Para tener una vida larga y saludable, lo más importante es lo que comemos y cómo lo hacemos. Lo recuerda el experto, Valter Longo, que dirige el Instituto de Longevidad de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles. Pero, además, añade que ha comprobado que “algunas pautas dietéticas son mucho más poderosas de lo que habíamos imaginado”, según ha explica a CNBC Make It. Y, en concreto, destaca dos.
Longo ha estudiado la longevidad humana durante unos 20 años en Italia. Aunque comenzó a investigar en 1989, utilizando modelos animales, como ratones. Y, junto a otros colegas investigadores, descubrieron que ciertas dietas pueden reparar células , reducir la inflamación y aumentar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia.
“Los datos en humanos están empezando a indicar que esto probablemente también sea cierto en humanos”, afirma. “Pero se necesitan más ensayos clínicos para saber cuáles son los mecanismos en las personas”. Aun así, este experto afirma que es posible comer de una manera que promueva la buena salud y la longevidad, e incluso ayude a reducir el riesgo de desarrollar cáncer. Y destaca dos dietas puede contribuir a una buena salud y una vida larga.
La primera es la “dieta que imita el ayuno”, explica. Longo la desarrolló en el instituto que dirige en la Universidad del Sur de California en Los Ángeles. Se llama dieta FMD, dura cinco días y es rica en grasas insaturadas y baja en calorías, proteínas y carbohidratos en general”, destaca el especialista. Seguir esa dieta implica ayunar durante 12 horas al día, durante cinco días: “Se come, digamos, de 8.00 a 20.00 horas, y se ayuna de 20.00 a 8.00 horas”, resume Longo.
Él sugiere que los pacientes con cáncer ayunen durante unas 14 horas al día, en intervalos de cinco días. Y recuerda que un estudio, publicado en 2017 en la revista especializada JAMA Oncology, descubrió que las mujeres con cáncer de mama que ayunaban durante 13 horas o más tenían un menor riesgo de recurrencia del cáncer de mama que las mujeres que no lo hacían.
“Las 14 horas no deben combinarse con el tratamiento del cáncer propiamente dicho”, advierte Longo. “Digamos que reciben quimioterapia una vez al mes y que deberían dejarla unos días antes”. Y aconseja a estos pacientes que esperen unos días después del tratamiento antes de comenzar nuevamente esta dieta, añade. Este especialista asegura que “oracticar la FMD sólo dos a cuatro veces al año puede beneficiar enormemente a las personas que siguen la dieta estadounidense estándar”.
La segunda es la llamada “dieta de longevidad” de Longo. “Se basa de muchos elementos diferentes, especialmente está inspirada en las dietas de Okinawa y del Mediterráneo”, señala este experto. Consiste en que tus comidas diarias deben incluir lo siguiente: ingredientes principalmente veganos; debe ser, generalmente baja en frutas, pero alta en verdura; debe incluir frutos secos, granos integrales (como el arroz integral o la quinoa), legumbres y pescado durantes tres o cuatro veces por semana.
Además, una dieta para la longevidad “debe incluir proteínas, pero no más de la ración diaria recomendada, y debe incluir muy poco queso”, insiste Longo. Y concluye que se deben “evitar la carne roja y la carne blanca, como el pollo y el pavo, y, en general, consumir pocos productos de origen animal” si se quiere seguir esta segunda dieta.