Los grupos de defensa de los inmigrantes ilegales celebraron una conferencia de prensa el jueves para expresar su oposición a la reciente orden ejecutiva del presidente Joe Biden que limita el asilo, pero sus comentarios a menudo desestimaron las preocupaciones planteadas por los asistentes a la conferencia.
Los oradores, que se reunieron por Zoom, hicieron repetidamente afirmaciones dudosas sobre los inmigrantes ilegales y el sistema legal.
La orden de Biden autoriza Los funcionarios de inmigración estadounidenses deportarán a un gran número de extranjeros ilegales sin procesar sus solicitudes de asilo, informó CBS News. la orden también impone límites a las solicitudes de asilo diarias y al tiempo asignado a los inmigrantes ilegales para buscar asesoramiento legal después de cruzar la frontera. Un orador en la conferencia calificó la orden como “la regulación antiasilo más draconiana hasta la fecha”, como informó anteriormente el expreso de dallas.
DX Llamó la atención sobre un problema de larga data con el proceso de asilo y preguntó: “¿Qué medidas recomienda para garantizar que los solicitantes de asilo asistan a sus citas judiciales y cumplan con los requisitos legales?”
Lindsay Toczylowski, directora ejecutiva del Immigration Defense Law Center, optó por responder desestimando la pregunta.
“[Eso] no es un problema. Van a ir a sus audiencias”, afirmó Toczylowski.
Esta afirmación contradice directamente los resultados de la mayoría de las investigaciones. Las cifras varían dependiendo de la fuente, pero el Centro de Estudios de Inmigración (CIS) encontró que aproximadamente la mitad de los inmigrantes ilegales que son liberado al interior del país por cualquier motivo no se presentan a sus citas judiciales. Según cifras del CIS, entre 2013 y 2017, los tribunales estadounidenses emitieron casi un millón de órdenes de deportación en rebeldía a inmigrantes que entraron ilegalmente al país.
La directora de campaña de Bienvenidos Con Dignidad, Melina Roche, quien organizó la conferencia de prensa, minimizó la importancia de ingresar ilegalmente al país.
“Buscar asilo es una forma de migración legal, independientemente de cómo entren”, dijo Roche.
Toczylowski se hizo eco de este sentimiento.
“Los solicitantes de asilo que cruzan la frontera sur se están aprovechando del sistema [al buscar a la patrulla fronteriza para solicitar asilo]”, añadió.
Ninguno de los activistas enfatizó la naturaleza inherentemente ilícita de que los no ciudadanos crucen la frontera por cualquier otro medio que no sea un puerto de entrada. Es un delito federal cruzar la frontera sin la documentación adecuada. Asimismo, Texas lo convirtió en un estado crimen a finales del año pasado cruzar la frontera de Texas con México sin autorización legal.
De manera similar, ninguna de las mujeres exploró la pregunta que surgió sobre cómo la campaña Bienvenidos con Dignidad abordaría las preocupaciones de los inmigrantes legales que pueden sentirse alienados por una preferencia percibida hacia las personas que cruzan la frontera ilegalmente y luego solicitan asilo.
Sin embargo, ambas mujeres tenían razón técnicamente en el sentido de que cruzar ilegalmente la frontera sur no excluye inmediatamente la posibilidad de que alguien solicite asilo. De acuerdo con la Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos’ website:
“Puede solicitar asilo ante USCIS independientemente de su estatus migratorio si:
Actualmente no se encuentra en proceso de deportación.
Presenta una solicitud de asilo dentro de 1 año de haber llegado a los Estados Unidos o demuestra que está dentro de una excepción a esa regla”.
En otro intercambio, DX preguntó Marisa Limón Garza, directora ejecutiva de Centro de Defensa de Inmigración de Las Américas, por qué abogó por vías nuevas y ampliadas hacia la ciudadanía para inmigrantes ilegales en lugar de otras formas de estatus legal. Ella y Roche, que también dirigió las preguntas y respuestas de la prensa, ignoraron la pregunta.
Curiosamente, los comentarios de Garza fueron la única vez que un orador mencionó la ciudadanía en cualquier contexto. Los oradores nunca discutieron el significado de ciudadanía ni se refirieron directamente a los ciudadanos existentes, aparte de una advertencia implícita de que órdenes ejecutivas como la de Biden podrían alentar asesinatos masivos aleatorios de inmigrantes ilegales por parte de estadounidenses nativos. Sin embargo, la conexión directa entre una política fronteriza más estricta y los asesinatos en masa perpetrados por ciudadanos nunca se desarrolló del todo.
La palabra “recién llegado” fue sustituida con frecuencia por “extranjero ilegal” y a los ciudadanos se les llamó “vecinos establecidos”.
Los programas de bienestar social para inmigrantes ilegales, tanto públicos como privados, también estaban velados por eufemismos. Cada orador se refirió a tales programas como “de bienvenida”. La frase “bienvenida” o “acoger con dignidad” tuvo significados cambiantes a lo largo de la conferencia, dependiendo del contexto.
El tono general de la conferencia de prensa fue de indignación y indignación por la orden ejecutiva de Biden. Muchos de los oradores compararon despectivamente la orden con algo de la era Trump, y un orador la comparó con acciones gubernamentales que permitieron el Holocausto, como DX previamente reportado.
