El síndrome de fragilidad celular es causado por niveles bajos en el cuerpo de ácido pentadecanoico (C15:0), un ácido graso saturado estable de cadena impar.
Según apuntan los autores del descubrimiento, publicado en la revista Metabolits , esta deficiencia nutricional podría afectar a 1 de cada 3 personas en todo el mundo. Con “implicaciones importantes” para comprender los procesos de envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas.
Así lo considera la Dra. Stephanie Venn-Watson, autora principal del artículo quien no obstante es cofundadora de Seraphina Therapeutics, una compañía que comercializa suplementos de C15:0.
“El descubrimiento de un síndrome de deficiencia nutricional de C15:0 es la culminación de más de una década de estudios rigurosos”, comenta Venn-Watson en nota de prensa. “Demuestra que todavía quedan por hacer descubrimientos simples e impactantes que pueden mejorar significativamente la salud global”.
Qué es el ácido graso C15:0
El ácido pentadecanoico (C15:0) se encuentra principalmente en productos lácteos enteros, ciertos tipos de pescado y algunas plantas. Es un ácido graso, como lo son otros más famosos como el omega-3 o el omega-6.
Venn-Watson, epidemióloga veterinaria, antigua investigadora en el programa de la Marina estadounidense y en la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos, dio con él mientras trabajaba estudiando delfines. El interés radica en que esta especie de mamíferos tiene un envejecimiento similar al de los humanos.
A pesar de sus dietas y entornos similares, los distintos delfines de la Marina parecían envejecer a ritmos diferentes. Aquellos que lo hacían de forma acelerada experimentaban descensos especialmente pronunciados de hemoglobina, proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. El equipo de Venn-Watson también identificó dos compuestos en las dietas de los delfines: ácidos grasos saturados de cadena impar conocidos como C15:0 y C17:0 que se asociaron con una mejor salud, incluidos niveles más altos de hemoglobina.
Estudios posteriores de la investigadora mostraron que niveles bajos de C15:0 podían conllevar un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y enfermedad del hígado graso no alcohólico.
No solo eso. Como ácido graso estable, C15:0 hace que las células sean más resistentes a la degradación. Atenúa múltiples características del envejecimiento, incluida la senescencia celular, la inflamación, la disfunción mitocondrial y la señalización celular deficiente, apunta su descubridora.
Stephanie Venn-Watson, es directora general y cofundadora de Seraphina Therapeutics, la primera compañía que empezó a comercializar Fatty C15, suplementos de este ácido graso.
Síndrome de fragilidad celular
El planteamiento de Venn-Watson es que las nuevas tendencias de alimentación vegetal y un menor consumo de leche, sobre todo entera, está llevando a una deficiencia de dicho ácido graso.
El estudio en Metabolits señala que C15:0 desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la integridad celular. Cuando los niveles en las membranas celulares caen al 0,2% del total de ácidos grasos, las células se vuelven más frágiles.
Esta fragilidad está estrechamente asociada con la ferroptosis, una forma de muerte celular implicada en el envejecimiento acelerado y en la patogénesis de varias enfermedades crónicas, incluidas las afecciones cardiovasculares y la diabetes tipo 2.
“Hemos demostrado no solo que un nivel bajo de C15:0 puede provocar ferroptosis y sus complicaciones posteriores, sino que reponer estos niveles detiene directamente todos los componentes básicos de este nuevo asesino celular”, aclara Venn-Watson.
Las investigaciones sugieren que es necesario mantener los niveles de C15:0 entre el 0,2% y el 0,4% para mitigar el riesgo de síndrome de fragilidad celular. Curiosamente, las poblaciones en áreas conocidas por su número de centenarios, como la zona azul de Cerdeña, muestran niveles significativamente más altos.
“El descubrimiento de un síndrome de deficiencia nutricional tiene dos grandes beneficios”, enfatiza Venn-Watson. “El primero es que se puede medir el C15:0 para identificar a las personas que tienen niveles bajos. El segundo es que podemos impulsar cambios significativos en nuestras dietas y en las pautas nutricionales globales para ayudar a reponer los niveles”.
