Declaración del Papa y el Imán indonesio contra el uso de la religión para atizar conflictos

“Somos todos hermanos, todos peregrinos, todos caminando hacia Dios, más allá de nuestras diferencias”, ha dicho el pontífice en un mensaje de unidad espiritual durante su visita a Indonesia, el país de mayor población musulmana del mundo.

Preocupados por la “deshumanización” causada por la “generalización de los conflictos”, y la “instrumentalización” de la religión en esas situaciones de violencia, el Papa Francisco y el gran imán Nasaruddin Umar firmaron una declaración conjunta en la que llamaron a evitar el uso de la religión para atizar conflictos y a preservar los recursos naturales. 

“Somos todos hermanos, todos peregrinos, todos caminando hacia Dios, más allá de nuestras diferencias”, declaró Francisco durante un encuentro interreligioso en la mezquita de Yakarta con representantes de las seis religiones oficiales de Indonesia. 

Tras esa cita, el papa ofreció un mensaje de unidad espiritual durante una misa en un estadio al aire libre en la capital de Indonesia, el país de mayor población musulmana del mundo. Francisco pidió a los católicos en Indonesia que dialoguen con personas de otras religiones. “Los aliento a sembrar semillas de amor, a recorrer con confianza el camino del diálogo, a continuar mostrando su bondad y amabilidad (…) y sean constructores de unidad y paz”, dijo ante casi 80.000 devotos. 

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Pese al desafío físico y sus problemas de salud que le hacen trasladarse en silla de ruedas en numerosos actos, el pontífice, de 87 años, se ha mostrado sonriente y en buena forma a pesar del ritmo frenético de la gira que le llevará por Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur en doce días. No es la primera vez que visita países de mayoría musulmana. Ya en 2019 firmó en Abu Dabi una declaración sobre la fraternidad humana con el gran imán de Al Azhar. 

Su periplo continuará este viernes con un viaje a Papúa Nueva Guinea, desde donde irá a Timor Oriental y posteriormente a Singapur. Será en este último país donde el 13 de septiembre concluya su viaje internacional, el número 45 de su papado.