Washington, 22 nov (EFE).- La sostenibilidad fiscal del gobierno de Estados Unidos encabeza la lista de riesgos del sistema financiero citados en la encuesta semestral que elabora la Reserva Federal (Fed), seguida por las tensiones en Oriente Medio y la incertidumbre política generalizada.
La carga de deuda del gobierno de Estados Unidos es vista ahora como el mayor riesgo para la estabilidad financiera estadounidense, superando a la inflación, que se señalaba en informes previos.
En este sentido, se destacó que una mayor emisión de bonos del Tesoro podría comenzar a desplazar la inversión privada o limitar las respuestas políticas en la hipotética llegada de una recesión económica.
La Reserva Federal mantiene conversaciones rutinarias con responsables de políticas nacionales e internacionales, académicos, grupos comunitarios y otros para evaluar el conjunto de riesgos que más preocupan a estos grupos y en base a eso elabora dos informes cada año.
En cuanto a las tensiones en Oriente Medio, los encuestados señalaron que el riesgo más inmediato sería una ampliación del conflicto dentro de la región, y algunos destacaron un riesgo de cola de que pudiera convertirse en un conflicto global.
Las interrupciones en el suministro de energía, y posiblemente en los mercados de materias primas en general, se consideran los principales canales que inciden en la estabilidad financiera.
Además de los resultados de la encuesta de contactos en el mercado financiero, el informe incluye la evaluación del banco central de las vulnerabilidades que afectan a la estabilidad del sistema financiero estadounidense relacionadas con las presiones de valoración, el endeudamiento de las empresas y los hogares, el apalancamiento del sector financiero y los riesgos de financiación.
Si bien el sector bancario se mantuvo “sólido y resistente en general”, el documento señala que las vulnerabilidades asociadas con el apalancamiento financiero siguieron siendo notables.
Los indicadores sugieren que el apalancamiento de los fondos de cobertura se encontraba en el nivel más alto de la última década o cerca de él.
En cuanto a las vulnerabilidades derivadas de la deuda de las empresas y los hogares, se mantuvieron moderadas y la deuda total como fracción del producto interno bruto (PIB) siguió mostrando una tendencia a la baja hasta alcanzar un nivel muy bajo en relación con las dos últimas décadas.
Además, la mayor parte de la deuda de los hogares corresponde a prestatarios con calificación crediticia preferencial que están bien posicionados para cumplir con sus obligaciones de pago.
(c) Agencia EFE