En el estadio del Atalanta, se escuchan a todas las en punto las campanas del santuario de Nuestra Señora de los Dolores, un templo del Renacimiento situado a seis minutos del campo. Kylian Mbappé también fue puntual en su breve función al norte de Italia. Gol, alguna ocasión al limbo y lesión. Otra lesión muscular en el Madrid, el equipo que tiene un parte médico en forma de desplegable. “Tiene molestias en el isquio de la pierna izquierda. No parece serio, pero no podía esprintar. Ha tenido que parar”, explicó Carlo Ancelotti en Movistar. Este jueves por la tarde le realizarán pruebas.
A los 35 minutos, el francés se tiró al suelo, pidió el cambio y se retiró a los vestuarios sin pasar casi por el banquillo. En su lugar apareció Rodrygo, que viene de dos problemas musculares casi seguidos que le han tenido sin jugar con continuidad desde septiembre. El brasileño se puso a calentar al inicio del partido, pero volvió a sentarse. Hasta que tuvo que entrar de urgencia.
Los jugadores del Madrid llevan las lesiones musculares a pares y Mbappé ya suma dos. A finales de septiembre sufrió un problema en el bíceps femoral de la pierna izquierda, la misma que ahora. El club anunció unas tres semanas de baja, pero en una ya estaba de nuevo en circulación. Esta campaña solo se ha perdido completo el derbi del Metropolitano y, a los tres días, regresó de urgencia en el desastre de Lille. Para la estrella gala no ha habido descanso en la Castellana. Solo ha tenido el que le han dado sus ausencias con Francia. La necesidad de buscarle acomodo lo antes posible ha empujado a Ancelotti a darle siempre carrete en busca del Mbappé que firmó el club. En Bérgamo se presentó como el tercer madridista con más minutos (más de 1.750), solo por detrás de los dos únicos para los que no está permitido tomar aire, Rüdiger y Valverde, fijos también con sus respectivas selecciones.
“El calendario es muy exigente y la plantilla muy reducida no nos permite rotar más jugadores. Hay que aguantar el momento”, señaló Ancelotti sobre la catarata de lesiones. El sábado, en Girona, cayó Mendy, la víctima en Liverpool fue Camavinga y en Bérgamo, Mbappé.
Lo del galo ante el Atalanta fue breve, aunque provechoso. A los 10 minutos, Brahim, que arrancó con buenos movimientos, conectó bien con él y la estrella la afinó al palo. Fue su tanto número 50 en 79 duelos de Champions. Con 25 años y 356 días, es el segundo más joven en alcanzar esta cifra tras Leo Messi (24 años y 284 días). Antes de su emboque, se le fue un mano a mano (hubiera que haber revisado la acción por posible fuera de juego) y, al cuarto de hora, encaró de nuevo al meta local, aunque en una posición no tan ventajosa.
Tchouameni, elección y penalti
A su lado estaba Vinicius, de vuelta de una lesión. De otra en el Madrid, lo que no le impidió apuntarse otro tanto y seguir el plan de Ancelotti de descolgarse al medio para sacar de posición a un central. Y atrás, Tchouameni. Cuando la soga empezó a apretar en la Liga de Campeones, Ancelotti no sorprendió a nadie y tiró de currículum para recomponer la defensa: el discutido pivote francés por delante del meritorio Asencio. “Para proteger el juego aéreo”, justificó Carletto antes. Una de esas decisiones sensibles de entrenador con un futbolista en la picota y un chaval que había asomado la cabeza. El problema para el segundo jugador más discutido del Madrid no vino por el aire, sino por el pasto. En un Madrid en pleno proceso de relax tras el 0-1, el galo metió el pie donde no debía al borde del descanso y derribó a Kolasinac para el penalti del empate.
Aquel fue el intermedio de una noche muy sufrida para el Madrid y con otra lesión, pero que dejó a un Ancelotti aliviado, sonriente con su hijo Davide, satisfecho del compromiso de sus jugadores y consciente de que el triunfo espanta los fantasmas en Europa. “Es una bocanada de aire fresco. Anímicamente, nos permite llegar a Navidad. Este es el punto clave de la temporada. Si llegamos vivos ahí, la segunda parte [del curso] saldrá bien porque empezaremos a recuperar jugadores. Vini ha vuelto, también Rodrygo, esperamos a Camavinga… Hay que aguantar hasta Navidad”, insistió Carletto después de una velada en la que, además de la lesión de Mbappé, dejó a Bellingham terminando el choque con la mano en la parte posterior del muslo izquierdo y con Ceballos, muy destacado por el italiano, con calambres. Un triunfo balsámico para los blancos dentro de su inacabable parte de guerra.
