En medio de la oleada de cariño hacia Daniel Ricciardo tras anunciarse su salida de la Fórmula 1, también hubo un poco de malestar por parte de algunos sobre cómo se desarrolló su último fin de semana.
Aunque el australiano tuvo la oportunidad de conseguir la vuelta rápida como regalo de despedida y fue recibido por todo lo alto en su regreso al motorhome de RB después de la carrera, son muchos los que creen que no tuvo la despedida que se merecía.
Hasta cierto punto, si el paddock y el resto del mundo hubieran sabido que iba a ser la última carrera de Ricciardo con RB, entonces podrían haberse hecho más cosas para conmemorar la ocasión.
El hecho de que Ricciardo no recibiera ese trato es algo por lo que se ha culpado a Red Bull y RB, en medio de una creencia errónea de que habían ocultado al australiano sus intenciones. Sin embargo, para que esa teoría se sostuviera, habría sido necesario que Ricciardo no supiera absolutamente nada relacionado con los planes de ascender a Liam Lawson con efecto inmediato.
Pero, según la gente de dentro, la realidad de cómo fueron las cosas entre Red Bull/RB y Ricciardo entre bastidores fue muy diferente a cómo se trató en público.
Y como sucede con la mayoría de las cosas en el complicado mundo de la Fórmula 1, hubo una multitud de factores que dieron lugar a un fin de semana en el que, tanto para el equipo como para el piloto, la despedida quizás no fue como cada uno hubiera deseado.
La clave Lawson y su contrato con Red Bull F1
La fuerza motriz detrás de por qué en Singapur pasó lo que pasó se debe a una cláusula en el contrato de Liam Lawson con Red Bull en relación con su futuro en la F1. Múltiples fuentes han indicado que había un plazo hasta septiembre para que Red Bull le diese a Lawson a un asiento en la F1 de cara 2025, o de lo contrario sería libre de unirse a cualquier otra escudería.
El rendimiento del neozelandés como sustituto de Ricciardo durante cinco carreras el año pasado había impresionado a todos en el paddock, y se sabe que Sauber/Audi habían estado hablando con él a principios de temporada.
Sin embargo, con Red Bull dudando del rendimiento de Sergio Pérez, y conscientes de que el compromiso de Max Verstappen con el equipo no puede garantizarse a largo plazo, había una gran reticencia a dejar marchar a Lawson, ya que potencialmente podría ser alguien que Red Bull necesite en su equipo en algún momento dado.
Red Bull y RB estaban convencidos de que Lawson era su hombre para el futuro, y la fecha límite de septiembre obligaba a tomar una decisión después de Singapur, por lo que la verdadera pregunta realmente era a qué equipo iría y a quién sustituiría.
Rápidamente se llegó a la conclusión de que, aunque Pérez sigue sin estar al nivel que se esperaba, probablemente era demasiado poner a Lawson directamente como compañero de Max Verstappen.
Eso le habría llevado a un entorno de máxima presión que habría conllevado a su vez un claro riesgo que podría acabar con su carrera deportiva en la Fórmula 1 mucho antes de lo deseado para todas las partes.
Por esa razón, la atención se centró en el futuro de Ricciardo en RB, con la sensación de que no había alcanzado el rendimiento que se esperaban cuando se firmó su regreso a la F1 a mediados de 2023. Sobre todo, no había encontrado un nivel de consistencia aceptable.
Daniel Ricciardo, RB F1 Team
Foto de: Red Bull Content Pool
También es importante recordar que Ricciardo había sido traído de vuelta a la F1 no por lo que podía hacer con RB, sino para poder evaluarle de cara a un posible regreso a Red Bull si Pérez no cumplía y, aunque el mexicano no ha convencido, los altibajos de Ricciardo tampoco daban al equipo austriaco la garantía de que rápidamente haría un mejor trabajo que Checo.
Así que una vez que Ricciardo dejó de ser un candidato para Red Bull, no tenía sentido mantenerle en RB, ya que es una escudería cuya función es preparar pilotos para dar el salto al equipo superior.
Desde el punto de vista de Helmut Marko, si no iba a formar parte de sus alineaciones en 2025, entonces no tenía mucho sentido seguir con él hasta el final de la temporada, sobre todo porque la escudería necesitaba respuestas rápidas sobre Lawson en caso de que la situación de Pérez no mejore.
Aunque Christian Horner, director de equipo de Red Bull, hizo todo lo que pudo para retrasar lo inevitable, y dio a Ricciardo todas las oportunidades posibles para intentar demostrar su valía, al final incluso él tuvo que aceptar que era mejor que Lawson se subiese al coche a partir del GP de Estados Unidos 2024.
Esa decisión se tomó hace varias semanas, y se entiende que Ricciardo fue informado durante el fin de semana del GP de Azerbaiyán, para que pudiese procesar todo antes del GP de Singapur.
Sin embargo, la noticia se mantuvo fuera del dominio público, ya que Red Bull no quería crear rumores o noticias sobre la sustitución de Ricciardo y, en su lugar, quería dejar las cosas en manos del australiano.
También hubo otros factores en juego, como Marko explicó recientemente sobre por qué las cosas no fueron anunciadas por el equipo antes del fin de semana – a pesar de que, en sus propias palabras, Ricciardo había sido “informado”.
“[Está] relacionado con una variedad de factores y obligaciones”, dijo Marko. “También hay que prestar atención a los patrocinadores. Ha dicho que está en paz consigo mismo, y que ha llegado a un acuerdo con la situación”.
La última oportunidad de Ricciardo en F1
Sin embargo, lo que no está claro es si Ricciardo sabía antes de Singapur que estaba fuera, o que era probable que lo estuviera. Incluso cuando habló con los medios de comunicación el jueves en Singapur, sólo dio respuestas ambiguas sobre su futuro, lo que sugiere que las cosas no estaban tampoco en claras como se dice desde Red Bull.
Cuando se le preguntó si, por contrato, Singapur podría ser su última carrera, dijo: “No lo creo. Pero tampoco quiero poner la mano en el fuego, ya sabemos cómo funciona esto. La gente ya ha visto cosas así antes, así que en cierto modo no es nada nuevo. Así que no quiero decir ‘Oh, 100% voy a apostar toda mi casa a que seguiré aquí’, llevo demasiado tiempo por aquí como para saber cómo van las cosas”.
Sin embargo, fuentes internas han revelado que hubo una discusión con Ricciardo antes del fin de semana de Singapur para hacer algún tipo de anuncio oficial al respecto. Pero por razones que realmente no están del todo claras, las cosas no avanzaron en ese sentido.
Podría ser que Ricciardo no quisiera mucho alboroto a su alrededor durante el fin de semana, podría ser que no quisiera distracciones en su último fin de semana, o podría ser que hubiera temas contractuales que todavía necesitaban resolverse. O puede que incluso se aferrara a la esperanza de que un resultado brillante podría haber forzado a Red Bull a darle una oportunidad más.
Porque incluso si sólo había un 0,01% de posibilidades, entonces era algo por lo que valía la pena luchar. Ricciardo ha demostrado a lo largo de su carrera que no es alguien que se rinda ante la adversidad, así que ¿por qué sacar la bandera blanca ahora?
Como él mismo señaló el jueves: “Lo que es una locura de este deporte es, que si por lo que sea ahora yo consigo un podio este fin de semana, entonces soy probablemente el mejor de la parrilla. Ese es el tipo de carrusel al que nos enfrentamos. Y sé que todo puede cambiar muy rápidamente”.
“Así que soy consciente de que las cosas se están calentando, por así decirlo, pero tengo que intentar tranquilizarme este fin de semana. Y sí, patear algunos culos”, añadió el australiano.
Daniel Ricciardo, Visa Cash App RB F1 Team, llega al circuito
Foto de: Simon Galloway / Motorsport Images
Este último escenario parecía cada vez más posible el viernes por la tarde, cuando Yuki Tsunoda terminó con el cuarto mejor tiempo en la segunda sesión de entrenamientos, y Ricciardo sólo dos puestos más atrás, ya que el RB parecía estar bien adaptado al circuito de Marina Bay.
Incluso el propio Marko sugirió que no se habían perdido todas las esperanzas para Ricciardo. En declaraciones a Sky Alemania en Singapur, dijo: “Él [Ricciardo] dijo que si termina en el podio, la situación será completamente diferente. Estoy totalmente de acuerdo con él”.
Esta última teoría también explicaría por qué el comportamiento de Ricciardo pareció cambiar tanto el sábado por la noche, cuando su eliminación en la Q1 dejó su destino prácticamente sellado.
La eterna sonrisa de Ricciardo seguía ahí, pero se notaba que había momentos en los que tenía que forzarla. También hubo momentos en los que tuvo que morderse la lengua.
Cuando se le preguntó si el resultado de la clasificación le había dolido más porque parecía que después del viernes había una oportunidad de redención, con las palabras de Marko a los medios de que un podio podría haberlo cambiado todo, Ricciardo dijo: “No puedes ir de una carrera a otra, como… eso no está bien”, dijo. “Yo pensaba que hoy iba a ir bien. Pero, sí, no, eso… sí. No diré nada más”.
El momento de decir adiós para Ricciardo
Cuando llegó el domingo por la noche, y la estrategia de Ricciardo había fallado, con el australiano atascado en la parte trasera, estaba claro dentro de su propia cabeza que esto era todo. Eso explica por qué estaba tan dispuesto a ir a por la vuelta rápida y por qué, una vez cruzó la bandera a cuadros se quitó los guantes en el parc fermé y se quedó quieto dentro del coche durante un rato, disfrutando de sus últimos momentos como piloto de F1.
Incluso aunque no había habido un anuncio formal, aquellos que querían despedirse de Ricciardo sabían que el domingo por la noche era el momento adecuado, ya que incluso Lando Norris fue al garaje de RB a altas horas de la noche para despedirse de su excompañero de equipo.
¿Podría Ricciardo haber tenido una mejor despedida para en la F1? Por supuesto. Y en base a los mensajes que recibió cuando se hizo pública la noticia, sin duda habría sido algo muy emotivo.
¿Le habría gustado a Ricciardo? Sí. ¿Lo habría querido Red Bull? Por supuesto. Sin embargo, las cosas no siempre salen como uno quiere y en este caso hay una multitud de factores interconectados, algunos de los cuales se contradecían entre sí.
Y quién sabe: si ambas partes hubieran tenido más tiempo, las cosas se habrían hecho de otra manera.
Pero como el propio Ricciardo escribió en sus redes sociales cuando se hizo pública la noticia, la F1 te da lo bueno y lo malo a partes iguales: “Siempre tendrá sus altibajos. Pero ha sido divertido y la verdad sea dicha, no lo cambiaría”, dijo. “Hasta la próxima aventura”.
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