El Tri de Javier Aguirre enfrenta la prueba más dura desde que El Vasco regresó al timón de la selección mexicana, una misión que en otros tiempos no luciría tan compleja, pero dada la actualidad del futbol mexicano, preocupa y bastante remontar un dos a cero en contra ante Honduras, de local.
México sufrió un duro descalabro en San Pedro Sula y con la complicidad de Guillermo Ochoa, en quien se insiste en colocar de titular, ahora tiene la obligación de remontar el dos a cero en casa si desean avanzar a semifinales de la Concacaf Nations League, una tarea que ya cumplieron Estados Unidos y Panamá el día de ayer.
El Tri busca evitar el bochorno
La ciudad de Toluca será la sede del encuentro con un lleno asegurado, pues esta vez la afición respondió al llamado de la selección mexicana, agotó las localidades y se espera un gran ambiente para recibir a Honduras en el infierno rojo de los Diablos con la ilusión de lograr la remontada.
La realidad es que el nivel futbolístico presentado por México preocupa, más allá de que se logre conseguir o no la remontada en Nations League, el equipo no luce convencido del estilo de juego que desempeña, no hay desequilibrio, ni llegadas claras de gol. Ante Honduras, las mejores oportunidades mexicanas surgieron de la casualidad y no de la creación de juego o el esfuerzo colectivo.
El tema de la agresión a Javier Aguirre nos distrajo de lo esencial, el pésimo desempeño de la selección mexicana que lejos está de ser el “Gigante de la Concacaf” y es un mote que no lo representa ni en la cancha ni fuera de ella, pues en esta generación de seleccionados mexicanos no encuentro uno que levante la mano y se haga responsable de los fracasos del equipo.
México podría descender de categoría en Concacaf
Las consecuencias para México de no remontar a Honduras serían buscar su clasificación a la Copa Oro 2025 por la vía del repechaje en marzo del siguiente año en un formato que aún no es presentado por Concacaf, pero que enfrentará a equipos que ya están clasificados como Guatemala, Trinidad y Tobago, Martinica, Nicaragua, San Vicente y Las Granadinas.
El prestigio de México en Concacaf va en decadencia y buscar la clasificación a la Copa Oro por la vía de la reclasificación sería tocar fondo en un equipo que hace años no despierta pasiones, no convence, no entusiasma y en el que tal parece que los futbolistas acuden más por obligación que por la motivación de representar a su país en una Copa del Mundo.