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Más de 120 kilómetros, 5.200 metros de desnivel positivo, dos ganadores de UTMB y dos horas de sueño de media diaria durante la semana. La nómina de obstáculos para Kilian Jornet en el Chianti Ultra-Trail by UTMB, entre 25 castillos de pueblos medievales de la Toscana italiana, no es corta. La gran estrella del trail running fue padre por tercera vez hace unos días, en una fecha que le permitió por lo menos acudir a esta gran cita con el objetivo de clasificar a Western States, para lo que necesitaba ocupar uno de los dos primeros puestos de la carrera, o el tercero si quien le superaba era Jim Walmsley.
Y el español lo consiguió. Kilian Jornet fue segundo en meta, lo cual es un objetivo cumplido para él y una noticia de gran alcance para el mundo del trail running en general. Esta es la primera vez desde la UTMB de 2018, en la que se retiró por una picadura de abeja que le provocó una reacción alérgica que le impidió completar el recorrido. Desde entonces, esta es la primera vez que Jornet empieza y no acaba ganando. El verdugo de esta estadística ha sido el estadounidense Jim Walmsley, el más reciente vencedor del Ultra-Trail Mont-Blanc de 2023, uno de los grandes beneficiados de la guerra de Jornet con la organización de UTMB.
Para Kilian Jornet esta segunda plaza es una gran hazaña. El catalán cruzó la meta en un tiempo final de 10 horas, 27 minutos y 27 segundos, con un margen de 30 segundos sobre el francés Vincent Bouillard, el más reciente ganador de UTMB. Por delante, Walmsley asaltó la prestigiosa barrera de las 10 horas y cruzó la meta exactamente a las dos de la tarde en el pueblo de Radda, mientras el crono marcaba 9h59:48.
“La carrera era más técnica de lo que esperaba, muy bonita y una gran competición. Jim ha dado una masterclass”, reflexiona Jornet, sin ninguna preocupación especial por la estadística de imbatibilidad, anecdótica cuando se compite a tal nivel. No estuvo lejos de perder (aunque no era una ultra) hace siete meses, en su última carrera, en la Sierre-Zinal suiza de 33 kilómetros, donde certificó su triunfo por tan solo dos segundos de manera agónica.
Para Jornet, objetivo cumplido con la clasificación a Western States por su segundo puesto: “El gran objetivo para mi era conseguir el pase a Western States, tenía un dolor en la rodilla y no podía arriesgar”. Una molestia en la rodilla a la que se sumó un régimen de sueño difícilmente compatible con la competición tras el nacimiento de su tercera hija: “La media de sueño de la última semana ha sido de dos horas”.
Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.
Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura. Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.
Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.
Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.
Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.