El cohete de Elon Musk tiene competencia: la empresa espacial Blue Origin, del fundador de Amazon, Jeff Bezos, quiere lanzar su New Glenn por primera vez el miércoles. Según la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), el cohete despegará de la plataforma espacial de Cabo Cañaveral, en Florida, a la 01:00 horas (hora local, 07:00 horas CET). Hasta ahora, los viajes espaciales comerciales han estado dominados por la empresa SpaceX de Musk.
Blue Origin aún no ha confirmado oficialmente el miércoles como fecha de lanzamiento. “Próxima estación: el despegue”, anunció Bezos en el servicio online X y publicó un vídeo en el que se escuchan los potentes motores del cohete. El 27 de diciembre, el cohete ya había completado con éxito la prueba decisiva antes del primer vuelo de prueba.
En su primer vuelo, el New Glenn llevará un prototipo de Blue Ring, una nave espacial financiada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos para lanzar satélites al espacio.
Del mercado suborbital al orbital
Con New Glenn, Blue Origin realiza su tan esperada entrada en el lucrativo mercado de los cohetes orbitales. Hasta ahora, la compañía sólo ha transportado pasajeros y cargas útiles en viajes cortos al borde del espacio con su cohete suborbital más pequeño New Shepard.
“El mercado es verdaderamente orbital”, afirma Laura Forczyk, fundadora de la consultora Astralytical. “El suborbital sólo te lleva hasta cierto punto: hay un número limitado de cargas útiles y clientes para un vuelo rápido al espacio”.
El nuevo cohete orbital también intensificará la rivalidad entre Musk, la persona más rica del mundo, y Bezos, el segundo más rico. Musk es actualmente el líder indiscutible en los viajes espaciales comerciales con SpaceX y, como confidente cercano del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ahora también tiene influencia política. Los operadores de satélites comerciales, así como el Pentágono y la agencia espacial estadounidense NASA, utilizan los cohetes Falcon 9 de SpaceX. Competidores como United Launch Alliance, Arianespace y Rocket Lab están muy por detrás.
Al igual que Falcon 9, New Glenn tiene un cohete reutilizable de primera etapa diseñado para aterrizar en posición vertical en un barco en el océano. Con una altura de 98 metros, el New Glenn es 28 metros más alto que el Falcon 9 y también puede transportar cargas más grandes y pesadas al espacio. Quema gas natural líquido más limpio en lugar de queroseno y tiene menos motores.
Cautela frena a Blue Origin
“Si todavía fuera un ejecutivo de la NASA, estaría encantado de tener finalmente un competidor para el Falcon 9”, dice el investigador G. Scott Hubbard, que ahora enseña en la Universidad de Stanford. Una mayor competencia podría ayudar a reducir los costos iniciales.
Bezos fundó Blue Origin en 2000, dos años antes de que Musk lanzara SpaceX. Sin embargo, Blue Origin actuó con más cautela y, por tanto, se desarrolló más lentamente que su competidor. “Hay impaciencia en la comunidad espacial con el enfoque tan mesurado de Blue Origin”, dijo Scott Pace, experto espacial de la Universidad George Washington.
Si el vuelo de prueba tiene éxito, Pace dijo que el New Glenn podría proporcionar una alternativa si falla otro sistema de cohetes. Esto podría ser importante ya que SpaceX planea reemplazar el Falcon 9 con Starship para finales de la década. Pero este nuevo cohete se basa en tecnologías que aún no se han probado plenamente.
Debido a la cercanía de Musk con Trump, los críticos temen que el multimillonario quiera principalmente promover sus propios intereses comerciales en la política. El astronauta aficionado Jared Isaacman, socio comercial de Musk, se convertirá en director de la NASA. Bezos ahora también está tratando de llevarse bien con Musk y Trump y se reunió con ambos en la residencia del futuro presidente en Mar-a-Lago. Amazon también planea donar 1 millón de dólares para la toma de posesión de Trump.
el(AFP)
