Kilian Jornet se 'escapa' de casa en taxi a un ultratrail tras ser padre, con una semana durmiendo dos horas diarias, lesionado y se marca otra barbaridad: “No ha estado mal viniendo sin dormir…”

Hace una semana parecía imposible que Kilian Jornet pudieran planear competir en un ultratrail y dar otra exhibición de su talento y capacidad de sacrificio, pero para el mejor corredor de montaña de la historia no parece haber nada imposible y sorprendentemente ayer subió al segundo peldaño del podio de una de las carreras más duras y prestigiosas del panorama europeo de trail running.

Hace siete días se adelantó el parto de su tercer hijo y los planes para participar en la Chianti Ultra-Trail by UTMB, con 120 kilómetros de recorrido y 5.200 metros de desnivel positivo se comenzaron a desmoronar. Su objetivo pasaba por participar en esta carrera para conseguir plaza para la mítica Western States, su gran objetivo del año. Sin embargo, tras una ‘negociación’ con su mujer, también corredora, decidieron que se escaparía dos días para cumplir con su calendario y volver a toda velocidad.

Kilian Jornet viajó a la Toscana en Italia con el cuerpo minado por la falta de sueño pero con el compromiso de competir lo mejor posible. “Desde que nació mi tercer hijo creo que la media de sueño cada día ha sido de dos horas, así que llegaba con mucha falta de sueño pero con ganas de competir”.

2.200 kilómetros de vuelta en taxi a Noruega

A esa falta de sueño y cansancio acumulado se unió que a mitad de carrera comenzaron  a aflorar unos dolores de rodilla que le llevaron a ser más prudente en el ritmo. A pesar de todos esos hándicaps acumulados, el mito español de trail running fue capaz de pelear hasta los últimos metros por la segunda plaza con Vicent Brouillard, el vigente campeón de la UTMB Mont Blanc.

El segundo puesto cumplió con el objetivo del corredor español, es decir, obtener uno de los dos billetes para Western States, el ultra fetiche de EE UU, que asaltará en junio ante Jim Walsley, que ganó la prueba italiana con media hora de ventaja sobre Jornet.

Esta es la primera vez desde la UTMB de 2018, en la que se retiró por una picadura de abeja que le provocó una reacción alérgica que le impidió completar el recorrido en la que Jornet empieza un ultratrail y no acaba ganando. “La carrera era más técnica de lo que esperaba, muy bonita y una gran competición. Jim dio una masterclass”, reflexiona Jornet.

Nada más acabar la prueba la organización puso a disposición del corredor español un taxi que le llevaría en un viaje de 2.200 kilómetros hasta su casa en la costa noruega donde volverá a cuidar de su familia tras una nueva ‘locura’ que demuestra que estamos ante un deportista de otra dimensión.