La costumbre japonesa que practican las expertas en orden: descalzarse al llegar a casa
No solo de Marie Kondo viven las métodos japoneses de orden y limpieza. Antes de que la gurú llegara a nuestras vidas con sus técnicas de doblado de ropa en vertical y su filosofía para aprender a deshacerse de cosas, la cultura japonesa y sus costumbres ya nos inspiraban (y mucho) a la hora de encontrar el orden y el bienestar en el hogar. Una de esas costumbres es la de descalzarse al llegar a casa, una de las más antiguas que ha hecho que las viviendas en Japón se construyan incluso pensando en ello con una zona de entrada llamada genkan que marca una separación entre el interior y el exterior y en la que los japonesas dejan siempre sus zapatos antes de entrar. Esa zona se ha ido sofisticando en algunas casas con la incorporación de zapateros y percheros para dejar también paraguas y prendas de abrigo. Para los japoneses descalzarse también cuando se va a una casa ajena es una señal de respeto, y también una forma de mantener la limpieza y el orden y marcar esa separación entre el mundo exterior y el hogar.
La teoría de las cestas
Precisamente los expertos en orden replican de alguna manera esta costumbre adaptándola a las casas del mundo occidental, donde arquitectónicamente no suele hacerse esa separación entre la puerta de la casa y el exterior. Precisamente Alicia Martínez (@aly_deco_home en redes) nos explica que ella siempre tiene en la entrada de su hogar una cesta grande en el suelo donde coloca las zapatillas de estar en casa. “Así al entrar me quito los zapatos, evitando pisar el suelo, y seguidamente coloco los zapatos en el zapatero”, afirma. Y hace algo parecido con las llaves (también tiene un cesto para ello en la entrada) y los abrigos que también tienen su lugar en el hall de su casa. “Dejar la chaqueta en el armario nada más llegar a casa es un pequeño pero poderoso hábito que contribuye al orden diario. Evitando el desorden se ahorra tiempo”, sentencia. Al mismo tiempo, dejar cada objeto en su sitio al llegar ayuda a que la organización fluya. “Me ayudo mucho de cestos para que cada cosa tenga su lugar y no esté a la vista. Los organizadores y cestas son ideales para agrupar cosas similares, lo que hace que el espacio sea más manejable y evita que se vea desordenado”, añade la experta.
¿Qué opinan los microbiólogos de entrar en casa con zapatos de la calle?
Hace tiempo hablamos de la conveniencia de no sentarse en la cama con ropa de calle para evitar lo que los expertos en microbiología llaman contaminación cruzada –la posibilidad de que ácaros y microorganismos puedan entrar en contacto con la piel o el pelo mientras dormimos–. Todo ello a raíz de un viral manifiesto que rezaba ‘Please don’t sit on my bed in your outside clothes‘, algo así como ‘Por favor, no te sientes en mi cama con tu ropa de calle’. Con los zapatos ocurre algo parecido. Quitárselos al llegar a casa no solo minimiza que entre polvo y suciedad, sino que desde el punto de vista microbiológico también puede evitar problemas ya que se disminuye el riesgo de transmisión de patógenos que no se depositan en casa. De hecho, un estudio publicado en 2023 en Environmental Research llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Ciencias Naturales de la Universidad de Macquarie, en Sidney, comprobaron que el 60% de las partículas de los interiores procedían precisamente del exterior. Concretamente comprobaron que en esas partículas había trazas de ciertos metales tóxicos como el plomo o el zinc, generalmente presentes en suelos de la calle y carreteras. Un detalle que corrobora que los zapatos pueden ser también un vehículo de transmisión de estos minúsculos elementos y de microorganismos. Eso sí, los microbiólogos también recalcan que no se trata de estar completamente descalzos en casa, sino de usar un calzado diferente o unos calcetines en el interior, ya que al ir descalzos también se aumenta el riesgo de contraer infecciones como verrugas plantares, hongos…