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Perú inauguró el jueves el megapuerto con China y Joe Biden llegó para asistir a la APEC
06:03 – Fuente: CNN
(CNN) – La última reunión entre el presidente de EE.UU., Joe Biden y el presidente de China, Xi Jinping, está en marcha en Lima, Perú.
Los mandatarios se encuentran reunidos en el hotel donde se hospeda el mandatario chino en Lima en el marco de la cumbre de líderes del Pacífico (APEC).
Esta sería la última reunión de Joe Biden con Xi Jinping, mientras Biden se prepara para entregar el poder —y las riendas de la relación bilateral más importante del mundo— al presidente electo Donald Trump en enero.
La reunión, prevista para este sábado en el marco de una cumbre de líderes del Pacífico (APEC) en Perú, sirve como capítulo final a los ambiciosos intentos del presidente de posicionar a Estados Unidos frente a un Beijing cada vez más asertivo. Será la tercera reunión entre los dos líderes desde que Biden asumió el cargo.
A diferencia de sus reuniones anteriores, las conversaciones de Lima no darán como resultado una larga lista de conclusiones o resultados. En cambio, altos funcionarios estadounidenses describieron la reunión como un momento de reflexión entre dos hombres cuya relación comenzó hace más de una década en un largo viaje por China.
Sin embargo, a pesar de todos los recuerdos que Biden y Xi puedan tener, su encuentro final se verá ensombrecido por los resultados de las elecciones de la semana pasada. Trump asume el cargo habiendo prometido una línea dura con China y ya ha colocado a una serie de halcones en posiciones clave antes de su investidura en enero, lo que presagia una relación conflictiva en los próximos años.
Queda por ver en qué medida ese enfoque se diferenciará materialmente del de Biden, dado que la administración actual ha tomado medidas agresivas para limitar la tecnología china y reforzar las alianzas estadounidenses en Asia para contrarrestar a Beijing.
Al aceptar reunirse con Biden durante su período saliente, Xi parece estar señalando un deseo de mantener la continuidad y una relativa estabilidad en medio de la transición de liderazgo de Estados Unidos.
Aun así, los funcionarios de la administración Biden reconocieron que no podían predecir qué dirección tomaría la relación entre Estados Unidos y China una vez que Biden dejara el cargo, pero mantuvieron la esperanza de que el enfoque que adoptó Biden pudiera funcionar también para Trump.
“Esta es una relación difícil y complicada entre Estados Unidos y China, y cualquiera sea la decisión del próximo Gobierno, tendrá que encontrar formas de gestionar esa relación difícil y complicada”, dijo un alto funcionario del Gobierno.