Nicolás viaja en avión de Alicante a Barcelona y en el vuelo conoce a Ingrid y Raúl. Enseguida ve en ellos a la mujer e hijo que quiere tener para formar su familia. Nicolás se dedica a inventar juguetes e Ingrid es ornitóloga. Ella acaba de perder a su marido en Iraq y el niño, que tiene ocho año, se ha creado su propio mundo de fantasía.
Pero el cuento que viven Nicolás e Ingrid termina de forma repentina dos años después, cuando ella cambia radicalmente de actitud debido al peso de un secreto que lleva años guardando. “Solo quiero que seas libre”, le dice. Él se derrumba, pero encuentra apoyo y comprensión en Sezar, la inmigrante argelina que trabaja en el supermercado en el que suele comprar mientras sueña con estudiar en La Sorbona de París.
De la literatura al cine
José Luis Cuerda llevó al cine el libro La educación de un hada, del francés Didier van Cauwelaert, que colaboró con el director en la elaboración del guion. No fue la primera vez que el director adaptó una novela, ya lo hizo con El bosque animado, La lengua de las mariposas y, posteriormente, con Los girasoles ciegos y Tiempo después, escrita por él.
El director, guionista y productor disfrutó “retorciendo” la novela, estructurada en capítulos narrados en primera persona por los protagonistas, para dar forma a su película, pero lo que más pesó para llevar el papel a la pantalla fue el interior de los personajes. “Tienen una gran densidad y están metidos en una historia que provoca que aflore lo mejor y lo peor de ellos”, decía a RNE. “En realidad la película se centra en el encuentro de varios personajes que cruzan sus vidas en un momento de crisis y de ese encuentro surgen cosas muy interesantes, algunas son el remedio para sus heridas emocionales”.
Quién es quién en La educación de las hadas
La película tiene un peculiar reparto internacional, con actores de diferentes países y culturas. El actor argentino Ricardo Darín interpreta a Nicolás, la francesa Irène Jacob es Ingrid, la actriz y cantante Bebe interpreta a Sezar, Víctor Valdivia es Raúl, Gloria Roig es Luisa, Jordi Bosch es Matarredona y Abdelaziz Arradi interpreta a Kateb. José Luis Cuerda hace un cameo en su película y lo vemos como la persona que oficia el enlace entre Nicolás e Ingrid.
Ricardo Darín es uno de los mejores actores en lengua castellana que hay en el mundo y tenerlo fue un lujo y un gran acierto. El actor argentino subrayó la apuesta por la diversidad de la película. “Ingrid es francesa, yo soy argentino y Bebe es una argelina descendiente de iraquíes. Esto es muy positivo y además los tres nos entendimos muy bien, formamos un buen equipo de trabajo que terminó en una buena amistad”, decía.
Irène Jacob aceptó el papel de Ingrid sin hablar castellano, pero el director hizo todo lo posible para que perdiera el miedo. “Pensé que era algo imposible por el idioma, pero me gustan los retos y el director me transmitió mucha seguridad. Eso me ayudó bastante y además tengo una hermanastra colombiana y aproveché para hablar mucho con ella”, contaba en la presentación la actriz, que contó con una asistente en el rodaje.
El bosque como metáfora
Cuerda, que rodó la película tras perder a su esposa, define su película como una historia de sentimientos marcada por la incomunicación que transcurre en una casa del siglo XV rodeada de un bosque. Se rodó en otoño, en Barcelona, concretamente en lugares como Mollet del Vallés, Vic, Mollet del Vallés, Fogars de Montclús y El Prat de Llobregat. “Es una zona de poderosísima lujuria vegetal de Cataluña, que potencia la sensualidad desbordante que cataliza las experiencias vitales de los personajes, gentes de distintas nacionalidades”, contaba Cuerda a RNE sobre ese bosque que tiene sus momentos de florecimiento y sus momentos de podredumbre, y esa podredumbre sirve de fertilizante para que crezca una nueva historia, una nueva vida, una nueva oportunidad. “Los bosques me gustan mucho, dentro de ellos puede surgir cualquier cosas“, revela el director, enamorado también de los paisajes fluviales, como ha dejado claro en muchas de sus películas.
El significado del título
Raúl se ha encerrado en su propia fantasía, un mundo amable y mágico en el que habitan seres mitológicos, y uno de ellos es Sezar. El niño ve en la cajera argelina al hada que será la solución a todos los problemas y decide educarla para conseguir su propósito. Pero Raúl no es el único que cree que Sezar es un hada. “¿Cómo que las hadas no existen? A ver, para empezar, ¿de qué hadas están hablando? ¿De cuáles? ¿De las gordas torpes con la varita mágica que convierten calabazas en carrozas? Por supuesto que ésas no existen ya. ¿Pero las otras qué? Las que se levantan todos los días para ir al mercado, a las oficinas, para estudiar en las universidades… ¿Qué sería de los hombres en la Tierra si no existirán las hadas? Las hadas están por todas partes”, le dice Nicolás al niño.
– A las hadas. ¿Cómo se las reconoce?
– Depende.
– ¿Depende de qué?
– De uno. Todas las chicas que conozcas pueden ser hadas.
– ¿Pero cómo puedo saber si es o no?
– ¿Tengo que pedir tres deseos para ver si funciona?
– Por ejemplo.
Para Cuerda, “no es una historia fantástica, ni un cuento de niños, al contrario. Lo que hay es un niño que se inventa otra realidad, influido por un padre muy imaginativo”. Para el director fue una gran experiencia rodar con Víctor Valdivia, para el que solo tenía halagos. “Es una joya, nunca pensó hacer cine, pero se metió en esto y el segundo día ya era más veterano que yo”.
Bebe, actriz y cantante
Interpretar a Sezar fue todo un reto para Bebe. “El personaje es el punto de inflexión de la película, es muy generosa, tiene un pasado complicado pero no es derrotista. Y me gustó todo eso de ella. Me gusta su optimismo y su valentía. La llamada de José Luis fue toda una sorpresa, el personaje era un regalo y trabajar con Víctor fue una maravilla. No era su madre, era su amiga, disfrutamos como dos enanos”, contaba la valenciana en ‘Versión española’, donde reveló que tuvo que trabajar mucho el acento.
Cuerda conocía a Bebe como cantante y estaba prendado de su voz. Ella tenía experiencia como actriz, ya que había participado en series y en las películas Al sur de Granada, El oro de Moscú y Busco. Su interpretación recibió el aplauso de la crítica y la profesión, y recibió una nominación al Goya como actriz revelación. No fue la única que obtuvo la película.
Nominada a tres premios Goya
La educación de las hadas llegó a los Goya compitiendo en tres categorías. Bebe hacía doblete, competía como Mejor actriz revelación y a Mejor canción. Cuerda, por su parte, competía a Mejor guion. El único premio que se llevó la película fue el Goya a Mejor canción, por el tema ‘Tiempo pequeño’, de Bebe y Lucio Godoy. El premio para la actriz revelación fue para Ivana Baquero por El laberinto del fauno.
RTVE Play amplía su oferta de cine con Kamchatka y La educación de las hadas, ambas emitidas en Historia de nuestro cine con un coloquio que gira sobre la figura de Ricardo Darín. Para celebrar el Día Mundial del Flamenco se emite Dame Veneno, en el que Pedro Barbadillo cuenta la historia de los artistas que revolucionaron el flamenco.
