El fin de semana del Gran Premio de Austria de Fórmula 1 es conocido por su espectáculo dentro y fuera de la pista, a lo que habrá que sumar que se trata de uno de los seis eventos que tendrá la temporada 2024 con el formato al sprint, por lo que los aficionados en las gradas no tienen por qué aburrirse. El programa de apoyo está repleto de categorías y citas soporte, además del habitual Legends Parade, que este año está dedicado a los legendarios pilotos del Gran Circo y a los emblemáticos monoplazas que ganaron la prueba en los último cincuenta años.
Y los seguidores neerlandeses estarán todavía más eufóricos porque tendrá una demostración especial de la mano de Jos Verstappen. El padre del vigente campeón del mundo se subirá a un Red Bull, concretamente al RB8 de la campaña 2012 con el que Sebastian Vettel conquistó su tercera corona mundial, a pesar de que esa unidad nunca participó en tierras austriacas debido a que no formaba parte del calendario.
No obstante, será un momento muy bonito en la familia, y además del padre de Max Verstappen, otras leyendas del automovilismo también se pondrán a los mandos de más coches míticos, como Emerson Fittipaldi, que pilotará el Lotus 72 con el que venció en el Gran Premio de Austria 1972, o Johnny Herbert, que conducirá el Lotus 82 con el que Elio de Angelis subió a lo más alto del podio en la edición de 1982.
David Coulthard llevará el Red Bull RB1, aunque fue en el gran premio de 2001 cuando el escocés ganó con McLaren, y Gerhard Berger será el que se ponga al volante del F2002 con el que Michael Schumacher salió victorioso en 2002. Cuando los monoplazas no estén en acción, los seguidores pueden desplazarse hasta la F1 Fan Zone, en donde también se expondrá el Lotus 79 de Ronnie Peterson y el RB14 de Max Verstappen de la temporada 2018.
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