Estados Unidos no devolverá la Estatua de la Libertad a Francia, según lo aseguró la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, durante la rueda de prensa de este lunes, tras la petición de un miembro francés del Parlamento Europeo.
Raphaël Glucksmann afirmó ayer que Estados Unidos debería devolver la estatua, un regalo de Francia a Estados Unidos en 1884.
Leavitt indicó que Estados Unidos “de ninguna manera” devolverá la estatua. “Mi consejo para ese político francés de bajo nivel […] sería que recordara que es solo gracias a Estados Unidos de América que los franceses no hablan alemán en este momento. Así que deberían estar muy agradecidos con nuestro gran país”, afirmó Leavitt.
Glucksmann dijo que la estatua había sido un regalo, pero que Estados Unidos no apreciaba su significado.
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“Vamos a decirles a los estadounidenses que han elegido ponerse del lado de los tiranos, a los estadounidenses que han rechazado a los investigadores por su libertad científica. Vamos a decirles dos cosas a los estadounidenses: primero, devuélvanos la Estatua de la Libertad. Se la dimos como regalo, pero parece que no la aprecian. Así que aquí estará bien, con nosotros”, declaró Glucksmann durante un discurso ante los miembros de su partido político.
¿Puede Francia reclamar la devolución?
La UNESCO, el brazo cultural de las Naciones Unidas que tiene la estatua en su lista de tesoros del Patrimonio Mundial, señala que el emblemático monumento es propiedad del Gobierno de Estados Unidos.
Inicialmente fue concebida como un gesto monumental de la amistad entre los dos países para conmemorar el centenario de la Declaración de Independencia del 4 de julio de 1776.
Pero una guerra que estalló en 1870 entre Francia y los estados alemanes liderados por Prusia desvió las energías del diseñador, el escultor francés Frédéric-Auguste Bartholdi, de la creación del monumento.
El regalo también tardó en encontrar financiamiento y se decidió que los franceses pagarían la estatua y los estadounidenses cubrirían los costos de su pedestal.
Transportada en 350 piezas desde Francia, la estatua fue inaugurada oficialmente el 28 de octubre de 1886.
¿Está Francia ofreciendo asilo a ‘Lady Libertad’?
No. Las relaciones entre Francia y Estados Unidos tendrían que caer en picada antes de que Glucksmann encontrara apoyo en el Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron.
Por el momento, el presidente francés está en una delicada situación: por un lado, intenta trabajar con el presidente, Donald Trump, y moderar algunos de sus cambios de política, pero por otro, se opone firmemente a algunas decisiones de la Casa Blanca, en particular a las subidas de aranceles del mandatario republicano.
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Macron ha dejado que su primer ministro, François Bayrou, desempeñe el papel de voz más crítica. Bayrou criticó la “brutalidad” mostrada hacia el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, durante su visita a la Casa Blanca y sugirió que la Administración de Trump corría el riesgo de entregar la victoria a Rusia al detener la ayuda militar a Ucrania.
El partido de Glucksmann ha sido aún más crítico, al publicar acusaciones en su página de internet de que Trump está ejerciendo el poder de manera “autoritaria” y se está “preparando para entregar Ucrania en bandeja de plata” a Rusia.
En su discurso, Glucksmann hizo referencia a las palabras de la poetisa neoyorquina Emma Lazarus sobre la estatua, la “mujer poderosa con una antorcha” que prometió un hogar para las “masas apiñadas que anhelan respirar en libertad”.
Con información de NBC News y NBC 4 New York
