Jennifer Garner, carismática protagonista de Si tuviera 30, se ha visto personalmente afectada por los incendios forestales en Los Ángeles. Su pérdida, por el momento, no ha sido material. Lamentablemente, una amiga cercana falleció víctima del denso humo y el fuego.
Así lo contó la actriz en una emotiva entrevista con MSNBC, mientras explicaba lo cuantioso que ha sido el desastre en Palisades, la zona más impactada por la emergencia.
“Sí. Perdí a una amiga, y para nuestra iglesia es un tema muy delicado, así que no siento que debamos hablar de ello aún”, confesó Garner con la voz quebrada. “Ella no logró salir a tiempo”.
La tragedia personal de Garner es un reflejo de la destrucción que ha dejado el fuego, que ha consumido más de 21,000 acres y ha obligado a la evacuación de más de 100,000 personas.
La devastación en su comunidad ha sido abrumadora para Garner, quien vive en Brentwood, un vecindario muy cercano al área afectada.
Aunque su casa no sufrió daños, la actriz expresó su profunda tristeza por la pérdida de hogares de muchos amigos y vecinos. “Vienen a mi mente 100 familias. Sin pensarlo mucho, podría escribir una lista de 100 amigos que han perdido sus casas”, compartió Garner en la entrevista citada por Page Six.
“Mi mejor amiga vivía en esta misma calle. Tenían un gong en el jardín delantero que usaban para llamar a los niños al final del día. Esta es la calle por la que corríamos en las carreras de 5K. Aquí pasaba el camión de bomberos durante el desfile del Cuatro de Julio”, recordó Garner con nostalgia al mirar los escombros a su alrededor.
Movida por el deseo de ayudar, Jennifer Garner se unió como voluntaria a World Central Kitchen, la organización sin fines de lucro liderada por el chef José Andrés, que provee alimentos a las comunidades afectadas por desastres.
La actriz fue fotografiada el viernes sirviendo comidas a bomberos y evacuados, cargando un bolso con el logotipo de la organización y bajándose de una de sus camionetas.
En su entrevista, Garner alabó el trabajo de Andrés y su equipo: “Es algo increíble de ver. World Central Kitchen y el chef José simplemente llegan y dicen… ‘Aquí estamos. Lo tenemos bajo control. No te preocupes’”.