El sueño del piloto español empezó en casa.
Para la temporada del 2005, el español Fernando Alonso ya era un piloto experimentado con cuatro temporadas en la Fórmula Uno.
Sin embargo, ese año sería histórico para él. Con ocho victorias magistrales, seis pole positions y un total de 15 podios, Alonso coronó su cuarta temporada en la máxima categoría del automovilismo, conquistando su primer título de campeón mundial.
A los 24 años, Alonso se inscribió en la historia como el campeón más joven de la Fórmula Uno, un hito que no sería superado hasta años después. Su triunfo lo convirtió en un ícono y motivó a una oleada de jóvenes talentos a perseguir sus sueños en la Fórmula Uno, revolucionando el panorama del automovilismo español.
Entre la multitud, un jovencito madrileño de diez años, el hijo del legendario piloto de rally, observaba con fascinación desde las graderías del circuito de Montmeló. Lo que él no sabía era que ese mismo día tendría la oportunidad de conocer a su ídolo, el piloto de Fórmula Uno que lo inspiraba a soñar en grande. La emoción era palpable cuando finalmente se encontraron.
Sus ojos brillaban con admiración mientras conversaban, y al finalizar la charla, el jovencito, con la voz llena de determinación, le dijo a su padre: “Papá, mi sueño es convertirme en piloto de Fórmula Uno“.
El piloto de Scuderia Ferrari, Carlos Sainz, con tres victorias en la máxima categoría del automovilismo, reveló en el Podcast ‘Nude Project’ que su sueño de ser piloto de Fórmula 1 nació en la carrera de Cataluña.
Desde ese momento, Sainz supo que el camino no sería fácil, pero estaba decidido a enfrentar los desafíos para unirse a la élite de pilotos de F1.
En el corazón del Circuit de Barcelona-Cataluña, el 8 de mayo de 2005, se vivió una carrera de Fórmula 1 llena de emoción y adrenalina. El rugido de los motores, el olor a gasolina y la tensión de la competencia cautivaron a miles de aficionados bajo el sol español.
El finlandés, Kimi Räikkõnen tenía la pole y se disputaba el mundial de pilotos con Fernando Alonso; quien por su parte, salía desde la tercera posición compartiendo fila de partida con uno de los hermanos Schumacher, Ralf.
Para los micrófonos de la transmisión española, el piloto de prueba de McLaren, Pedro de la Rosa vislumbraba que su compatriota se coronaría como el ganador del quinto encuentro de la temporada; no obstante, sus predicciones no fueron del todo correctas.
Minuto a minuto
Pronto llegaron a acomodarse los veinte monoplazas y los semáforos se apagaron para encender las ilusiones de los pilotos. Los sonidos de los motores V10 retumbaron en los oídos de los espectadores y como un rayo, Räikkõnen se alejó de los otros automóviles y Alonso fue astuto en acoplarse al ritmo, colocándose segundo.
Pero la dicha duró poco para el finlandés, pues sin haber completado la primera vuelta, el auto de seguridad fue desplegado para retirar el monoplaza de Bernd Mayländer, el cual no pudo iniciar la carrera. En otras palabras, un inicio lamentable.
¿Lo positivo? El adelantamiento de Fernando Alonso sobre Mark Webber ¿Los gritos de la afición? más vivos que nunca.
Después de dos vueltas se reanudó la carrera, con Räikkönen de nuevo superando a Alonso, que simplemente era incapaz de igualar el ritmo del McLaren-Mercedes. El español tuvo que consolidar la segunda posición, mientras que el colombiano, Juan Pablo Montoya hacía una pirueta completa en séptima posición luchando contra Giancarlo Fisichella.
¿El pronóstico de la carrera? Una carrera táctica y el asturiano había entendido a la perfección las reglas del juego. Los primeros abandonos de la carrera se produjeron poco antes de la primera salida de boxes, cuando Vitantonio Liuzzi y Patrick Friesacher hicieron un trompo en la grava en la misma curva en vueltas consecutivas.
La temprana parada del piloto australiano le hizo perder aún más terreno, ya que el equipo cambió de tres paradas a dos y, por lo tanto, tuvo que cargar más combustible, por lo que cayó detrás de Jarno Trulli y Giancarlo Fisichella, mientras Räikkönen marcaba una serie de nuevas vueltas rápidas para mantener una enorme ventaja de dieciocho segundos.
De hecho, Alonso sólo conseguiría escapar de las atenciones de los dos Toyota tras las primeras paradas, pero se encontró por detrás de su compañero de equipo Fisichella. Sin embargo, las esperanzas de podio del italiano se verían arruinadas cuando entró en boxes de forma inesperada, ya que el equipo fue incapaz de diagnosticar un problema que había informado el piloto.
¿Quiénes pudieron sobrevivir?
Michael Schumacher fue otro de los grandes triunfadores de la primera tanda de paradas, saltando a la cuarta posición, sólo para que una carrera positiva se viera truncada por un pinchazo que destrozó la suspensión.
La segunda tanda de paradas, mientras tanto, seguiría alrededor de los dramas del piloto alemán, con Räikkönen de nuevo capaz de aumentar su ventaja, Alonso capaz de consolidar la segunda posición, mientras los dos Toyota de Trulli y Ralf Schumacher luchaban por completar el podio.
Finalmente, Kimi mantuvo el liderazgo seguido de Fernando Alonso con una estrategia precisa y contundente y el italiano Jarni Trulli pisando el tercer escalón del podio.
Champán, la reunión con un ídolo y un encuentro premonitorio
Una vez terminadas las celebraciones en el podio y las duchas de champaña, Alonso debía cumplir el deseo de un jovencito con un talento indiscutible para el pilotaje. En una sala se encontró con una leyenda, Carlos Sainz (quien había tomado la decisión de retirarse de las carreras de Rally) y su pequeño hijo, quien tenía la presión de mantener la reputación de su padre y, a su vez, luchar por cumplir su propio destino.
“Casi no pude hablarle de lo nervioso que estaba” recordaba Carlos Sainz sentado al lado de su ídolo, Fernando, hace ocho años, cuando hacía parte de su primer equipo de Fórmula Uno, Toro Rosso. “Él era y continúa siendo mi ídolo” recordaba, en una entrevista para el canal de Youtube de la Fórmula Uno, el madrileño con una sonrisa.
“Ese día me di cuenta que no había espacio para otra cosa, era Fórmula Uno o nada” concluía Sainz, quien ha demostrado ser un piloto de extraordinaria destreza y talento, consolidándose como uno de los mejores de la parrilla actual de Fórmula 1. Su trayectoria, marcada por una constante progresión y una capacidad de adaptación excepcional, lo ha llevado a cosechar resultados notables que lo posicionan como un referente del automovilismo español.
A lo largo de su carrera, el madrileño ha demostrado ser un piloto completo y versátil, destacándose en diferentes aspectos de la conducción. Su habilidad al volante, unida a su excelente lectura de carrera y a su gran capacidad estratégica, lo convierten en un piloto capaz de luchar por victorias en cualquier circuito.
Además de su talento natural, Sainz se caracteriza por su gran profesionalidad, trabajo duro y dedicación. Su espíritu de equipo y su humildad lo han convertido en un piloto muy querido por sus compañeros, equipos y aficionados.
¿Qué le depara el futuro?
Por el momento, Carlos no ha dado noticias de su decisión sobre qué equipo ha escogido (o lo ha escogido) para la temporada del año próximo. Su sueño de vestir el mono rojo está llegando a su fin y las cartas están puestas sobre la mesa.
Lo que sí está claro es que, independientemente del equipo que elija, Carlos Sainz seguirá siendo un piloto de referencia en la Fórmula 1. Su talento, experiencia y capacidad de adaptación lo convierten en un activo valioso para cualquier escudería. Los fanáticos del motor esperan con ansias conocer cuál será el próximo capítulo en la carrera de este gran piloto.
