En el discurso del movimiento adventista, los Estados Unidos tiene una importancia, no solo porque el movimiento surgió allí y en la actualidad tiene su sede en ese país. Pero, la interpretación tradicional adventista, ubica a los Estados Unidos en el escenario escatológico de Apocalipsis 13. Incluso, Ellen White y sus ayudantes literarios que escribieron el Conflicto de los siglos, dedican un capítulo titulado: “Los Estados Unidos en la profecía”.
De modo que, el adventismo guarda un cierto interés por los acontecimientos que tengan que ver con los Estados Unidos. Los giros políticos, las leyes e intervenciones en otros lugares del mundo.
Así que, los adventistas no son ajenos al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, sus propuestas como la Agenda 47 y su impacto en el debate político de los Estados Unidos, envuelven a los adventistas. Esta agenda representa la manera en que Trump dirigirá los asuntos internos, su postura sobre las escuelas, la inmigración, la eliminación de las regulaciones climáticas, el Departamento de Justicia, economía, política exterior, defensa, transgenerismo, entre otras áreas.
Adicional, está circulando un Proyecto de Transición Presidencial, (“Mandato para el liderazgo Proyecto 2025) que contiene las recomendaciones de 144 ex funcionarios de la administración Trump (2020), redactadas y publicadas por la Heritage Foundation para el Presidente.
El plan tiene la intensión de reestructurar radicalmente todas las agencias del gobierno federal y el poder ejecutivo en los Estados Unidos. Si bien, Trump se distanció de este proyecto, afirmando no saber nada, o de las personas involucradas en esa iniciativa. Pese a que están involucrados exfuncionarios de su administración de 2020. En donde sobresale el adventista Ben Carson, quien parece sugerir ambiguamente la unión entre la iglesia y el Estado.
Por lo que hay motivos razonables, para que haya una cierta preocupación sobre las políticas conservadoras y que en algunos círculos extremistas las pueden usar de manera incorrecta. Y el tiempo mostrará si Trump tendrá afinidad o no con estas líneas conservadoras.
¿Qué posiciones preocupantes plantean estas propuestas?
Dado el volumen de los documentos que forman estos Proyectos para el 2025 (más de 900 páginas), es difícil que podamos discutir cada uno de sus aspectos en este artículo. Sin embargo, pareciera resaltar que hay una cierta intención en violentar la Constitución de los Estados Unidos, la cual ha sido considerada uno de los pilares de la Democracia y ejemplo de Libertad.
Algunos proponentes de estos nuevos esquemas para la política de los Estados Unidos, tienen en la mira acabar con la separación de la iglesia y el Estado, y que podría facturar la democracia. En la página 622 del Proyecto 2025, hay unas expresiones que parecen haber pasado desapercibidas o haber sido ignoradas por los cristianos, particularmente por muchos adventistas en los Estados Unidos:
“Descanso sabático. Dios ordenó el sábado como día de descanso, y hasta hace muy poco la tradición judeocristiana buscaba honrar ese mandato mediante la regulación moral y legal del trabajo en ese día. Además, un día libre compartido permite que las familias y las comunidades disfruten del tiempo libre juntas, en lugar de hacerlo como individuos atomizados, y proporciona una cadencia de vida más saludable para todos. Desafortunadamente, ese día de descanso comunitario se ha erosionado bajo las presiones del consumismo y el secularismo, especialmente para los trabajadores de bajos ingresos”
[…] El Congreso debería fomentar el descanso comunitario modificando la Ley de Normas Laborales Justas (FALSA)para exigir que a los trabajadores se les pague tiempo y medio por las horas trabajadas en sábado. “Ese día sería el domingo por defecto, excepto para los empleadores con una observancia religiosa sincera de un sábado en un momento diferente (por ejemplo, desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado); la obligación se trasladaría a ese período en su lugar”.
¿Lo captas?
La decisión voluntaria individual de adorar de acuerdo con los dictados de la conciencia es reemplazada, por un decreto del Congreso, como lo están sugiriendo los autores de esta propuesta. Donde se permita el descanso común, modificando la ley de días festivos, y que el domingo sea el día de descanso por defecto, reconociendo “excepciones” al sábado, pero reglamentando la obligatoriedad del Domingo.
¡Espera! En el libro Los eventos de los últimos días, Ellen White, habló de que llegará un momento en que el Gobierno inicialmente no prohibirá el reposo sabático, y que impondrá el domingo como algo “amigable” al inicio.
¿Acaso un tema de esa naturaleza puede pasar desapercibido en el adventismo?
El Plan de Transición Presidencial 2025, fue divulgado ampliamente a través de las Redes sociales, la Internet, la oposición Demócrata. La página 622 fue divulgada por Ministerios Adventistas independientes.
¿Qué está sucediendo?
En los Estados Unidos, miles de cristianos, votaron por Donald Trump, (49%) incluyendo adventistas. Los demógrafos identificaron que un 82% de protestantes blancos dieron su voto
Parece que la retórica de “hagamos America grande otra vez” sedujo a más de un cristiano evangélico o adventista. Apelando al discurso religioso, obtuvo un importante apoyo en las elecciones. Sin embargo, surge una interrogante: ¿Qué compatibilidad o atracción puede tener un cristiano, especialmente los adventistas, con propuestas que parecen debilitar la libertad religiosa?
Algunas razones vienen a mi mente:
(1) El nuevo gobierno representa la defensa de la moral y los valores tradicionales (familia, nación, escuela, iglesia) y la libre empresa. “Los demócratas y los liberales son los ateos, la extrema izquierda Marxista opuesta a los valores conservadores cristianos”.
(2) Hay que fortalecer el poder de la Iglesia Cristiana, dándole importancia, prioridad, jerarquía a las ideas evangélicas -conservadoras cristianas.
(3) Muchos cristianos en el fondo (“deep inside”) simpatizan con una teocracia en los Estados Unidos. No les importaría el establecimiento de una ley dominical, por el beneficio, que la unión de la Iglesia y el Estado representaría en sus vidas y en el cristianismo.
Todos estos puntos nos pueden llevar a concluir que la ley dominical no fue una preocupación al momento de votar. ¿Por qué? Parecería ser que hay un sentimiento de que los fundamentos morales cristianos en Estados Unidos, están en inminente peligro, y se necesita elegir un Estado -gobierno que resguarde y defienda los valores cristianos evangélicos frente a la homosexualidad, la familia tradicional y la ideología de género.
No lo ven como una probabilidad
En los círculos adventistas que dieron su apoyo, no creen que haya las condiciones en los Estados Unidos para implementarse una Ley Dominical, y que es solo una sugerencia de exfuncionarios y partidistas de la administración de Trump en 2020. Por lo que no lo ven como algo probable.
He sostenido conversaciones con cristianos de otras congregaciones de fe y adventistas residentes en los Estados Unidos, particularmente latinoamericanos, que me han expresado no idealizar a Trump, como un religioso ejemplar. No obstante, lo votaron porque les importa más “la defensa” y la “ganancia” para la religión cristiana, que hará su gobierno, que la “incierta ley dominical”.
Estamos frente a un hecho interesante: adventistas conservadores teocráticos, que parecen no tener problemas con las decisiones políticas que puedan involucrar la iglesia. Sin duda, la elección y apoyo a Trump, es un reflejo de como los cristianos o adventistas conservadores buscan apegarse al partidismo para que sus prácticas sean puestas en leyes civiles.
La teocracia se acabó en el Antiguo Testamento. Y las retoricas dentro de los círculos adventistas que busquen “restaurar” esta imagen, para lograr mantener por la fuerza el conservadurismo, traerá más confusión y disociación de la verdadera esencia del adventismo: la libertad de conciencia y la separación entre la iglesia y el Estado.
Edison Garcia-Creitoff enseñó ética y comunicación durante 15 años en diferentes universidades de Puerto Rico. Es Trabajador Social, Mediador de Conflictos, abogado (J.D.) capellán laico y Coach Motivacional -Espiritual.