Más que una pelea de boxeo, fue un intento desesperado por tratar de rescatar a un deporte carente de figuras.
El viernes en AT&T Stadium, el influencer convertido en boxeador, Jake Paul, venció por decisión unánime al legendario Mike Tyson.
La casa de los Cowboys de Dallas se transformó en un impresionante escenario lleno de luces multicolores, brillantes marquesinas y decenas de potentes reflectores que desnudaban la noche.
Ante la presencia de numerosas estrellas del cine y la televisión, Tyson, de 58 años de edad, fue sometido por su rival 30 años más joven que él.
El ex campeón mundial de los pesos pesados trató de revivir viejas glorias del pasado pero no encontró la manera de espantar al fantasma del tiempo que se ha encargado de robarle la fiereza de su juventud.
En los primeros dos rounds, Tyson fue el que buscó hacer algo por el espectáculo al atacar y lanzar uno que otro golpe pero sus piernas en realidad eran un lastre además de que mostraba un grueso vendaje em su rodilla derecha.
“No voy a poner como excusa mi lesión de la rodilla”, dijo Tyson después de la pelea.
A partir del tercer episodio, Paul tomó el control de la pelea y aprovechó el evidente cansancio de su rival para dominar las acciones. Paul terminó el combate con 278 golpes lanzados mientras que Tyson solo lanzó 97.
Paul consintió a Tyson e incluso le mostró un sincero respeto cuando segundos antes de que terminara la pela hiciera una reverencia a manera de homenaje para el icónico ex campeón.
“Es un honor haber peleado contra Tyson, este hombre es un es una leyenda”, dijo Paul.
De haberlo deseado, Paul hubiera noqueado a Tyson, pero en lugar de eso prefirió alargar el combate lo más posible para tratar de agradar a los 72,300 aficionados que llegaron a AT&T Stadium.
La pelea pactada a ocho round, de dos minutos cada uno, llegó al limite sin que ninguno de los peleadores se hiciera daño así que fueron los jueces los que tuvieron que decidir al ganador del pleito.
Tyson no había peleado en un combate sancionado desde 2005, cuando se retiró en una pelea contra Kevin McBride.
En 59 peleas oficiales, Tyson tiene ahora un récord de 50 victorias, siete derrotas y dos no-contests. De sus 50 victorias, 44 fueron por nocaut, cinco por decisión y una por descalificación.
De las siete derrotas de Tyson, cinco fueron por nocaut ,una por descalificación y una por decisión.
Con su triunfo del viernes, Paul puso su marca en 11 triunfos y una derrota.
Tayso cayó ante un influencer al que siguen millones de personas en sus redes sociales y que utiliza al boxeo para cobrar millones de dólares por subirse al ring para protagonizar peleas intrascendentes.
La cartelera del viernes fue transmitida a más de 280 millones suscriptores de Netflix y el estadio de los Cowboys recibió una multitud.
El evento fue un éxito comercial, lo que es difícil de calcular es si el boxeo ganó por lo menos un aficionado más.
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