Por Gabe Gutierrez y Megan Lebowitz — NBC News
La Casa Blanca y la campaña de Biden respondieron el viernes a la muerte de una niña de 12 años en Houston después de que se descubriera que dos sospechosos acusados de asesinato capital eran inmigrantes indocumentados.
El cadáver de Jocelyn Nungaray fue descubierto el lunes en un arroyo poco profundo tras ser estrangulada hasta la muerte, según el Departamento de Policía de Houston.
Un portavoz de la Casa Blanca dijo: “Nuestros corazones están con la familia y seres queridos de Jocelyn Nungaray”.
“No podemos hacer comentarios sobre casos activos de aplicación de la ley”, continuó el portavoz. “Pero fundamentalmente, cualquiera que sea encontrado culpable de este tipo de crimen atroz y espantoso debe rendir cuentas, con todo el peso de la ley”.
Johan José Martínez-Rangel, de 22 años, y Franklin Peña, de 26, han sido detenidos y acusados de su asesinato.
Los dos hombres tenían retenciones por violación de las leyes de inmigración del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) en sus expedientes judiciales. Según un portavoz del ICE, Martínez y Peña cruzaron ilegalmente la frontera y el 14 de marzo Martínez fue detenido por la Patrulla Fronteriza estadounidense cerca de El Paso (Texas). Ese mismo día, fue puesto en libertad bajo fianza con aviso de comparecencia. Peña fue detenido por la Patrulla Fronteriza el 28 de mayo cerca de El Paso. El mismo día de su detención fue puesto en libertad bajo fianza con orden de comparecencia.
No está claro cuándo llegaron a Houston.
La respuesta de la Casa Blanca se produce en un momento en que la inmigración y la seguridad fronteriza se han convertido en uno de los principales asuntos para los votantes de cara a las elecciones de noviembre. Una encuesta de NBC News realizada en abril reveló que el 22% de los votantes registrados afirmaba que la inmigración y la situación en la frontera eran el asunto más importante al que se enfrentaba el país.
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El expresidente Donald Trump culpa a las políticas fronterizas de la Administración Biden de la muerte de Nungaray. El jueves, precisó en Truth Social que “tenemos una nueva matanza de migrantes de Biden. Sólo va a empeorar, y todo es culpa de Crooked Joe Biden”.
La campaña de Biden contraatacó, señalando el papel de Trump en el hundimiento de un acuerdo fronterizo bipartidista en el Congreso.
“Donald Trump está haciendo que los estadounidenses estén menos seguros al bloquear el acuerdo fronterizo”, expresó Lauren Hitt, portavoz de la campaña de Biden.
Una revisión de los datos de las ciudades realizada por NBC News muestra que los niveles generales de delincuencia están bajando en las principales ciudades que han recibido más migrantes procedentes de Texas, entre ellas Chicago, Nueva York y Washington D.C.
La muerte de Nungaray es el último presunto delito de alto nivel cometido por inmigrantes, que ha provocado una tormenta política, a pesar de que los estudios han demostrado que los inmigrantes son menos propensos a cometer delitos que los ciudadanos nacidos en Estados Unidos.
Hace sólo unos días, un inmigrante indocumentado fue detenido y acusado de violar a una niña de 13 años a plena luz del día en Nueva York. Otro fue acusado de matar a Rachel Morin, una madre de cinco hijos de Maryland.
El hombre acusado del asesinato de Laken Riley, José Antonio Ibarra, fue detenido anteriormente tras cruzar la frontera con Estados Unidos.
Trump ha invocado la muerte de Riley en su carrera hacia la Casa Blanca, y Biden se refirió a Ibarra como “un ilegal” durante su discurso sobre el Estado de la Unión, un término que más tarde aseguró que lamentaba haber utilizado.
Trump también ha destacado el caso de Ruby García, presuntamente asesinada por un inmigrante indocumentado. Durante un acto de campaña en abril aseveró que había hablado con la familia de García, una afirmación que la hermana de García negó.
