El Real Madrid lo volvió a hacer. Benzema se fue a Arabia Saudí, llegó Bellingham y Ancelotti se inventó un sistema donde el inglés podía aparecer por donde quisiera. El cuadro blanco se convirtió en un equipo tremendamente sólido atrás y que, como ha sido históricamente, necesitaba poco para hacer daño al rival. Fue superando fases, a veces sin demasiado brillo, pero se plantó en la final y, después de sufrir, terminó alzando el título de la Champions League. Otra vez.
Menos acostumbrada está a ganar una Atalanta que, sin hacer demasiado ruido, llegó hasta la gran final y le quitó el título al Leverkusen de Xabi Alonso, que estaba llamado a llevarse el triplete la pasada temporada. Mucho mérito para el equipo de Gasperini, al igual que un Olympiacos que se quedó con la Conference League.
El Madrid del conjunto
Si Carlo Ancelotti logró llevar al Real Madrid nuevamente a ser coronado campeón de la Champions League fue, en parte, porque el conjunto ganó a las individualidades. El italiano sabía que tenía que encajar a Bellingham en un sistema nuevo y lo metió por delante de Modric, Kroos, Valverde y compañía. La fórmula fue un éxito. Junto a Vinicius, el inglés fue la individualidad más clara de un Madrid que creció al ritmo de Kroos.
El alemán, en su última temporada, fue pieza clave con esa capacidad para llevar los tiempos de los partidos. Además, el cuadro blanco logró sobreponerse a ausencias tan destacadas durante casi toda la temporada de Courtois, Militao o Alaba.
El merecido triunfo de Gasperini
Hacía más de 60 años que la Atalanta no saboreaba el gusto del metal… y llegó por la puerta grande. El cuadro de Gasperini, sin hacer demasiado ruido, fue pasando rondas tan complicadas como ante históricos como Marsella, Liverpool o Sporting de Portugal. Un juego atractivo, de mucho poderío ofensivo y dando rienda suelta al talento de jugadores como Ademola Lookman, el héroe de la final.
Los de Bérgamo se impusieron en la cita más importante de su historia al Leverkusen de Xabi Alonso por un contundente 3-0. Merecido triunfo para un Gasperini que lleva en el cargo desde el verano de 2016. A sus 66 años, por fin le llega un gran triunfo como técnico en competición europea.
El adiós al triplete del Leverkusen
Si el Leverkusen tenía que volver a ganar algo en Europa, probablemente este 2024 era su año. Porque durante muchos meses fue el único equipo de las grandes ligas del Viejo Continente que estuvo invicto y porque cuajó uno de los mejores juegos que se vieron. Sin embargo, no le fue suficiente para llevarse una Europa League que, como en Bundesliga, fue ganando muchos partidos en los últimos instantes.
Vivos en la Bundesliga y la DFB Pokal, los de la aspirina fueron sobreviviendo en Europa como pudieron hasta plantarse en la gran final, donde la Atalanta de Gasperini terminó decidiendo la final.
Fin a las competiciones como las conocíamos hasta ahora
El 2024 también nos ha dejado, sin duda, el fin del formato de competiciones europeas que conocíamos hasta el momento, con esas fases de grupos que agrupaban a los equipos más potentes con otros de menor entidad. Para ganar espectacularidad, la UEFA decidió crear un grupo único y, en el caso de la Champions y la Europa League, que cada equipo juegue un total de ocho partidos en la primera fase.
Además, para lograr que los equipos más potentes puedan enfrentarse entre ellos también en rondas anteriores a octavos, se decidió agrupar a los equipos en bombos para que, como mínimo, cada equipo gigante se enfrente en dos ocasiones con otro equipo de su envergadura.
Ademola Lookman, el hombre sorpresa
Pocos se esperaban que en una final de la Europa League en 2024, Ademola Lookman se convirtiera en el gran protagonista de la cita anotando un hat trick. Más si cabe teniendo en cuenta que este jugador había pasado por equipos como el Leicester con más pena que gloria. Sin embargo, Gasperini lo rescató y ha elevado su nivel hasta una versión jamás vista hasta el momento.
Esta temporada, sin ir más lejos, acumula 12 goles y 6 asistencias en los 21 partidos que lleva disputados hasta la fecha. Un extremo que se ha convertido en un valor seguro también en área contraria.
El Dortmund, el sorprendente finalista
Viendo la de equipos que llegaban en plena forma al 2024, muy pocos pensaron que sería el Dortmund el que finalmente llegara a la gran final de la Champions League. Como la Atalanta, lo hizo sin hacer demasiado ruido y dejando atrás a equipos que estaban llamados a ganar el trofeo como el propio PSG, a quién dejó fuera en semifinales cuando toda Europa pensaba que habría final Real Madrid – PSG.
Los ‘borussers’, con un juego muy alemán y con la figura del veteranísimo Hummels como mariscal en el eje de la defensa, plantaron cara hasta el final, pero perdonaron en exceso y el cuadro blanco no falló. Una lástima.
Otro título europeo para Mendilibar
Olympiacos conquistó la Conference League tras una emocionante campaña que coronó al equipo griego como campeón europeo. En la final, disputada en un estadio repleto, vencieron al West Ham United con un marcador de 2-1 gracias a los goles de Fortounis y El Arabi. El título representa un logro histórico para el club, consolidando su reputación en el fútbol continental. Con una sólida defensa y un ataque dinámico, Olympiacos se impuso en cada eliminatoria, mostrando su grandeza en el torneo.