La Asociación Española de Municipios de Montaña (EsMontañas) presentó el sábado el proyecto Bien de Altura, una iniciativa turística y social pionera en Europa que, con el aval de la comunidad científica, busca promover el bienestar físico y emocional de las personas a través de experiencias únicas basadas en el estilo de vida de los pueblos de montaña.
Durante la presentación, el alcalde de Aínsa-Sobrarbe, Enrique Pueyo, subrayó que el proyecto “muestra todo lo que los pueblos de montaña pueden ofrecer más allá de las actividades deportivas, desde la gastronomía, el contacto con la naturaleza o el aire puro, hasta el esfuerzo de quienes lo hacen posible: restauradores, ganaderos, agricultores y artesanos”.
Además, destacó que “vivir en un pueblo no es solo más saludable, sino también un remedio probado científicamente contra el estrés y la ansiedad”.
El proyecto Bien de Altura se centra en los beneficios que aporta a la salud emocional y física la vida en los pueblos de montaña.
Con más de 300 municipios participantes, ofrece actividades que van desde el senderismo, el giro libre, el pickle ball, alimentación de aves necrófagas a partir de la economía circular y baños de bosque hasta experiencias culturales y gastronómicas.
Durante el acto, el director creativo de CopilotoAD, Jaime Pire, remarcó que Bien de Altura es “una invitación para reconectar con uno mismo a través del entorno, con actividades que promueven un estilo de vida sostenible; y recuperar a las personas con patologías de salud mental gracias a los pueblos, comarcas y valles que generan la red saludable pionera”.
Por su parte, Fernando Soria, director de España se Mueve, añadió que “el contacto con la naturaleza en estas zonas no solo reduce el estrés, sino que fomenta una vida más activa y equilibrada, algo esencial en un mundo tan estresado”.
El lanzamiento del proyecto coincide con la primera experiencia piloto en Aínsa, donde unos 30 participantes pudieron disfrutar de actividades diseñadas para mejorar la salud mental. Desde vuelos en autogiro hasta ruta de quebrantahuesos, los asistentes experimentaron de primera mano el denominado “Efecto Bien de Altura”.
Este concepto engloba los múltiples beneficios físicos y emocionales como pasar tiempo de calidad en la montaña, respaldados por estudios médicos y universitarios, como los emprendidos por el grupo Armaqol que destacan su capacidad para reducir los niveles de cortisol, mejorar la inmunidad y restaurar la atención.