EPA para bloquear las mismas reglas.
Biden vs Trump, eléctricos vs combustión
Las regulaciones contra los coches de combustión se encuentran entre las normas ambientales más importantes implementadas bajo el mandato de Joe Biden, quien ha hecho de la lucha contra el cambio climático un pilar clave de su presidencia. También ha complicado su relación con un aliado clave, el United Auto Workers (sindicato que representa a los trabajadores de los sectores del automóvil, aeroespacial y de producción de maquinaria agrícola en Estados Unidos y Canadá), que ha tardado en adoptar la transición a los vehículos eléctricos.
Tanto para Biden como para su rival republicano, Donald Trump, el camino hacia la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de noviembre pasa por los estados industriales de Michigan, Wisconsin y Pensilvania, donde los trabajadores temen que la transición a los vehículos eléctricos amenace los empleos. Trump ha criticado repetidamente a los vehículos eléctricos y ha prometido hacer retroceder los nuevos estándares para los tubos de escape.
