Esta entrevista con el piloto de Fórmula 1 Isack Hadjar se ha publicado originalmente en GQ Francia.
La edad de oro del automovilismo francés parece muy lejana. Los cuatro títulos mundiales de Prost, el coche de Jacques Lafitte que dio la sorpresa en el Gran Premio de Suecia de 1977… Pero esta vez, 2025 podría ser la temporada de la renovación para los franceses, con la irrupción del piloto al que algunos ya llaman “el pequeño Prost”. Desde sus victorias en F3 y su subcampeonato en Fórmula 2 la temporada pasada, Isack Hadjar ha dejado boquiabiertos a los aficionados al mundo de las carreras. Hoy llega a Racing Bulls cargado de ambición.
Justo antes del primer Gran Premio de la temporada, en Australia, GQ se reunió con el piloto franco-argelino en la sede parisina de Red Bull, uno de sus patrocinadores, para hablar de la presión, las apuestas y la preparación mental. ¿Será esta por fin la temporada de los franceses? Por lo pronto, Isack Hadjar ya espera con impaciencia su batalla con Lewis Hamilton.
GQ: ¿Cómo te sientes a pocas semanas de tu primer Gran Premio en Melbourne?
ISACK HADJAR: Estoy agotado, Pero la preparación física en Qatar fue muy bien. De momento, estoy haciendo un descubrimiento tras otro. Por ejemplo, he conocido a todo mi equipo y eso es mucha gente de golpe. Casi 700 personas para un equipo de F1 como el nuestro.
¿Es importante crear vínculos antes de la temporada?
Es fundamental. Aunque conozco a parte del equipo porque fui piloto reserva el año pasado, es vital presentarme, salir a hablar con la gente y empezar a construir un equipo. Siempre he conseguido reunir a gente a mi alrededor porque soy una persona que se interesa por los demás. No me cuesta. Confío al 100% en mi equipo y todos trabajamos por el mismo objetivo. Hay que cuidar a los mecánicos. Los voy a ver más que a mi familia esta temporada [ríe].
¿Te sientes preparado física y mentalmente?
De lo que me he dado cuenta rápidamente, y puede parecer obvio, es que las limitaciones no son las mismas en la Fórmula 2 que en la Fórmula 1. Es casi un deporte nuevo. En la Fórmula 2, no tienes dirección asistida y el coche es muy pesado. Es un camión. La fuerza G [la fuerza gravitacional, que es una unidad de medida de la aceleración] que se produce en la F1 es otra historia. La cabeza se mueve mucho porque es la única parte que no está sujeta. Tienes que ir más enfundado, los esfuerzos son mucho más trabajosos y hace un calor terrible en la cabina.
¿Así que has tenido que trabajar más el cuello?
He reforzado mucho el cuello, para soportar esas nuevas limitaciones. Es un músculo como cualquier otro y estoy trabajando su resistencia. También he corrido mucho durante la preparación, para poner a punto mi sistema cardiovascular. Además, tengo un preparador psicológico. Me ayuda a no pensar en el peligro, sino solo en el rendimiento, utilizando imágenes mentales.
¿No piensas en el peligro cuando eres piloto?
Aunque parezca extraño, a pesar de practicar un deporte peligroso, nunca pienso en los riesgos. Todo este trabajo se realiza antes del fin de semana de la carrera. Durante la carrera, tengo algunas herramientas. Me preparo para varios escenarios, que acepto, aunque sean poco halagüeños. También trabajo mi capacidad para pasar a otras cosas rápidamente.
¿Cómo te enteraste de que pasabas a la Fórmula 1?
Justo después de la decepción de Abu Dhabi [Isack se quedó parado al principio de la carrera y perdió la oportunidad de proclamarse campeón del mundo de F2], Helmut Marko, uno de los directores del equipo Red Bull, me llamó y me dijo simplemente: “Tienes que venir a Italia a firmar unos papeles”. Fue entonces cuando lo entendí. Eran las 6 de la mañana, estaba en la cama y me volví a dormir. Entonces llamé a mi madre, que también es mi representante.
¿Cuáles son tus objetivos para esta primera temporada?
Voy a intentar destacar entre la multitud. Hay pilotos que tienen ese factor extra y otros que no. Pienso en Ayrton Senna, por ejemplo, que era espectacular en la pista. Quiero tratar de conseguir algo así. Sobre todo porque sé que no tendré el mejor coche, así que tendré que hacerme valer. También por mi personalidad, aunque a veces no esté bien visto tener carácter en este deporte [ríe]. Soy muy franco, y eso a unos les gusta y otros les disgusta. También tengo otro propósito: pulsar menos el botón de la radio. No tengo más remedio si no quiero que me despidan.
¿Qué esperas con más ganas de la temporada?
El Gran Premio de Japón [el próximo 6 de abril]. Creo que es un circuito increíble, pero tampoco puedo dejar de pensar en mi primera carrera en la Fórmula 1. Ya estoy pensando mucho en ello y la presión va en aumento. Me veo colocado en la parrilla, la espera insoportable, rodeado de los mejores pilotos del mundo… ¡Va a ser una locura!
¿Qué significa para ti continuar la aventura con Red Bull?
Para mí es muy importante, son muy leales y eso me tranquiliza. Es una escuela realmente buena. Llevo cuatro años en su programa y me siento muy bien rodeado. Pero el reto es enorme. Soy consciente de ello. Hay circuitos que ni siquiera conozco, así que tendré que aprovechar el poco tiempo libre que tengo durante la temporada para prepararme, trabajar y mejorar.
Háblanos de tu compañero de equipo, Yuki Tsunoda. ¿Entre vosotros qué predomina, el espíritu de equipo o el espíritu competitivo?
La Fórmula 1 es sencilla: hay dos coches por equipo y tienes que sumar el mayor número de puntos posible. El trabajo va el doble de rápido si se trabaja bien en equipo. Voy a aprender de Yuki, que me ha dado una calurosa bienvenida y es un excelente compañero de equipo.
¿Cómo afrontas las expectativas que rodean a tu llegada a la F1?
Me presiono más yo a mí mismo, nunca he sentido la presión de los demás. Simplemente no quiero decepcionar. Hay muchos parámetros que no puedo controlar, pero en mi cabeza me digo que soy el mejor. Y me lo digo todas las mañanas [ríe]. La gente tiene que entender que estoy obsesionado con este deporte. No es una pasión, es mucho más que eso. No hay día en que no mire la cámara de a bordo de un piloto de Gran Premio. Es lo único que hago.
Ahora compites con pilotos que creciste viendo por televisión. ¿Es difícil pasar de aficionado a adversario?
Por respeto, me digo que tengo que comérmelos en la pista. Lewis Hamilton, por ejemplo, es uno de mis ídolos. Tengo que batirme con él, si puedo. Y pensar que voy a estar en la F1 la misma temporada que él ficha por Ferrari… Todavía me cuesta creerlo.
¿Puedes describir el escenario de tus sueños para esta temporada?
¡Mi primera victoria accidental! Haría falta una alineación loca de los planetas para que ganara una carrera esta temporada, ¡pero creo en ello!