Kelly Smith es una leyenda del fútbol mundial, máxima goleadora histórica de Inglaterra con 46 goles y un icono en el Arsenal, donde ahora ayuda en la preparación de delanteras como Alessia Russo, Stina Blackstenius o Mariona Caldentey. La subcampeona de Europa y top’3 del FIFA World Player atiende a Mundo Deportivo en una distendida charla.
Miss Kelly, gracias por atender a Mundo Deportivo. ¿Había estado antes en Barcelona?
Ya estuve aquí una vez, hace muchos años, cuando Lionel Messi jugaba en el Barça. Fuimos al Camp Nou a verle jugar. Siempre quise verlo en directo. Marcó un par de goles y dominó el partido. Volé para verlo y luego me fui. Hasta ahora no he visto demasiado de la ciudad.
“Vine a Barcelona para ver jugar a Messi y luego me fui”
La suya es una trayectoria muy extensa y exitosa. ¿Cuál es el momento que recuerda con más emoción?
Tengo muchos momentos memorables. Tuve una carrera muy larga, de más de 20 años. Como club, probablemente fue ganar el cuádruple, cuatro trofeos por los que luchábamos en todos los frentes. Fueron la Champions, la Liga, la Copa de la Liga y la Copa de la FA. Nosotras, en 2007, ganamos todos esos trofeos con el Arsenal. En aquella época dominábamos el fútbol femenino en Inglaterra. Y en el ámbito internacional, lo mejor sin duda fue participar en mi primer Mundial, en 2007. Mi padre voló a China y yo marqué cuatro goles en ese torneo. Nos eliminaron en cuartos de final pero siempre había soñado con jugar un Mundial en la escena internacional. Jugar con Inglaterra en ese torneo fue lo máximo para mí.
Precisamente en la Copa del Mundo de China, hay una foto icónica con usted besando su bota. Una imagen que dio la vuelta al mundo ¿Qué recuerda de este momento?
Yo estaba viviendo un sueño. Y tuve una premonición, un sueño, la noche anterior, tumbada en mi cama. Soñé que si marcaba un gol, me quitaría la bota y la mostraría. Y esa fue la bota que marcó el gol decisivo para mi país. Con toda la emoción que me invadió, acabé llevándome la bota a los labios y la besaba y la mostraba y la seguía besando porque la emoción del gol me superó.
Imposible olvidar ese gesto de emoción…
El problema es que me metí en un lío con la entrenador, Hope Powell. Me dijo que había sido poco arrogante y que no lo volviera a hacer. Y no lo volví a hacer. Pero creo que hoy en día, cuando se juega a fútbol, hay que celebrar los goles. Por eso los haces, para intentar ganar partidos, para marcar en grandes estadios. A las futbolistas les diría que no tengan miedo de expresarse cuando marquen un gol porque podría ser un momento icónico. Yo no lo sabía entonces, pero es evidente que se sigue hablando de ese momento después de mi jubilación.
“A las futbolistas les diría que no tengan miedo de expresarse cuando marquen un gol porque podría ser un momento icónico”
¿Qué cree que le ha aportado el fútbol a su vida?
Me ha dado muchos viajes, poder conocer a gente diferente en países diferentes, habilidades de liderazgo que he aprendido jugando en Inglaterra y Estados Unidos, aprendiendo de los diferentes entrenadores, habilidades de comunicación… Me ha dado tanto… Amigos para toda la vida, jugar contra y con algunas de las mejores jugadoras del mundo de mi época. Me ha dado mucho.
Y ha trasladado esa pasión a sus hijos…
Tengo dos hijos pequeños y me encantaría que se aficionaran al fútbol. A mi hijo le interesa mucho, pero a mi hija no tanto, pero no voy a presionarla. Ahora hay muchas oportunidades para ella. En mi generación, teníamos que luchar por todo. Los partidos no se retransmitían por televisión, no era algo global como ahora. Así que ahora mi hija pequeña, que tiene cinco años, puede levantar la vista y ver fútbol femenino en la televisión. Y sueño para ella, si quiere eso, tenga la oportunidad de hacerlo.
“En mi generación, teníamos que luchar por todo”
Habla de oportunidades. Ahora, cuando ve a las nuevas generaciones, futbolistas como Aitana Bonmatí, Alexia Putellas o Mariona Caldentey ¿Qué le pasa por la cabeza?
Me parece fantástico. Son jugadoras de clase mundial, de un nivel diferente. Creo que los chicos y chicas jóvenes ahora pueden ver a esas futbolistas y ver que están al mismo nivel que los hombres. Y eso es todo lo que quería cuando jugaba. Quería que me respetaran por ser una mujer futbolista. Creo que lo estamos consiguiendo poco a poco. Aún queda mucho por hacer en la escena mundial, pero cada vez es mejor.
“Todo lo que quería cuando jugaba era que me respetaran por ser una mujer futbolista. Creo que lo estamos consiguiendo poco a poco”
También hay un club muy importante para usted, el Arsenal. Ahora trabaja con ellos. ¿Cuál es su labor?
Estoy trabajando sólo con las jugadoras de ataque. Estoy a tiempo parcial porque, como he dicho, tengo una familia, así que para mí es un equilibrio entre trabajo y vida privada. Tres días a la semana trabajo con Alessia Russo, Steena Blackstenius, Beth Mead y Mariona Caldentey para intentar mejorar su juego en general, trabajando en sus diferentes técnicas, ver vídeos, analizar fragmentos de lo que hacen en determinadas situaciones del juego e intentando ayudarlas. De todos modos, ya son jugadoras de muy alto nivel, así que solo puedo darles uno o dos consejos que aprendí durante mi carrera y ayudarlas a ser mejor individualmente.
Aquí en España sabemos que la Superleague es la referencia, el ejemplo a seguir. ¿Cómo se ha trabajado tan bien en Inglaterra?
La Eurocopa que ganó Inglaterra en 2019 en Wembley, ante Alemania, supuso nuestro gran despegue porque nunca habíamos ganado un gran torneo. Inglaterra se enamoró de nuestro equipo femenino, de las Lionesses, y enganchamos a muchos aficionados para que luego pusieran los ojos en nuestro fútbol. Y luego, obviamente, hemos tenido una liga profesional, entrenadores totalmente cualificados y ahora tenemos nuestra infraestructura, muchas chicas están interesadas en jugar, muchos equipos de base y las Lionesses son iconos. Todo el mundo sabe quién es Leah Williamson, Mary Earps, todo el mundo nos conoce y las jóvenes quieren ser futbolistas profesionales. La oportunidad está ahí.
Y cuando el Arsenal juega en el Emirates, por ejemplo, hay 50 mil aficionados de media
Es enorme. Es maravilloso. El Arsenal es una marca global, no sólo entre los hombres sino también entre las mujeres. Tenemos detrás a una afición brillante, que nos sigue por todo el país. Creo que este año hemos jugado once partidos en el Emirates, así que esa será ahora nuestra casa.
“El Arsenal es una marca global, no sólo entre los hombres sino también entre las mujeres”
¿Cuál cree que es la clave de este éxito?
El Arsenal valora mucho el fútbol femenino, ha puesto mucho más marketing en ello, y ahora podemos traer al club a jugadoras de alto nivel y gran calidad. Pero nos falta ganar trofeos. Es algo que, incluso cuando jugaba hace 20 años, se nos inculca en el equipo femenino del Arsenal, y lo sigue siendo a día de hoy.
Ustedes se enamoran de Inglaterra y en España nos estamos enamorando del Barça. ¿Sigue al equipo azulgrana?
Por supuesto, me encanta verlas jugar. Yo lo llamo un fútbol sexy, muy agradable a la vista, hermoso, creativo y tan cómodo con el balón, con tantos pases hacia delante para aprovechar las oportunidades. Putellas es una jugadora fantástica, Bonmatí es brillante con la pelota y Caroline Graham-Hansen es puro talento. Sé que la Liga no es tan competitiva como en Inglaterra, pero lo que hace el Barça en la Champions es subir aún más el nivel del torneo.
Tenemos otros equipos como el Real Madrid, Atlético o Espanyol. ¿Cree que la Liga española podrá alcanzar el nivel de la inglesa?
Eso espero, porque cuando jugaba en el Arsenal sólo dos equipos competían realmente por el título, o era una liga competitiva, y te sentías frustrada porque las rivales no estaban al mismo nivel. Ahora cualquiera puede ganar a cualquiera y eso es lo que quieren los fans. No quieren que un solo equipo gane el título todos los años, así que esperemos que la Liga produzca más talentos locales.
El año que viene habrá una Eurocopa en Suiza, con Inglaterra y España aspirando al título
España tiene serias oportunidades de ganar la Eurocopa. Desde luego está entre las favoritas. Lo mismo ocurre con Inglaterra y Alemania. Ellas ya lo han ganado y España podría seguir sus pasos.
“Tuve que dejar Inglaterra para ir a Estados Unidos porque aquí no había oportunidades”
Para acabar, cuando era joven, ¿se imaginaba que el fútbol femenino llegaría tan lejos?
No. Cuando yo jugaba de niña, ni siquiera sabía que las mujeres inglesas tenían una selección nacional. Nunca salió en televisión. Un día encontré un párrafo en un periódico local de que Inglaterra había perdido contra Alemania por 5-0. Entonces supe que quería jugar en el Arsenal. En aquella época, sólo se entrenaba dos tardes a la semana y no era suficiente para mí. Quería jugar profesionalmente, entrenar con un balón a mis pies todos los días. Así que tuve que dejar Inglaterra para ir a Estados Unidos porque aquí no había oportunidades. Tuve que dejar mi país natal para perseguir mi sueño de ser futbolista. No me podía ni imaginar lo que hay ahora, lo que se ha conseguido: las jugadoras son nombres conocidos, marcas mundiales, cada partido sale en la televisión. Si vemos las asistencias a los Mundiales y las Eurocopas, es espectacular. Y quién sabe adónde estaremos en los últimos diez años. Es abrumador.