La descarga de todo tipo de contenidos multimedia a través de Internet lleva entre nosotros desde hace décadas, y la polémica siempre ha estado ahí. Seguro que los más veteranos aún recordáis determinadas aplicaciones que se usaban para este tipo de tareas. Uno de los ejemplos más representativos lo supuso el popular Kaaza.
Aquí nos encontramos con una plataforma que utilizábamos para compartir todo tipo de archivos utilizando las redes P2P, hablamos de KaZaa Media Desktop, o KaZaa. Hay que tener en cuenta que este es un programa que tuvo un enorme éxito hace cosa de un par de décadas, allá por los inicios de siglo.
Internet empezaba a extenderse entre todo tipo de usuarios y este es un programa que se convirtió en uno de los grandes referentes ahora de compartir ficheros. De hecho, podríamos decir que se trataba de un programa instalado en la mayoría de los equipos de la época. Su principal objetivo era el de proporcionarnos todas las herramientas necesarias para poder intercambiar todo tipo de archivos.
Como os podéis imaginar, la mayoría de los usuarios utilizaban esta solución software para subir y descargar principalmente archivos musicales y de vídeo. Eso sí, también podríamos encontrar otros formatos de ficheros como documentos o incluso programas. Pero tal y como suele ser habitual en este tipo de aplicaciones, en este caso la controversia también estaba servida. Además, a pesar de tener un par de años de enorme éxito, esta propuesta se vio superada por otras alternativas en poco tiempo.
Los inicios y éxitos de Kaaza
Nos encontramos con un software para el intercambio de archivos que usaba el protocolo FastTrack. Ganó una enorme fama a la hora de compartir archivos en formato MP3 para la música y DivX en los vídeos. La aplicación y el protocolo como tal los creó un sueco llamado Niklas Zennstrom y el danés Janus Friis. Cabe mencionar que ambos elementos vieron la luz en 2001.
Una vez la aplicación empezó a ganar éxito, la empresa detrás del proyecto Sharman, decidió que quería monetizarlo. En ese momento empezó a ofrecer a otras compañías, banners publicitarios e iconos dorados. A partir de ese instante, compañías de todo tipo empezar a mostrar sus anuncios, incluida Microsoft.
Pero tras las polémicas generadas inicialmente, los máximos responsables intentaron legalizar la aplicación en 2003 a través de un contrato con Altnet y Streamwaves. Así, los iconos dorados mostraban los primeros 30 segundos de una canción para luego abrir la página web Streamwaves.
Decadencia de la aplicación P2P
Cabe mencionar que uno de los secretos del éxito de esta plataforma fue su sencillez de uso respecto a otras alternativas similares. Gracias a su interfaz y disposición de menús, compartir todo tipo de archivos aquí era más sencillo que nunca. Pero la avaricia, como se suele decir, rompió el saco. Y es que debido en gran medida al enorme éxito del programa, sus desarrolladores tomaron la determinación de rentabilizar el proyecto a través de su instalador.
Empezaron a lanzar versiones repletas de códigos maliciosos de tipo spyware y adware, algo que por supuesto no gustó en absoluto a la comunidad. Debido a este controvertido movimiento, desarrolladores externos empezaron a lanzar versiones no oficiales de Kaaza sin estos añadidos poco deseables. Así aparecieron soluciones como Kazaa Lite Resurrection o Kazaa Lite K++.
Esto desembocó en que muchos usuarios cambiasen de idea y se pasasen a otras soluciones similares como eMule, Ares Galaxy o BitTorrent. Al mismo tiempo, los problemas y todo tipo de denuncias no pararon de crecer, lo que al final desembocó en un final trágico para programa en sí.
La gran polémica del programa y su final
Un claro ejemplo de todo ello sucedió cuando en el año 2006, varias productoras como Universal Music, Sony BMG, o Warner Music, entre otras, se comprometieron a pagar casi cien millones de dólares en concepto de pérdidas por derechos de autor. Todo con el objetivo de convertir a Kazaa en un servicio legal.
A partir de ahí, la plataforma empezó a cambiar de manos, mientras que la popularidad de Sharman Networks y sus socios se hundía. Al final, la firma Atrinsic, Inc. compró la marca Kazaa para relanzarlo como un servicio de suscripción legal centrado en la web, eliminando la aplicación, pero sin éxito. Finalmente, en el año 2013 el sitio web de Kazaa fue desactivado definitivamente.