El presidente argentino Javier Milei sintió el primer impacto de lo que hoy significa Mar-a-Lago para el poder político norteamericano apenas pisó el lujoso club privado de Donald Trump, en Palm Beach. “Qué bueno tenerlo acá, señor presidente”, lo saludó JD Vance, el vicepresidente electo de Estados Unidos, al recibir a la comitiva argentina.
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Tras bajar del auto –que llegó en una estricta cápsula de seguridad-, en los primeros pasos por los pasillos del exclusivo club se decantaron encuentros con parte de la administración que gobernará Estados Unidos desde el 20 de enero próximo. “Qué bueno verlos”, les dijo el congresista Mike Waltz, que servirá como asesor nacional de Seguridad.
Luego, en otro rincón del laberíntico Mar-a-Lago, el mandatario argentino –acompañado por su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el canciller Gerardo Werthein- se topó son Susie Wiles, la veterana estratega de Florida elegida por Trump para jefa de gabinete. También hubo cálidos saludos.
Después de la conversación entre Milei y Trump, en la que se fortalecieron claramente los lazos de amistad y la afinidad con las ideas de la libertad, se plantaron las bases para una relación sólida entre dos países amigos.
Pero el plato fuerte llegaría a continuación, mucho antes de los discursos de ambos líderes ante los 700 invitados del evento. Al entrar en un salón, casi sobre la puerta, apareció Trump, el anfitrión de la noche de gala organizada en su mansión por el think tank conservador America First Policy Institute. “Se saludaron como dos amigos”, comentó una persona que presenció el momento.
Entre muestras de afecto y los primeros intercambios de palabras, se propuso hacer la primera foto de la velada, con Trump, Milei, Karina Milei y Werthein. Solo un instante después fue que hizo su aparición el multimillonario Elon Musk, el dueño de X, SpaceX y Tesla que tiene un rol central en la gestación del nuevo gobierno y la transición. Le cedieron un espacio para que quedara en la imagen –con una de sus hijas en brazos- junto a Milei. Ambos ya habían tenido otros encuentros. Trump y Musk eligieron usar moño; el Presidente y su canciller, corbata.
Javier, te quiero felicitar por el trabajo que has hecho, de hacer la Argentina grande de nuevo. Es increíble cómo la estás arreglando y es un honor que estés aquí
Después empezó un diálogo “muy bueno”, parte en inglés y en otras con ayuda de un traductor. Durante más de 10 minutos, Milei le contó a Trump cómo está llevando adelante la disminución de gastos del Estado, el equilibrio fiscal y la desregulación de la economía argentina.
Musk, que estará al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental, también escuchaba. En un momento se sumó el empresario y ex precandidato republicano Vivek Ramaswamy, quien compartirá tareas con el magnate sudafricano.
Trump y Milei hablaron de cómo promover las ideas de la libertad. El líder republicano llegó a decirle a Milei que sabía lo que él hace en el mundo, aunque no se mencionaron dos de los conflictos centrales de la geopolítica actual: las guerras en Ucrania y Medio Oriente.
El tono de la charla fue en un clima de “euforia” por la aplastante victoria electoral sobre el Partido Demócrata. “Tienen una relación personal muy sólida”, destacaron.
Trump destacó en la conversación que el hecho de haber ganado el Colegio Electoral, el voto popular, los estados pendulares y el haberse quedado con el Senado y la Cámara de Representantes “muestra que la sociedad norteamericana está lista para un cambio”.
“Nos vemos después”, cerró la charla Trump. Para Milei llegó luego un momento de recibir saludos y aplausos a cada paso que daba en otro de los salones de Mar-a-Lago. Fue el único presidente en ejercicio invitado. “Casi todo el establishment conservador y las personas que tendrán el poder de decisión en Estados Unidos estaban allí”, señalaron en su entorno, que también destacaron la presencia de empresarios del mundo tecnológico.
Donald Trump Jr., hijo del presidente electo, también participó de la gala junto a su pareja, Kimberly Guilfoyle. Hubo por lo menos 15 funcionarios designados que integrarán la próxima gestión, como Robert Kennedy Jr., futuro secretario del Departamento de Salud, quien tambien dialogó con el líder libertario.
“Después de la conversación entre Milei y Trump, en la que se fortalecieron claramente los lazos de amistad y la afinidad con las ideas de la libertad, se plantaron las bases para una relación sólida entre dos países amigos. Esta relación promete abrir enormes oportunidades para la Argentina y fomentar un intercambio más profundo y beneficioso entre ambas naciones”, evaluó Werthein en diálogo con periodistas argentinos, entre ellos de LA NACION.
Un asiento codo a codo con el futuro presidente de Estados Unidos
El siguiente paso fue en ballroom de la mansión, que también tuvo otras dos terrazas colmadas de invitados. Milei y su comitiva fueron ubicados en una mesa contigua a la de Trump (siempre acompañado por Musk, su sombra en Mar-a-Lago).
También se sentaron a la mesa del Presidente otros tres destacados invitados, cuyos nombres quedaron en reserva. ¿El menú? Lomo con guarnición de papas y ensalada de corazones de lechuga, o una opción vegetariana, acompañado por vino y bebidas sin alcohol. El postre fue torta de chocolate.
Esta relación promete abrir enormes oportunidades para la Argentina y fomentar un intercambio más profundo y beneficioso entre ambas naciones
Milei abrió su presentación hablando en inglés, casi entre lágrimas. “Hola a todos. Estoy muy agradecido de estar acá y me siento bendecido”, comenzó, y rápidamente cambió de idioma al español. “Hoy el mundo es mucho mejor porque soplan vientos de libertad que son muchísimo más fuertes”, dijo el Presidente, mientras miraba a Trump como destinatario del elogio. Recibió muchos aplausos, por momentos de pie.
El líder republicano escuchó su discurso de 12 minutos (incluidas las traducciones en simultáneo), e intercambiaron otro saludo en la mesa. La conductora del evento le agradeció a Milei (no quedó claro si ya había terminado su speech) y le dio paso a la estrella de Hollywood Sylvester Stallone para que presentara al anfitrión de la noche.
“Estamos ante un personaje realmente mítico. Me encanta la mitología. Este individuo no existe en este planeta. Nadie en el mundo podría haber hecho lo que él hizo. Cuando George Washington defendió a su país, no tenía idea de que iba a cambiar el mundo. Porque sin él, no podemos imaginar cómo sería el mundo. ¿Adivinen qué? Tenemos al segundo George Washington”, dijo Stallone en referencia a Trump. Sonaba God Bless The USA.
¡URGENTE! 🚨 Elon Musk le dice a Donald Trump, Javier Milei y Sylvester Stallone 🎤 que: “No será como siempre. Será una revolución”. Esto es exactamente lo que queremos. DERRIBAREMOS AL ESTADO PROFUNDO 🔥 pic.twitter.com/V4m0KuQ391
— Eduardo Menoni (@eduardomenoni) November 15, 2024
Los elogios del presidente electo a Milei no se hicieron esperar. “Javier, te quiero felicitar por el trabajo que has hecho, de hacer la Argentina grande de nuevo. Es increíble cómo la estás arreglando y es un honor que estés aquí”, dijo. El festejo en la mesa argentina fue inmediato, con aplausos de pie y con Milei elevando el puño derecho.
Luego la música sonó más fuerte con el clásico trumpista Y.M.C.A., y se empezó a marcar el cierre de la noche. Todos bailaban al ritmo del clásico de Village People e imitaban el paso de Trump.
Milei fue a saludar al magnate para la despedida, pero una nueva charla informal se extendió por al menos diez minutos. También hubo momento para una foto entre Karina Milei y Trump.
El objetivo estaba cumplido. El entusiasmo en la delegación argentina por la noche en Mar-a-Lago fue inocultable: “Fue algo fuera de este mundo”.