La Carrera de Empresas ESIC no es una carrera más. La prueba tiene un componente especial que la hace única en Zaragoza. Las personas que se calzan las zapatillas corren ‘contra’ sí mismos, como en todas las carreras del mundo; pero también lo hacen mirando a los demás, especialmente a sus compañeros… de trabajo. Se corre en equipos, por lo que el trabajo colectivo la convierte en un evento deportivo especial.
Este año está de celebración, ya que se cumplen diez años desde la primera edición, celebrada en el Parque Grande. Ahora ya con un recorrido mucho más céntrico, la Carrera de Empresas ESIC batirá este domingo su récord de participación, con más de 5.000 atletas… y porque hubo que cerrar el cupo de inscripciones.
Durante esta década, miles de personas han participado en la carrera y han experimentado esos valores de solidaridad y esfuerzo colectivo que la hacen diferente. Un ejemplo puede ser el de Miguel Ángel Luquin, que ha participado con empresas como Lecitrailer o Ágreda Automóvil. Cuando se celebró la primera edición de la Carrera de Empresas tenía 49 años y llevaba más de dos décadas sin hacer prácticamente nada de deporte.
“Cuando era joven hacía natación y waterpolo, pero a los 22 años lo dejé por temas laborales, porque nunca encontraba tiempo”, recuerda. Sin embargo, cuando llegó la primera edición de la Carrera de Empresas se juntó con gente de ESIC para prepararla. “Al principio pensé que sería imposible ponerme a correr, completar una carrera… Pero me puse a correr con ellos, corrí esta carrera y luego llegaron otras más exigentes, como dos medias maratones o una Behobia-San Sebastián”, explica. A raíz de esos inicios, el deporte se convirtió en una rutina para él.
Luquin señala que esta prueba va “más allá del running”. “Participas con un par de compañeros o compañeras, en un proyecto que intentas acabar junto a ellos. Como hay que entrar todos juntos, aparecen valores como el trabajo en equipo o la solidaridad. Agrega valores a los que ya de por sí tiene el deporte”, reflexiona.
Pilar Fernández Ortún, directora del colegio Juan de Lanuza, es una fija de la carrera. Ha participado en las diez ediciones que se han celebrado, y ya no se le pasa por la cabeza perdérsela. “Me siento interconectada con la gente que conoces. Vas corriendo y saludando a la gente, amigos de tus hermanos, compañeros de empresas, colaboradores, consultores… Creo que fomenta el espíritu zaragozano”, señala.
Aunque ha corrido muchas carreras de Zaragoza (carrera del Ebro, laCaixa, Bomberos…), la Carrera de Empresas es su favorita. “Consigue acercar a la gente. Cuando pasan las fiestas del Pilar, en las conversaciones de comedor ya buscas con quién vas a correr, cuándo vamos a entrenar… Luego te tomas una caña y con todo esto te acercas a la parte humana de tus compañeros, descubres quién está detrás del trabajador”, señala.
La directora del colegio Juan de Lanuza cuenta que de este centro participan nueve equipos en la Carrera de Empresas, ya que al ser una cooperativa la participación se abre a todos los socios (que son los padres y madres). Aunque su gran pasión es el tenis, Pilar Fernández Ortún ve en el atletismo y en esta carrera una gran manera de ponerse en forma y de “fomentar el espíritu de equipo en el trabajo”.
Aunque el ganador sea lo de menos, uno de los nombres ilustres del palmarés de la Carrera de Empresas es el de Jesús Olmos, conocido como el frutero runner. Corrió como autónomo dos ediciones y ganó las dos. “Fue la primera carrera que gané en mi vida, me había puesto a correr hacía solo ocho meses”, recuerda.
Ahí se dio cuenta de que esto del atletismo quizá no se le daba mal del todo, y desde entonces su carrera ha sido increíble. Ha sido dos veces campeón de España de 50 kilómetros y bronce mundial de esa distancia, sin dejar de ir a las 3.30 de la madrugada al Mercazaragoza para surtir su frutería del barrio de Las Fuentes. Aunque él participó solo, como autónomo, recuerda el espíritu “de compañerismo” que se respira en la carrera. “Este año quería ir con mi mujer y otra persona de la frutería, pero no ha podido ser. El año que viene, vamos fijo”, promete.
