El 15 de septiembre de 2024, el santoral católico celebra una variedad de santos y beatos, destacando entre ellos Nuestra Señora de los Dolores.
Nuestra Señora de los Dolores
Es una advocación de la Virgen María profundamente ligada al sufrimiento y los “siete dolores” que vivió durante la Pasión de Cristo. Esta festividad, muy arraigada en diversas partes del mundo, especialmente en países como España y América Latina, resalta el dolor maternal de María en su papel de acompañar a su hijo en su misión redentora. La devoción a Nuestra Señora de los Dolores tiene su origen en el siglo XI y fue consolidada por la Orden de los Servitas en 1239. La festividad se celebra ampliamente en muchos países, incluidos España, México y varios otros de América Latina, como Argentina y Colombia.
San Nicetas
Además de esta celebración mariana, se conmemora a otros santos importantes. Entre ellos, San Nicetas, un godo convertido al cristianismo en el siglo IV, gracias a la labor del misionero Ulfilas. Su vida se centró en la evangelización y el martirio, especialmente relevante en la difusión del cristianismo entre los pueblos godos.
San Aicadro de Jumieges
También se recuerda a San Aicadro de Jumieges, un abad del siglo VII, y al Beato Ladislao Miegon, un mártir del siglo XX que falleció en el campo de concentración de Dachau por su fe.
Otros santos
Otros santos que se celebran este día incluyen a:
- San Alpino de Lyon, obispo de la ciudad francesa en el siglo V.
- San Nicomedes de Roma, un mártir de los primeros siglos del cristianismo.
- San Apro de Toul, otro obispo recordado por su santidad
Conclusión
Esta diversidad de santos y beatos en el santoral del 15 de septiembre refleja la riqueza histórica y espiritual de la Iglesia Católica, abarcando desde mártires antiguos hasta figuras contemporáneas que sufrieron por su fe.
Estos santos, aunque menos conocidos que Nuestra Señora de los Dolores, tienen un lugar importante en la tradición de la Iglesia, y sus vidas reflejan diversos aspectos del servicio y la fe cristiana.
Por lo tanto, el 15 de septiembre no solo se centra en el sufrimiento de la Virgen María, sino también en el sacrificio de aquellos que dieron su vida por la fe cristiana a lo largo de los siglos.
