Utilizar la Dieta Mediterránea como medio y no como fin – a menudo considerado complicado de alcanzar – para obtener un nivel adecuado de bienestar, para estar bien utilizando equilibrio en la mesa y «para combatir la transición alimentaria impuesta por los poderosos de la comida que corre el riesgo de volverse estructural». Es el llamamiento que lanza Vito Amendolara, presidente del Observatorio Dieta Mediterránea, un régimen alimentario posicionado por octavo año consecutivo en el podio mundial entre 38 dietas examinadas. Amendolara – que coordina las actividades del organismo promovido por Fnob, Ciheam, Universidad Parthenope y Uni – toma como punto de partida este reconocimiento adicional para afirmar la necesidad de utilizarla de manera concreta y difundida en lugar de ‘alabarla’. «El bienestar y la protección de la salud de las comunidades como fin, una opinión consolidada de la ciencia a nivel mundial, se obtiene adhiriendo al modelo alimentario sancionado por la Unesco en el reconocimiento de la Dieta Mediterránea», sostiene el presidente del Observatorio. El modelo, así declinado, debe usarse como medio porque indica lo que se necesita, lo que debemos hacer y nos ofrece las herramientas para lograr el resultado final: cuidar de nuestra salud. «Utilizar inteligentemente un ‘medio’ para alcanzar el fin significa activar – es el razonamiento de Amendolara – una educación comportamental capaz de iniciar un nuevo proceso en dotarse de herramientas eficaces para no quedar prisioneros de los hábitos cotidianos impuestos por la publicidad engañosa, las multinacionales y las modas del momento que nos orientan hacia modelos y estilos de vida fáciles, cómodos y llenos de modernidad, a menudo si no siempre a expensas del bienestar personal y colectivo». «La burbuja global en la que estamos inmersos, destaca el estilo de vida y el modelo alimentario ‘Dieta Mediterránea’ – dice el experto – como un fin o un objetivo inalcanzable, aunque alabado y promovido como elixir de larga vida. En los hechos, sigue siendo también para 2025 el octavo año consecutivo en la cima de la clasificación ‘Best Diets Overall de US.News & World Report’ que ha evaluado 38 dietas diferentes elaborando clasificaciones en 21 categorías, definiendo la Dieta Mediterránea como la mejor dieta en absoluto para perder peso, para enfrentar la menopausia, contrarrestar las inflamaciones y preservar la salud mental». Y aún más: «Este modelo, basado principalmente en una alimentación sobria, pero rica en alimentos vegetales, cereales, legumbres, pescado, aceite de oliva corroborado por la actividad motora y la sociabilidad, sigue siendo imbatible también en la reducción del riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles». Pero hay más: «Además de ser el más sostenible del mundo (fuente OMS-FAO) desde el punto de vista biológico y nutricional, es uno de los regímenes alimentarios más simples y más completos de seguir, porque no se basa en el conteo de calorías, sino en la combinación equilibrada de alimentos que pertenecen a nuestro territorio, al patrimonio agrícola y paisajístico del mediterráneo y de nuestro país y no contempla los productos ultraprocesados, dañinos para la salud». Sin embargo, según el Instituto Superior de Sanidad – destaca Amendolara – solo el 5% de los italianos sigue el modelo alimentario de la Dieta Mediterránea; el resto opta cada vez más por elecciones globalizadas, confirmando un continuo alejamiento de los modelos alimentarios tradicionales, con un impacto devastador en la sociedad: aumento de la obesidad, repercusiones severas en los costos de la sanidad, aumento de la tasa de mortalidad causada por enfermedades no transmisibles. Estamos asistiendo a la profunda transformación de los sistemas alimentarios que continúa trayendo enormes repercusiones en la salud pública; se habla de ‘transición alimentaria’ que tiende a aumentar el negocio de las multinacionales, en lugar de esforzarse por el respeto y la protección de la salud. El destinatario de la ‘demanda’ por una comida sana y nutritiva, no puede ser otro que el ciudadano consciente y protagonista, porque la protección de la salud se obtiene con la prevención primaria basada en la adopción de un estilo de vida sano», concluye el presidente del Observatorio Dieta Mediterránea.
© TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS
Este artículo se traduce automáticamente