Son muchas las dietas que existen. Las hay para todos los gustos, pero también más o menos efectivas. El objetivo de todas es ayudarnos a adelgazar, especialmente de la zona abdominal, ¿no?. Es posible que en alguna ocasión escucharas la existencia de una dieta basada en bocadillos. Pues sí, es una realidad.
No se trata de ninguna dieta milagro, ni te vas a quedar como Superman, pero te puede ayudar a perder un kilo a la semana de manera constante sin pasar nada de hambre. Ojo, no se trata de tomar un bocata de barra entera con solomillo con foie y patatas dentro, pero si eres de los que buscas una dieta para adelgazar y reducir grasa abdominal que no demonice los hidratos de carbono, esta es la tuya. Pero, como en todo, cada maestrillo tiene su librillo. Y es cierto que productos como el pan o la pasta suelen estar marcados en rojo en las dietas más populares para perder kilos de más. Sin embargo, la dieta del bocadillo rompe con esta especie de mito y abre las cenas a este tipo de elaboraciones.
Este método para adelgazar tiene muchos años, pero fue mejorado por Terica Uriol, especialista en Dietética y Nutrición, así como en Farmacia y en Ciencia y Tecnología de los alimentos. Su filosofía es clara: enseñar a comer para no volver a engordar. “Mi dieta consiste en comer la cantidad necesaria de hidratos de carbono para llevar una alimentación saludable, baja en grasas y con la cantidad justa de proteínas”, afirma siempre que habla de sus técnicas para controlar el peso.
Ingredientes para la dieta del bocadillo
La dieta se basa en aprovechar la capacidad saciante del pan, pero evitando las grasas que aportan con que se rellena. Es decir, la clave está en cenar alguno de los bocadillos que sugiere en un buen pan, libre de grasas, con la cantidad justa de proteínas y equilibrar el resto de nutrientes que se ingieren durante la jornada. Prueba con el integral. Puedes optar por ingredientes como pimientos de piquillo, aguacate, pechuga de pavo, atún, verduras asadas, huevo cocido, lechuga, tomate, cebolla, jamón serrano (sin la grasa), hamburguesa de carne magra, jamón cocido o queso light.