En una conferencia de prensa celebrada el pasado lunes 16 de diciembre, el presidente entrante Donald Trump habló sobre sus planes para mitigar la inmigración ilegal y aseguró que continuará la construcción del muro fronterizo que frenó el mandatario demócrata Joe Biden.
Son muchos los puntos en los que no coinciden el líder demócrata con el próximo mandatario de Estados Unidos, pero el escenario fronterizo es sin dudas uno de los más determinantes. En la rueda de prensa del lunes, Trump instó a Biden a que deje de vender los materiales para la construcción del muro fronterizo, y aseguró que de lo contrario avanzará con una denuncia judicial.
“Vamos a gastar cientos de millones de dólares adicionales en construir el mismo muro que ya tenemos. Es casi un acto criminal”, comentó Trump, según informó el medio Los Angeles Times. En esa línea, el republicano indicó que mantuvo conversaciones con el fiscal estatal de Texas, Ken Paxton, sobre la posibilidad de exigir una orden de restricción.
El presidente entrante aseguró que continuará la construcción del muro fronterizo en el sur del país Foto:Mandel Ngan. AFP
A partir de las políticas de Biden en la frontera, el Congreso le exigió el año pasado que se deshiciera de los materiales para la construcción del muro fronterizo que no fueron utilizados, pero ante el contundente triunfo de Trump, la situación tomó un giro drástico.
“Le pido a Joe Biden que por favor deje de vender el muro“, expresó al respecto como última declaración el mandatario entrante, quien avanzará con su plan de deportaciones desde el primer día de su mandato.
El indulto que sopesa Donald Trump
En la misma jornada, el mandatario republicano insinuó la posibilidad de otorgar un indulto al alcalde demócrata de Nueva York, Eric Adams, quien enfrenta cargos federales de fraude y corrupción.
“Sí, lo haría”, respondió al ser consultado al respecto, y luego extendió su declaración. “Creo que fue tratado de manera bastante injusta“, sostuvo. Adams enfrenta cargos por aparentemente haber aceptado beneficio de viajes en vuelos y hospedaje valorados en US$100.000 junto con contribuciones ilegales a su campaña.
