La Audiencia de Palma ha juzgado hoy a dos jóvenes de origen argelino por patronear una patera que llegó a Cabrera en septiembre de 2023 con 20 personas a bordo, dos de ellas menores de edad.
Los dos sospechosos, que permanecen en prisión provisional desde que fueron detenidos, se han negado a declarar ante el tribunal de la sección segunda. Ambos se han acogido a su derecho a guardar silencio. La fiscalía les acusa de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros por el que solicita una pena de cinco años de cárcel para cada uno.
Los policías que investigaron este caso y que localizaron a los presuntos patrones de la barca han recordado que uno de los pasajeros, un testigo protegido, los identificó sin dudar. Además, otros ocupantes señalaron a estos dos sospechosos como las personas que daban las instrucciones al embarcar. “Estos dos patrones ordenaron que apagaran los teléfonos móviles. Hablamos con quince de los ocupantes. Los reconocieron sin ningún género de dudas a los dos”, ha destacado un agente de la Policía Nacional.
Otro policía ha manifestado que el testigo protegido no tuvo dudas al señalar con el dedo a los dos encausados en un reconocimiento fotográfico. Según su versión, les daban órdenes antes de embarcar y lo que tenían que decir al ser interceptados.
Barca sin sistema de seguridad
Según el ministerio fiscal, los dos sospechosos manejaban una patera de unos seis metros de eslora procedente de Argelia con un único motor fuera borda de 40 caballos de potencia sin sistema de iluminación, ni salvamento y con 20 pasajeros a bordo. La barca se adentró en la costa española sin cumplir los requisitos de entrada en territorio español y sobre las diez menos cuarto de la mañana del 13 de septiembre de 2023 fue interceptada en aguas de Cabrera.
La travesía se inició en Boumerdés (Argelia), duró unas 30 horas y se realizó en una embarcación precaria de pequeñas dimensiones no apta para transportar a tantas personas, sin ningún tipo de seguridad, sin sistema de sujeción, sin chalecos salvavidas, aros salvavidas, bengalas, sistema GPS de navegación, achicador de agua, remos, ni luces de navegación, sin sistema de extinción de incendios pese a viajar con garrafas de gasolina en mitad de la barca, ni agua ni comida hasta que finalmente fue interceptada por la Guardia Civil y Salvamento Marítimo, según la fiscalía.
Ambos acusados supuestamente patronearon la patera a cambio de una compensación económica. El viaje fue preparado por una organización asentada en Argelia a cambio de precio. La travesía realizada en las condiciones descritas era susceptible de sufrir un abordaje con otras embarcaciones y ocasionar consecuencias tales como ahogamiento o hipotermia de los ocupantes, entre otras.
