Lunes, 28 de octubre 2024, 11:37
Bajo el calor del mes de Agosto te pusiste las zapatillas para iniciar un camino cargado de nuevas experiencias y aprendizajes sobre el asfalto. Pero lo más importante de todo, lo llevabas en tu mochila. Estaba absolutamente rebosante de ilusión, entusiasmo y mucha incertidumbre hacia un nuevo reto como el Medio Maratón Valencia. Una distancia muy desafiante y retadora, que sin ninguna duda, te ha obligado a salir de tu zona de confort. Esto siempre produce cierto vértigo ante lo desconocido para muchos de vosotros que lo habéis afrontado con determinación, coraje y por supuesto mucha valentía. Las semanas han ido pasando con gran sentido del compromiso y responsabilidad para cumplir cada día con la planificación propuesta. Casi sin darnos cuenta hemos ido llegando a un fin de semana especial y mágico en una Ciudad que está volcada por y para el corredor.
Después de tantas semanas de preparación y haber visualizado el paso por el arco de meta, ha volado un fin de semana único y maravilloso. Los preparativos durante los días previos y la llegada a Valencia se convierten en una emoción permanente. No has dejado de tener los ojos bien abiertos para no perderte ningún detalle. La Expo Feria Valencia 21k, se llena de corazones ilusionados y también asustados. Por delante os esperaba un Medio Maratón preparado con todo el cariño y las ganas de retarlo. Quieres absorber cada imagen de la ciudad, porque durante mucho tiempo, has añorado estar paseando por ella con tus zapatillas y el chándal del club.
Los cajones de salida se van llenando de miles de corredores con una sola misión. Llegar a meta y cumplir con el sueño de muchos meses de entrenamiento. Se da el pistoletazo de salida y te encuentras rodeado de una marea de corredores que comparten la misma emoción. Es difícil de explicar, pero tienes la sensación que entre todos hay un hilo invisible que nos conecta hacia un mismo objetivo. Todos quieren recorrer cada km de la ciudad dosificando la energía en cada zancada. La animación, el público, las grandes avenidas se mimetizan y se multiplica la energía en tus piernas. Transcurren los kms y vas mirando el cronómetro. Constantemente recibes información de tu cuerpo. Todo te indica que estás cumpliendo con el plan previsto y has entrado en la velocidad crucero que te llevará volando hasta la línea de meta. Ves el cartel que anuncia el último km y eres consciente que lo estás consiguiendo. Quieres disfrutar al máximo los últimos metros porque te lo mereces, te lo has ganado, has conseguido conquistar las calles de Valencia y has superado tu objetivo.
El arco de meta se convierte en un torrente de energía y de pura vitamina para los que estamos allí observando las caras de felicidad. También el rictus del esfuerzo, de la exigencia y el saber que no has guardado nada durante los 21 kms. Por fin tienes tu medalla colgada al cuello que indica que has pasado a la historia de los que un día decidieron retar la 33o edición del Medio Maratón Valencia y lo han logrado. Eres un privilegiado, debes sentirte orgulloso. Nadie regala nada, no hay ninguna varita mágica y los corredores lo saben muy bien. Sólo a través del esfuerzo, la ilusión, el trabajo, la disciplina, las ganas de mejorar y tener los objetivos claros, se consiguen hacer gestos extraordinarios como el que habéis logrado. Ahora es momento de disfrutar y gozar vuestra satisfacción personal. Compartir con los amigos y familiares los sentimientos, sensaciones y anécdotas del fin de semana. Aprendamos también a relativizar el resultado. Porque seguro que muchos no han podido conseguir su objetivo de marca. Pero el aprendizaje y la experiencia acumulada les ayudará a volver a desafiar la distancia mejor preparados.
Una vez pasado el tsunami competitivo y las emociones vividas, nos encontramos de nuevo con la realidad. Después de tantas semanas de rigor en el entrenamiento y de exigencia a nivel personal, nuestro organismo y nuestra mente, necesitan realizar los días de transición pertinentes. Es el momento de desconectar de la disciplina, para valorar los posibles daños colaterales que haya causado la competición. A continuación voy a enumerar una serie de pautas básicas que te ayudarán a realizar de manera más adecuada la recuperación:
1.- Las primeras 72 h (tres días) no debes realizar ninguna actividad que cause impacto muscular. Ten en cuenta, que has tenido muchísima destrucción y hay que bajar la inflamación muscular. Recomiendo sesiones alternativas de natación y elíptica. Si no es posible, puedes realizar algún paseo.
2.- Las 24 h después de la competición no debes realizar comidas muy copiosas. El aparato digestivo también está ligeramente inflamado y no es conveniente realizar digestiones muy pesadas.
3.- A partir del jueves, puedes salir a realizar un rodaje suave de unos 30′ y después ejercicios de flexibilidad. Es importante, durante los primeros días evaluar que no haya ningún problema a nivel estructural. Es decir, que no se haya producido ninguna lesión.
4.- A partir de la segunda semana puedes incorporar más días de rodaje y aumentar el volumen. Es decir, salir a correr unos 45′. Todavía no hay que realizar ninguna sesión de calidad.
5.- Es conveniente en la segunda semana, que te pueda ver el fisio y te ayude en este proceso de recuperación.
6.- Una vez finalizado los quince días de transición y hayas valorado que no tienes problemas estructurales y que tu organismo está recuperado, significa que podrás de nuevo plantearte los siguientes objetivos.
Es importante respetar este tiempo de lejanía competitiva y de entrenamientos exigentes. Te ayudará a comprender que tenemos que saber parar y observar a nuestro alrededor. Estoy seguro que has encontrado nuevos motivos para ponerte el dorsal. No tengas prisa, no quieras quitarte el mal sabor de boca lo antes posible. Vuelve de nuevo a sumergirte en la profundidad de tu conocimiento personal, a través del entrenamiento diario. Sólo tu confianza estará a la altura de tus expectativas, cuando realices el plan marcado. A medida que aumenta tu disciplina, potencias tu estado de creencia. Es justo en ese momento cuando estás de nuevo preparado para afrontar el siguiente reto.
Afortunadamente, correr igual que la vida nos regala nuevas oportunidades que tenemos que aprovecharlas. La experiencia que acabas de vivir esta mañana te ayudará a modificar la manera de preparar tu siguiente reto. Quizá, gracias a ella, consigas la próxima vez que te pongas el dorsal la marca soñada.
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